AGUSTINA
Quitándome las bucaneras, siento un enorme alivio en mis pies, camino como si estuviera entre nubes y llegó al baño. Huelo a vómito, alcohol y lo que espero sea sudor. Despojándome de toda mi ropa, me meto en la ducha estando demasiado tiempo con la cabeza debajo del agua. No tengo muy claro qué fue lo que pasó ayer, pero sí sé que desperté con Alan en el sillón de los Alpha. Teniendo una rescaza muy grande no soy una persona muy bebedora, pero sabiendo que fui el sacrificio obviamente debía estar en todos los juegos que implican jóvenes y alcohol.
Al salir de la ducha me puse mi ropa interior blanca, un suéter a rayas blanco y celeste de estilo oversize, un jean celeste que no se ajustaba mucho a mi cuerpo y zapatos blancos. Secando mi cabello me hago dos moños y me maquillo un poco para no verme tan demacrada. Todavía tenía que salir a la farmacia por pastillas para el dolor de cabeza y algo para el estómago.
—Ash ya estás aquí —giro con el celular en mi mano porque estaba viendo los últimos posts de Instagram. Cassie estaba parada en la puerta con los cabellos alborotados y la ropa mal arreglada. Se veía que venía de su propia fiesta íntima de la cual no me gustaría escatimar en detalles.
—Vivo aquí —objeto encogiéndome de hombros y volviendo mi mirada al celular. Pasando por mis notificaciones veo que le han dado corazón a fotos que subí con Bella en la fiesta, otras donde aparezco con Alan y una donde salimos los tres juntos. Pero luego vi que me habían etiquetado de otras cuentas y viendo las fotos no tengo muchos recuerdos de haberme tomado una selfie con Valentino. Las fotos eran normales hasta que me encontré con una que me dejó congelada.
James había publicado una foto donde aparecemos los dos juntos en el momento en que él me sostiene entre sus brazos dentro de la piscina. Al pie de la foto tiene un comentario que tuve que tomarme mi tiempo para leer con calma.
@James.Sullivan14 Nuestra Helena de Esparta es toda una princesa 👸🏼 @Lemus_Agus
En serio mi crush publicó una foto conmigo y encima me etiqueto. No quiero que esto sea un sueño, miro la pantalla mientras me pellizcó un brazo. Para nada es un sueño, quiero gritar, pero la loca de Cassandra me echaría del cuarto. Doy una ojeada a la susodicha y se está quitando la ropa mientras camina al baño.
Espero a que se marche para sentarme en la cama y sonreír viendo la foto como si se tratara de un tesoro. Pequeños flashes de la noche anterior comienzan a aparecer y tocó mis labios cuando en mi cabeza aparece James besándome. Un nudo se forma en mí, estómago al volver a repetirse esa imagen en mi cabeza y ver a Sullivan alejarse para irse con otra chica. Sé que no debería llorar porque no somos nada y aun así me encuentro llorando por un idiota que vuelve a lastimarme.
🍭🍬🍭
Camino por las calles de la residencia sin tener un rumbo fijo, el hambre se me paso, pero la resaca no. Ya tomé mucha agua, pero aun así continúo sintiéndome mal. Bella no había aparecido aún por la habitación y Cassandra no podía hablar sin que ella tomara como un chiste lo que le dijera. Por lo que continué caminando hasta que llegué a la calle griega, lugar donde todas las hermandades y fraternidades se encontraban. Sin saber muy bien que estaba haciendo, terminé tocando el timbre en la fraternidad Alpha. La puerta fue abierta por Adán, que se pasaba una mano por su cabello verde y bostezaba mientras se hacía a un lado en la puerta.
—Hola, linda —me saluda el chico con cuerpo de Adonis dándome dos besos en las mejillas. —Si buscas a los Sullivan el mayor está durmiendo en su cuarto y el menor está en el patio trasero —señala una puerta por donde iba a la cocina y luego al patio trasero.
—Gracias Adán y ponte una remera te vas a enfermar —dando suaves golpes en su hombro le sonrió. Alejándome del moreno de cuerpo perfecto, camino por la casa pasando por la cocina donde Joy y Valentino se disputaban una galleta. En serio, no entiendo como estos dos chicos siquiera, lograron pasar el kinder, qué persona se pelearía por una galleta. No les preste mucha atención y continúe mi camino hasta llegar a las puertas del fondo.
El patio del fondo en sí es enorme, pero pude encontrar rápido a Alan tirado en el césped como una estrella de mar con sus ojos cerrados. No traía camisa dejando a la vista su cuerpo tonificado y mis ojos se resisten a dejar de ver sus abdominales. Intentando mantener mi mirada en su rostro, caminó hacia él hasta quedar frente a su cuerpo y tapándole el sol. Alan abrió sus ojos con las cejas fruncidas en una clara muestra de enojo, pero en cuento su mirada barrio mi cuerpo sonrío.
—Me tapas el sol Agus —cerrando sus ojos nuevamente sonrió con petulancia. Bufando me muevo y decido acostarme a su lado cerrando mis ojos por la intensa luz solar. —¿Cómo te sientes? —si bien desperté junto a Alan en el sillón, decidí no molestarlo e irme sola caminando a la residencia. No quería despertarlo, se veía de lejos que se pasó de copas como yo y se sentiría igual de mal o peor que yo.
—Estoy muriendo lentamente, tal vez no supere el día —comentó bromeando mientras masajeaba mis sienes con mis dedos. Si no tuviera una resaca terrible me estaría riendo de mis propias palabras, pero si lo hago me dolería la cabeza. —¿Tú, cómo estás? —pregunto al momento que mi pierna derecha roza la suya.
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Editado: 22.08.2024