*Carter Mcster*
Luego de haber logrado escapar de mi mate, estaba en mi primera clase, a la que no le ponía atención. No es que no quiera poner atención por que si; simplemente que ya se todo el tema, ya leí todos los libros que usaremos este año y yo tengo memoria fotográfica.
Creo que eso le molesta a los profesores, que no ponga atención a sus clases y me saque la mejor nota. Que ilusos.
Esta clase la comparto con mi mejor amigo: Paul Diaz, es mi único amigo; él es un vampiro gay y es el único que sabe lo que soy, es alguien que te transmite confianza desde el primer momento. Él es como lo contrario a mí, excepto que el puede hacer amigos fácilmente pero todos lo alejan por tenerme a mí, ya le había dicho que no se preocupe, que puede irse con otros pero el dice que prefiere quedarse conmigo.
-¿En que tanto piensa la princesita?-la voz de Paul me saca de mis pensamientos.
-Calla, anciano.-dije en tono juguetón. Le digo así por que él tiene 221 años pero aparenta 19.
-Tú cállate; sabes que solo son 22 años.-dice haciendo un puchero.
-Sigues siendo un ancianito.-dije solo para joderlo.
-Silencio, princesita luna.-dice. Él sabe que eso me jode mucho.
Con mi super fuerza le oprimí un nervio del brazo, él soltó un pequeño grito de dolor que llamó la atención del profesor.
-Señor Diaz, ¿ocurre algo?
-No, lo siento.
-Preste atención.-dijo el profesor ya volteándose a la pizarra.
-Eres mala.-dijo luego de un rato.
-Si, si, como sea.-dije quitándole importancia.-¿Hoy hay carrera o pelea?
-Hay de las dos, querida. Ganarás mucho dinero.
-Por supuesto sabes que me gasto más dinero desde que tengo a Bard.
-Ese pequeñín es tan adorable.
La mayoría de mis clases las tenía con Paul, pero otras no; de hecho si saco cuentas tengo 2 clases por día sin él.
Les contaré sobre mi amistad con él: en un inicio cuando recién llegué a este pueblo, tanto hombres lobo como vampiros, quisieron saber que era y me ponían a "prueba", pero obviamente todos salieron medio muertos. Desde entonces no se meten conmigo. Paul siempre fue un grano en el trasero si lo ignorabas; muchas veces lo amenacé sobre que debe alejarse de mí y que me deje en paz, pero ese vampiro nunca me hizo caso y se quedó, con el tiempo se hizo mi amigo y se ganó la suficiente confianza como para contarle sobre que soy.
En estos momentos me encuentro en mi clase de ciencias, que no tengo con Paul, esperando a que el profesor nos indique todo el procedimiento de como hacer una sustancia. Hasta que tocan la puerta. Siento el delicioso olor a lluvia y jazmín. MIERDA.
-Lo siento, profesor, es que me perdí.-dice mi mate.
-No se preocupe señor...
-Jake Villalobos.
-Bien. Tome asiento.
La mirada de Jake se posó en la mía y pude ver una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro.
Las mesas en este salón son largas en las que caben varias personas en una hilera, encima de la mesas hay un montón de esos tubitos larguiruchos con varios químicos. Los asientos que se encuentran a mi alrededor están vacíos, ¿Por qué será?
Link con Kate (mi loba):
-Por que les das miedo a todos.
-Era sarcasmo tonta.
-... ya lo sabía.
Fin del link.
Jake al ver los lugares vacíos se acercó con una sonrisa; los demás compañeros de clases murmuraban cosas como: Pobre chico, le tocó sentarse con Carter, probablemente morirá, es tan guapo, es una zorra; estos dos últimos fueron de parte de las barbies.
La clase empezó y el imbécil de Jake solo me miraba.
-¿Tengo algo en la cara o qué?-dije con voz baja para que el profesor no escuchara, ya me estaba hartando de su mirada.
-No, nada.-dijo, podía distinguir un poco de miedo en su voz; es comprensible, usé "mi voz", es cuando mi voz con cierta esencia mortal.
El profesor dijo que podíamos empezar, y eso hicimos. Mientras esperábamos a que nuestra masa se caliente él me habló.
-Soy Jake.-dijo con una sonrisa.
-Lo sé, se lo dijiste al profesor cuando entraste.-dije totalmente fría.
-Y... ¿Tú, como te llamas?-preguntó; pero algo me decía que el ya sabía lo que todos en el instituto sabía, cosas básicas.
-No sé para que me preguntas si ya lo sabes.-dije igual que siempre, él me miró sorprendido y desconcertado.
-¿Por qué crees que lo sé?
-Por que eres mi mate, y lo más seguro es que le hayas preguntado a alguien sobre mí.-dije con simpleza mientras quitaba la masa del fuego y comenzaba a escribir su reacción.
-Así que sabes lo que soy y somos.-dijo sin quitar la mirada de mí.-Si lo hice y eres mi mate.