Hija de dos mundos

Capítulo 3: "el desmayo"

No logré conciliar el sueño después de haber escuchado esa voz que se apoderó de mi mente, ni el cansancio fue suficiente como para descansar de mis pensamientos, cada vez que lograba olvidar el tema, este volvía una y otra vez. Aún lo sentía presente a pesar de que intentaba ignorarlo, estaba ahí, mirando y así estuvo toda la noche.  

Aunque me encontraba demasiado cansada, me levanté para ir a la universidad. Aún estaba ahí, lo sé, estuvo durante mi desvelo y ahora está admirando mi cansancio, no me ha dejado tranquila desde que me topé con él en el restaurante y cada vez pienso que el hecho de habernos topado no fue una casualidad.  

Al llegar a la universidad, me encontré con mi amigo John, quién notó de inmediato mi estado.
— Oye, ¿estás bien? —preguntó algo preocupado.  
— Sí, solo un poco cansada. No logré dormir bien anoche—dije bostezando.  
— Ah, ¿te quedaste estudiando para el examen? —informó y para mi sorpresa se me había olvidado.  
— ¿Qué? ¿Hay examen? — mencioné sorprendida.  
— Si de cálculo, ¿se te olvidó? —indagó incrédulo. 
— Agh...rayos se me fue—anuncié con angustia.  
— ¡A ti se te olvidó!, ese papel me pertenece a mí, comúnmente es a mí a quién se le olvidan las pruebas no a ti —dijo con admiración.  
— Bueno sí, es como si hubiéramos cambiado de papeles, pero que no se te suba el ego, porque sigo siendo mejor alumna que tú—señalé con superioridad y soltando una pequeña risa al final.  
— Bueno, pero después de esta nota veremos si lo sigues siendo — indicó con tono de burla.  
— Es una nota genio, eso no me va arruinar el puntaje, además tú me vas a ayudar — añadí sonriendo.  
— ¿ayudarte a estudiar? —cuestionó con pereza.  
— Sí...¿Por qué no? — interpelé arqueando una ceja. 
— No sabes lo difícil que es ser responsable y ahora debo hacerlo de nuevo —destacó quejándose.  
— No es tan difícil —aludí suplicante. 
—¿y qué gano yo? —interrogó curioso.  
— Aprendizaje, además eres mi amigo —mencioné con un ademán. 
— Agh...lo haré solo porque eres mi amiga —anunció no muy entusiasta.  
— ¡Oh!, gracias John—dije abrazándolo.  
Sonó el timbre y entramos a la sala, nos tocaba lengua extranjera con la miss Gabriela. Odio inglés.

Además, estaba demasiado cansada para prestar atención, mi mente quería descansar, así que cuando tuve la oportunidad cerré los ojos, realmente se cerraban solos y cuando estaba a punto de conciliar ese sueño que tanto deseaba, lo sentí, al hombre, su mirada. Me siento muy incómoda con su presencia es tan inquietante que observe cada cosa que hago.  

No logré dormir, pero si pensar en todo desde que me topé con él hasta ahora, realmente desde anoche que estoy pensando en eso y he encontrado cierto patrón, inicialmente cuando él entró, el toparnos no fue una casualidad, él me buscaba y me encontró, no sé qué es lo que quiere, pero estoy segura de que lo tiene, solo le falta dar el primer paso.

Lo otro es que cada vez que estoy cerca de él me mareo, lo que me hace pensar que se está protegiendo para que yo no lo descubra.

Y por último ya no estoy segura de que sea un humano, porque logra desaparecer, además ningún humano es capaz de provocar mareos, de eso no tengo duda... 

Sonó la campana para el receso y fuimos con John a estudiar a la biblioteca para el examen, realmente no me creí mucho que él hubiera estudiado, pero me equivoqué se esforzó demasiado, sabía todo ¿por qué no ha estudiado así desde un inicio? De seguro le iría hasta mejor que a mí, en serio me sorprendió porque hasta enseñar le salía natural y sus métodos eran muy fáciles de aprender, creo que me salvaré de esta gracias a él. 

Ya había terminado el descanso. Estaba lista para el examen. Así que teníamos que volver al aula. Ibamos a mitad de camino cuando sentí un leve mareo, me detuve, John se dio cuenta y se detuvo a mi lado, luego me preguntó: 
— ¿estás bien? — con un tono preocupado. 
— Fue... —no alcancé ni a responder cuando un mareo más fuerte embargo mi cuerpo, me afirmé de John para no caer, él al darse cuenta me afirmó de la cintura y me llevó a una banca.  — Ven, siéntate aquí, yo voy a ir por... — lo interrumpí  
— Él está aquí —dije débilmente. 
— ¿Él?, ¿quién?, ¿a qué...?  
Caí desmayada en la banca no sé qué fue de John, supongo que se quedó estudiando, porque al despertar ya no estaba en la universidad, creo que era mi cuarto. Me senté con cuidado, miré por todos lados, en efecto era mi casa, ¿cómo había llegado?

Era extraño ya no sentía su mirada, nada, se había ido, por fin.

Un ruido sonó en la cocina. Hablé demasiado pronto. Me levanté despacio y afirmándome de la escalera, bajé silenciosamente hasta llegar a la cocina.

No podía creer lo que veía, era el hombre del restaurante, está ahora aquí dando la cara. Lo mire un largo tiempo y su aspecto era todo menos humano, él no era de de aquí. No estoy segura de que sea, pero está aquí frente a mí mirándome, como siempre...

 



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En el texto hay: misterio, secretos, seres cosmicos

Editado: 13.07.2020

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