Registro.

La mañana empezó temprano en la mansion D’ Inferno con los preparativos para la competencia por la mano de Scarlett.
Ya en la arena se encontraba Angelo viendo a los participantes, y la verdad eran bastantes desde plebeyos que aspiraban a mejorar su vida, hasta los nobles herederos que querían asegurar su puesto en ese mundo de hienas.

Angelo era un hombre organizado, inteligente pero también respetaba las tradiciones familiares. Así que la batalla por la mano de las féminas de la familia lo eran, solo el mejor guerrero tenía el derecho a desposar. La familia D´ Inferno desciende de  un linaje de guerreros dragones así que la batalla fluía por sus venas. 

-Principe Alessandro, me sorprende saber que le interesa la mano de mi hija, aunque claro ¿quien no se enamoraría de mi pequeña?- expresó Angelo al verle formado para el registro.

-Scarlett es encantadora, no lo niego.- respondió Aless.

Una chica de cabello castaño registraba los nombres. 

-Ocupo su nombre completo señor-  dice la chica de la forma más seca posible.

-Claro que si cariño, Principe Alessandro Lombardi Fiore- respondió con una sonrisa.

-Si claro, ¿cuales son sus intenciones para desposar a la señorita Scarlett?-  sin prestarle mucha atención.

-No es obvio, para hacerla la mujer más feliz- su sonrisa destellaba- Dime Jessy,- vio su nombre en su gafete- ¿porque vienes tan amargada?-

-Siguiente- respondió mascando su chicle.

-Debería cambiar a su empleada señor Angelo- respondió Aless, dirigiéndose a este último.

Aless le dio paso al siguiente en la fila. Y así continuó hasta llegar casi al final.
Una silueta encapuchada llegó a la parte del registro.

-¿Nombre?- pregunto Jessy de mala gana.

-Scarlett D´Inferno-

Dejó caer su chicle- ¿Scarlett?- esta se quita la capucha.

-¿Qué haces aquí?- Angelo se percató de la situación.

-Peleare por mi mano- dijo decidida

-Ah, ok- respondió Angelo.

-¿Que?, ¿no me vas a detener padre?- eso no se lo esperaba.

-¿Por qué haría eso? Las tradiciones se deben respetar, claro está, pero no hay ninguna regla que prohíba que una mujer pelee, recuerda que el guerrero más fuerte es quien puede desposar.

Jessy se había quedado callada  desde que vio a Scarlett. Trató de levantarse para marcharse pero Angelo la detuvo poniendo su mano sobre su  hombro.
 

-A este paso no me sorprende que estés aquí Jessy- Scarlett soltó dejando escapar un suspiro.

-Puedo explicarlo Scarlett- respondió con un nudo en la garganta.

Scarlett no dijo nada más y cedió el paso para el siguiente en la fila.

Concluyendo el registro los candidatos más destacables eran: el príncipe Alessandro, el duque Aurelien de Francia, el décimo príncipe Bernhard de la familia danesa,Jhon un joven empresario americano. Y  por supuesto la propia Scarlett.