Hija del Lobo y la Luna

Capitulo 12- ¿Donde esta mi Scott McCall?

Capitulo 12 ¿Dónde está mi Scott McCall?

Selene.

Corrí, corrí y corrí. Sin rumbo solo me adentre en el bosque solo pare cuando mi pie se enredo en una rama de un árbol y caí de sopetón al suelo quedándome sin aire. Por primera vez miro a mí alrededor. ¿Cómo mierda llegue a la playa?.

Si gente, ahí estaba a menos de treinta metros de la playa pero seguía estando en el bosque. Me senté.  Busque la rama que me hizo tropesar y la fulmine con la mirada. La odiaba –estúpida rama- dije mientras que con la seguí con la mirada hasta que me encontré con el tronco al árbol al que pertenecía.  Arrastrándome me acerque a el, apoye mi espalda, extendí las piernas y suspire mirando a la copa de los arboles dándome cuenta de que ya estaba atardeciendo.

-¿algo más?- dije. Se levanto un viento helado e hizo que temblara hasta el hueso de mi dedo chico del pie.-genial o estoy cagada por las palomas o meada por una manda de elefantes- se me escaparon algunas lágrimas

Un ladrido es escucho y de la nada tenia una bola de pelo color gris saltando sobre mis piernas. Tiashe estaba sobre mí, coloco sus patas delanteras en mis hombros y su lengua sobre mi mejilla de abajo hacia arriba

-ya amigo basta- pero el seguía lamiendo mi mejilla –ya entendí- me rio, para de lamer mi cara y coloca su cabeza en mi hombro, acaricio su lomo. No me doy cuenta al principio pero Bowen y los demás están sentados frente a mí. Luna escondida entre su patas. -perdón por preocuparlos- les digo. Una ráfaga de viento llego haciendo que temblara.

Tiashe aulló, se bajo de mi agarre terminando apoyándose sobre mi pecho. Los demás se levantaron y comenzaron a acercarse. Zeus se sentó a mi derecha pegando su pelo a mis brazos desnudos, Lucinda hizo lo mismo pero en mi brazo izquierdo. Apola y Artemisa se acostaron a cada lado de mis piernas apoyando una de sus patas delanteras sobre ellas. Bowen estaba a mis pies y Luna estirada sobre mi regazo. Para resumir estaba siendo arropada por una familia, ¿o tendría que decir una manada de lobo-siberiano?, para protegerme del frio.

-chicos- los llame pero prácticamente me gruñeron asique me calle. Abrace un poco más a Tiashe.

Hacia frio pero era raro estábamos en verano todavía falta un poco para que sea otoño aunque este frio no es normal.

Zeus se acuesta y por alguna razón dejo de apoyarme contra el árbol para acomodarme sobre su costado haciendo que todos se reubiquen. Las hojas de los arboles se mueven violentamente haciendo que algunas sean desprendidas de las ramas. El sonido del mar a lo lejos parece una nana. Y la tranquilidad que percibo me relaja. Me relaja tanto que no me doy cuenta de que me quede dormida.

BEN

No encontrábamos a Selene por ningún lado. Héctor ya estaba cansado y correr de un lado para el otro  dentro del bosque de seguro que quiere volver a su forma humana y ya estaba casi anocheciendo.

-Héctor démonos una vuelta por la playa. Puede estar ahí- le digo. El se detiene, da medio giro y se dirige en dirección a la playa.  Todo iba bien estábamos acercándonos a la playa se la podía ver pero de la nada el voltea y yo casi me caigo. –hermano creo que tienes que revisarte el sentido del olfato la playa esta para aquel lado- el me gruñe, baja la velocidad de y ahora solo camina. –im-po-si-ble- dije al ver tal escena. Mi hermana estaba acurrucada contra Zeus rodeada por los demás.  Me baje del lomo de Héctor, el se acerca despacio a ella. -Hec- lo llamo doy un paso hacia delante y juro que fue sin querer hice un ruido quebrando una rama. Un grito de terror seguido de una bola de pelos en el aire hace que con más atención mire a mi hermana.

-¿Héctor?- pregunta ella mientras entierra su espalda en Zeus. Aguarden un momento, ¿Cómo sabe ella que este gran lobo negro de ojos rojos es Héctor?. Me acerco con cautela hasta el animal de mi hermano encontrándome con la mirada llena de sorpresa de Selene

-vuelve Héctor- le tiendo la mochila, el la toma con entre sus dientes y se esconde detrás de unos árboles. –no la dañes es mi favorita-

-¿para que me la das entonces?- dice el saliendo ya vestido.

-necesito un trago- murmura Selene, captando nuestras miradas. -¿que?- pregunta  confundida

-para enterarte del secreto familiar lo tomas muy bien- le digo sentándome delante de ella

-oh mañana comienzo a tener el colapso mental, no te preocupes- me contesta con una mueca.

-Selene- dice Héctor tratando de acercársele.

-aleja tus sucias garras de mi Héctor- le dice haciendo que tanto mi hermano y yo se nos ponga los pelos de punta. -¿Cómo pudiste?-

-no podía- le contesta el. ahora me siento como si estuviera en un partido de tenis.

-¿Cuántos mas?-

-hay muchos. Tal vez la cuarta parte del pueblo-

-¿tantos?-

-y eso que estoy contando los no convertidos-

-¿entonces donde esta?- pregunta ella.

-¿Dónde está quien?- le contesto con una pregunta.

-¿Dónde está mi Scott McCall?-

y lo que obtuvimos fue silencio por unos cuantos minutos después nos revolcábamos de la risa por el pasto.

-por lo menos no te olvidaste de tu sentido del humor- le digo.



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En el texto hay: luna, hombreslobo, mates

Editado: 30.09.2018

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