Capítulo 31: LA FICHA AGRIDULCE

Xiaowu estaba sentado en el sofá de la derecha cuando la abuela repentinamente se retiró.

Él se levantó e intento irse sin mí, pero aun así lo seguí. Lo seguí hasta el patio trasero el cual ya había conocido, excepto el camino por el que me llevaba.
 

— ¿Xiaowu? ¿Dónde estamos?— dije asustada.
 

Me volteé a ver el camino de atrás pero seguí caminando, me choque con la espalda de Xiaowu por no mirar por donde iba.
 

— Lo siento. — me disculpé.

— ¿Por qué? — preguntó.

— Por lastimas sus lindos omóplatos. — respondí intentando hacerle gracia.

— Yo debería disculparme. No recuerdo como regresar. — respondió.

— ¡¿QUÉ?!— grité.
 

Esta casa está apegada a un bosque, mejor dicho su patio trasero es un bosque. Estábamos cerca aún árbol, nos sentamos en sus raíces. estaba asustada, quería correr en cualquier dirección pero escapar de este lugar. En mi cartera solo traía el pañuelo que borde para Xiaowu y un montón de hilos de colores.
 

— Te fuiste a Irlanda. — volteé la mirada hacia él.

— Siéntate a un metro, no vaya a ser que el sicópata~— lo interrumpí
 

Saqué rápidamente el pañuelo azul noche.
 

— Lo siento. — le di el pañuelo.
 

Cogí su mano y puse en su palma el pañuelo.

Él lo miro desconcertado, lo volteó y vio el bordado, sonrió.
 

— ¿No te retractas de tu obsequio y de su significado, verdad?

— En lo absoluto. — dije segura de mi mismas.
 

«Nota: Los lirios blancos no solo significan “perdón”, también es símbolo de amor incondicional y expresa la pureza de los sentimientos»

— Bien, lo aceptaré. — sonrió. La tensión que había entre nosotros se esfumó.

— Te ayudaré a maquillarte para que encuentres a pequeña luna hasta que su retrato con 24 años esté listo. — dije intentando compensar mi error.

— Bien, regresemos. — dijo Xiaowu.

— ¿Sabes el camino de vuelta? — pregunté mientras pensaba que si su respuesta era afirmativa sería estrangulado. 

— No lo recuerdo pero… Podemos intentar volver.

 

Dos horas más tarde seguimos dando vueltas, quizá más lejos o más cerca. Pero ya no se veía ni la casa ni la ciudad.
 

— Estamos más perdidos. — dije reclamando.

— Entonces guía tú. — respondió el mientras daba un paso al costado y se inclinaba con una mano hacia adelante.

— No — dije  avergonzada.—,mejor te sigo.

Seguimos caminando hasta que era el momento de cruzar un río. La única forma de pasar era rodeando el río o saltando de piedra a piedra.
El río no era profundo pero suficiente para cubrir el cuerpo de una persona.

Xiaowu salto primero.

Yo llevaba zapatillas, no sería tan difícil cruzar. Pensé mal, tan pronto como quise tomar vuelo me resbale y caí directo al río.
 

No, no sé nada. Se muchas cosas, desde bádminton hasta apostar como toda una criminal pero nadar no sé, ni nunca lo aprendí, ni nunca lo aprenderé. Me hundí en el agua, quería salir, quería respirar. Cada vez más adentro. Recuerdos pasaron por mi cabeza, me dolía demasiado, un pitillo agudo sentía en mis oídos.
 

«Vamos a un Market de 24 horas?»

«¡Daniel! »

«¿Xiaowu? Lo escribiste con caracteres»
 

Perdía la conciencia. Pero las voces e imágenes en mi cabeza pasaban como una película.

 

«Solo tengo 16 años»

«Xiaowu»

«Ahora que conoces tu destino depende de ti lo que suceda»


 

Pero justo en eso momento logré poner la ficha que faltaba en cada recuerdo que tenía. Mis recuerdos no fueron sucesos, fueron pensamientos. Pensamientos que faltaban en cada suceso. Después de que llegue a China se borraron los sucesos y pensamientos.
 

Pero en cada suceso lo uno que pensaba era en una cosa. Xiaowu. Si ponía ese pensamiento en cada suceso todo concordaba. Todo tomaba su lugar. Sin embargo, aún faltaba algo...

— ¡Andree! ¡Andree! — gritaba Xiaowu.
 

Él intentaba reanimarme.

Abrí los ojos y estaba fuera del agua.

Como una luz en mis ojos sentí un apego inmenso a Xiaowu, pero… Por qué.
 

— ¿Quién eres? ¿Por qué estás en todos los recuerdo? — pregunté. — ¡¿DIME QUIÉN ERES?! — Grité al borde del desquicio total.

«PERDONAR NOS PERMITE SANAR EL ALMA Y ALIGERAR NUESTRAS MENTES.»