Trabajaba en una centralita de emergencias médicas cuando me pasó esta historia. Alrededor de las tres de la madrugada nos llamó una señora mayor diciendo que no se encontraba bien. Intenté obtener más información de los síntomas como indica el protocolo, pero ella solo me decía «es que no me encuentro bien, ¿puedes mandar a alguien para que me ayude?» Me dio su dirección y su número, y me dijo que no había nadie en casa, pero que la puerta estaba abierta, así que podían entrar los médicos. Al cabo de un minuto me dijo que se iba al baño y que dejaba el teléfono un momento, yo le pedí que antes me contara qué le ocurría exactamente mientras le mandábamos una ambulancia. Me repitió que se iba al baño un minuto, y no la volví a oír más.
Pasaron dos minutos más y me llamó uno de los auxiliares que ya había llegado a casa de la mujer, y su tono de voz me dio mal rollo en seguida. «Emergencias... cómo se ha recibido la llamada exactamente?» le expliqué que había sido la propia paciente desde el fijo, y él no me contestó directamente sino que usó su móvil para llamar a la oficina, como si no quisiera que le oyeran por radio. «¿Estás segura de que no ha llamado otro miembro de la familia o algo?» Le expliqué que la llamada la había hecho la paciente hacía unos 8 minutos, y aluciné con lo que me dijo. «Está en el baño, pero esta mujer lleva muerta al menos 12 horas. Necesitaremos que venga aquí un agente»