«Eran las once y media cuando llamó al timbre.
La broma, según le habían dicho los nuevos compañeros, había que prepararla antes de la media noche.
De pronto la puerta se abrió. Del otro lado surgió un oscuro pasillo. Al fondo, una figura con traje talar le invitó a pasar haciéndole señales con su mano huesuda.
Nada más traspasar el umbral, la puerta se cerró a su espalda. La figura comenzó a acercarse hasta que por fin pudo distinguir su verdadero rostro.
Fue entonces cuando oyó unas voces a lo lejos, comprendiendo al instante que había llegado demasiado pronto»
cuento hecho por Ozymandias