Eres Bella

-Eres inmensamente bella-le susurro Alex al oído de Megan, mientras permanecían parados frente al mar.
-No soy bella y lo sabes- dijo tristemente Megan
Megan había sido marcada por un fatal accidente que sufrió hace tres años atrás, como consecuencia de ese accidente gran parte de su cuerpo quedo marcado por horribles cicatrices, a pesar de a ver sufrido, Megan con terapias y ayuda profesional pudo rehabilitarse
-¿Cómo es posible que digas que soy bella?, cuando no tengo nada perfecto? ¡Mírame!.
-¿Quieres saber lo que miro?-Alex puso su dedo en la barbilla y acaricio la pequeña cicatriz.-Yo veo una mujer con un espíritu grande y un corazón lleno de amor, veo en ti esa mujer que sabe cómo entregarse a un hombre, que sabe dar lo mejor, me gusta tu sonrisa, me gusta acariciar cada noche tus cabellos, me gusta cómo me miras.
Megan lo seguía mirando fijamente sin perder ningún detalle.
Y Alex continuo hablando
-Me gusta cómo me acaricias y como me besas.
-Pero… ¿No te repugna mis cicatrices?-Megan lo miro con cautela
-Me encanta besar cada cicatriz de tu cuerpo, por que gracias a Dios estas viva mi amor, y te amo más que mi propia vida y jamás dejare de besarte-culmino Alex pero sin dejar de abrazarla
Entonces Megan no pudo aguantar la emoción al oír aquéllas sinceras palabras y su corazón latía desbocadamente, por que era la mujer más dichosa del mundo.
-Yo te amo, y quiero pasar él resto de mis días contigo-Megan lo miro emocionada.
Alex la beso con un beso que decía más que cualquier palabra, un beso lleno de promesas, y ambos supieron que estaban hechos uno para el otro

“La belleza que perdura es aquella que solo encuentras dentro de tu corazón”