Capitulo V
La mayor Khan estaba sentada en su oficina frente a un mapa de Bristard. Después de la reunión algo en ella se había desequilibrado, debía enfrentarse a la perspectiva de que su mayor temor se había hecho realidad, había pasado años, no, décadas luchando contra eso, pero hoy después de ver a ese niño supo que lo peor había pasado.
Desde que llegó sabía que ocurría algo malo, ¿un niño vagando solo por el mar? No sonaba para nada cotidiano; pero aún así guardaba la esperanza de que viniera del monte Rajash.
Si hubiera sido por ella el niño estaría encarcelado como prisionero y no como un visitante de honor. Sabía que todo era planeado por Meúno, una vez lo sorprendió hablando con el rey. Meúno había encontrado una puerta de la galería con un escrito que había logrado descifrar: -la salvación llegara del mar-. Una simple frase que pudiera significar cualquier cosa, pero Meúno la había interpretado de una forma que ella no comprendía, sabía que al ver al niño llegando en ese bote había asociado esa inútil frase con él. Ahora un niño con la protección de Meúno y del mismo rey andaba libre por el barco.
Mientras que unos creían en falsedades, ella sospechaba que desde hace años creia en la verdad.
Descendía de una rama que nunca apoyó los sucesos de la primera gran batalla, ella no creía que los seres mágicos esclavizaban al humano, ella creía que el humano traicionó a su creador y amigo solo por hambre de poder. Había luchado significativamente para evitar la utilización del cetro, habría dado su vida por la causa.
Empezo desde muy joven en el monte Rajash, se ganó la confianza de todos y logró ser parte del grupo de protección del cetro. La misión era simple, ganar su confianza y luego robar el cetro para después destruirlo. Solo así el mundo estaría por siempre seguro. Esta de más decir que fracaso, fue descubierta cuando todavía no había dado un paso afuera del palacio real y sentenciada a pasar su vida en la prisión.
Ahí la encontró el Rey Erinh cuando esté apenas estaba formando la revolución, luego de un motín en la prisión. El conocía sus hazañas y quería que ella le brindara ayuda porque pensaba que luchaban por la misma causa.
Gran error ese, la mayor Khan no luchaba por ninguna causa humana, su misión desde su nacimiento fue reivindicar al ser mágico, ese que el humano había intentado exterminar, ella y muchos otros, creían que aún había seres mágicos por ahí, sobreviviendo, y que al igual que el humano estos se preparaban para una batalla.
Cuando Erinh le propuso que se uniera a él sospecho que era la única forma de salir de prisión y de conseguir el cetro. Una vez lo hiciera huiria sola con él.
Pero las cosas no salieron como ella pensaba y había perdido los últimos treinta años encerrada en el barco simplemente esperando.
Recordaba la rebelión como si solo hubiera sucedido ayer, los gritos y la sangre corriendo por la plaza mayor.
Cuando Erinh se rebeló el rey Uron no estaba preparado para eso. Había creado un gran ejército para combatir a lo que se encontrará detrás de las puertas cerradas, pero nunca para luchar contra ellos mismos.
La guerra civil duro 4 meses de batalla, los rebeldes lograron tomar el control de las costas y encerrar al pueblo y a los partidarios de Uron en la ciudad dorada. La gente le temia a los rebeldes al principio, pero lentamente la inteligencia de Erinh fue ganado personas: el monte Rajash fue dividido.
La solicitud de Erinh era charlar, quería hacer una reunión diplomática con Uron, quería hacerle entender el grave error que sería usar el cetro. Pero Uron se negó una y otra vez; al principio los hombres de Erinh tenían prohibido matar, no asesinarian a compañeros humanos, pero los de Uron iban preparados para la muerte. Al final no quedó de otra que responderles con la misma agresividad con la que ellos luchaban.
Cuando empezó a correr la sangré el pueblo pareció darse cuenta de que Erinh no quería lastimar a nadie, ganó muchos más partidarios por eso.
Pero las cosas con Uron se habían descontrolado a niveles inimaginables. Quizás Erinh tuviera más gente a favor, pero Uron contaba con armamento, armamento que no dudo en usar.
Tal como iban las cosas aniquilarian a la raza entera antes de terminar la guerra.
Después de varias batallas sucedió algo positivo para el bando de Erinh. Habían logrado tomar como prisionero a Aliz el único hijo de Uron, el muchacho solo tenía veintitantos pero su padre le había dicho que fuera a la batalla, cabe resaltar que Uron en cambio nunca salió del palacio real.
Se creyó entonces que la guerra terminaría, haríamos un trato, el cetro por Aliz. Erinh confiaba en que Uron aceptaría, si no lo haría amenazaría de muerte al muchacho.
El rey Uron dejo de atacar entonces, y se planifico el intercambio en la plaza central.
La mayor Khan sospechaba que todo era una trampa de Uron, Erinh apelaba a su amor de padre pero Khan sabía que alguien como Uron carecía de los sentimientos básicos.
El día del intercambio llegó, Khan, Meúno, Erinh y Jod fueron los encargados de llevar a Aliz a la plaza. Jod era el mejor amigo de Erinh y la verdadera cabecilla de la rebelión, todo lo que Erinh hacia era porque Jod se lo pedía.
Ambos habían crecido juntos, hijos de navegantes, se unieron para evitar la soledad, Jod era en muchos aspectos más hermano para Erinh que el mismo Smaug. Habían planificado como sería la civilización que planeaban, y en todas las escenas ambos gobernaban por iguales.
En la plaza solo había una persona esperando, el mismo Uron, pero este no llevaba consigo el cetro.
Aliz gritaba de alegría al ver a su padre, y Jod lo mantenía atado muy cerca de él.
Erinh fue el primero en hablar, pedía el cetro, si Uron lo entregaba, ellos le devolverian a Aliz sin ningún rasguño.
Pero Uron no parecía escuchar, miraba a su hijo con una extraña mirada, Khan no lograba descifrar que pasaba en su mente.