No es fácil ser madre soltera y, para Jessica, representa un verdadero desafío. No solo es estudiante, empleada de un banco y jugadora de balonmano que compite a nivel nacional, sino que a sus 28 años de edad, es madre de un niño con asma grave.
El hijo de Jessica, Aden, tenía 3 años cuando le diagnosticaron asma. A pesar de que Jessica nunca fumó, muchos de los ataques de Aden fueron provocados por estar expuesto al humo de segunda mano. La madre de Jessica, que cuidaba a Aden durante el día mientras Jessica trabajaba, era fumadora. Lamentablemente, Jessica no sabía la relación entre la exposición al humo de segunda mano y el asma.