Han pasado años y yo sigo sin poder sacarte de mi memoria, tu recuerdo suele atormentarme seguido. Cada vez tengo menos fuerzas, cada día me la paso fingiendo que soy feliz y que mi sonrisa es verdadera ante el resto de personas, pero cada noche lloro sin poder evitarlo. Los recuerdos tuyos me persiguen y aunque todos dicen que no es mi culpa, siento que sí lo es. Si hubiera llegado antes, nada de esto pasaría. Tú seguirías aquí.
Cariño, cuánto te extraño. No puedo superarte. Cada noche me ahogo en alcohol, fingiendo que sigues aquí y que no te has ido para siempre. Suelo recordar las risas, cada sueño que tuvimos juntos en algún momento y que ahora solo vagan en mi mente de vez en cuando, porque sin ti ya no serán posibles. No sé cuánto tiempo podré soportar sin ti. Si pudiera regresar el tiempo, daría todo por ti como alguna vez lo prometí. Desearía poder cumplir cada promesa que te hice, que ahora solo quedaron como un vago recuerdo en mi mente.
El destino es cruel. Te puso en mi camino y después te arrebató de mí de la peor forma que puede existir. No sabes cuánto me duele que ya no estés. Todos me dicen que debo olvidarte y seguir con mi vida, pero no puedo, porque eras tú mi mayor motivo para vivir. Confieso que cada día dejo flores en tu tumba, porque no pude dártelas en persona. La mayor parte del tiempo me la paso imaginando que sigues aquí, que no te has ido. Suelo soñar seguido contigo y con la familia que no pudimos tener.
Sin duda alguna, nosotros fuimos almas gemelas que simplemente no pueden tener un final feliz y nos toca aprender a vivir sin nuestra otra mitad. Pero, cariño, simplemente no puedo hacerlo, y en estos momentos no sé qué me duele más, si tu partida y recuerdos o el hecho de que tengo que asumir que debo olvidarte y seguir adelante, y tratar de retomar mi vida como si nada hubiera pasado.
Me duele tu recuerdo, pero a la vez es el único que aún puede mantenerme con vida. Hubiera deseado poder tener más momentos contigo o tan solo haberme despedido de ti. Mi terapeuta me dice que debería escribirte cartas con todo lo que no pude decirte y luego quemarlas, pero no puedo. Las escribo y las releo, aunque me lastimen, pero me es imposible quemarlas, porque en el fondo debería haberte dicho todo lo que callé cuando aún estabas viva.
Últimamente he oído que tenemos varias vidas y que en cada una de ellas nos reencontramos con el amor de nuestras vidas pasadas sin importar qué. Y espero que ese sea nuestro caso, porque tan solo así podré tenerte, aunque sea en otra vida, cariño, y tal vez en esa sí podríamos ser lo que nunca pudimos en esta.