He vuelto a leer nuestras conversaciones y me duele, porque todo cambió, pero lo que me pregunto es cuándo sucedió. Solíamos ser tan unidos hasta que un día, de repente, todo cambió. Nos alejábamos cada vez más. Ya no sabía qué hacer. Traté de que lo nuestro saliera adelante, pero un día me agoté tanto mentalmente que simplemente dejé de luchar. Mi mente ya no podía más y mis emociones inestables necesitaban un descanso. Así que dejé que se acabara. Éramos totalmente extraños que se alejaban cada vez más. No hablábamos y un día decidí que era hora de marcharme de ese lugar en el que fui tan feliz, pero a la vez me destrozó emocionalmente. No podía despedirme de ti, o más bien, no quería hacerlo, porque si lo hacía, mis emociones me traicionarían, al igual que mis recuerdos, y terminaría quedándome, y ya no podía hacer eso. Ya no podía seguir dañándome emocionalmente.
Duele tanto perderte, pero más me dolió perderme a mí. En todo este tiempo luché por algo que ya no tenía un futuro o que simplemente ya no daba para más. Recuerdo que siempre me decías que merecía mucho más cariño que las migajas que tú me dabas, porque así lo sentía mientras yo te daba lo mejor de mí, aunque eso significara que me doliera amarte. Tú solo me dabas las malditas sobras de cariño, que según tú, yo merecía, pero estaba claro que yo merecía mucho más que desprecio. Me hiciste feliz en un momento, me regalaste las mejores sonrisas, pero eso tuvo fecha de caducidad que yo no quise asimilar, porque pensé que cambiarías o quizás solo estabas pasando por un mal momento, pero yo no merecía tus desprecios ni malos tratos. Pero, sobre todo eso, decidí quedarme junto a ti. Tontamente decidí que era mejor para mí si me quedaba a tu lado, cuando realmente solo acabaría destrozada. Pero hoy decido dejar todo, para poder sanar todo el daño que me has causado y que yo misma me hice al no saber diferenciar que el verdadero amor se entrega por completo, así como yo lo hice contigo, pero que tú nunca fuiste capaz de hacer conmigo. Una parte de mí te extrañará, pero la otra se alegrará de que por fin haya decidido ser valiente al irme de este lugar.
Y ahora que releo las conversaciones que antes teníamos, mientras termino de empacar mis cosas para, por fin, poder darle un final a esta historia que tuvo un lindo comienzo y la trama fue espectacular, pero al mismo tiempo fue agridulce, para que el final nos deje totalmente devastados, pero qué puedo decir, era demasiado bueno para ser real.
He vuelto a leer nuestras conversaciones y me duele, porque todo cambió, pero lo que me pregunto es cuándo sucedió. Solíamos ser tan unidos hasta que un día, de repente, todo cambió. Nos alejábamos cada vez más. Ya no sabía qué hacer. Traté de que lo nuestro saliera adelante, pero un día me agoté tanto mentalmente que simplemente dejé de luchar. Mi mente ya no podía más y mis emociones inestables necesitaban un descanso. Así que dejé que se acabara. Éramos totalmente extraños que se alejaban cada vez más. No hablábamos y un día decidí que era hora de marcharme de ese lugar en el que fui tan feliz, pero a la vez me destrozó emocionalmente. No podía despedirme de ti, o más bien, no quería hacerlo, porque si lo hacía, mis emociones me traicionarían, al igual que mis recuerdos, y terminaría quedándome, y ya no podía hacer eso. Ya no podía seguir dañándome emocionalmente.
Duele tanto perderte, pero más me dolió perderme a mí. En todo este tiempo luché por algo que ya no tenía un futuro o que simplemente ya no daba para más. Recuerdo que siempre me decías que merecía mucho más cariño que las migajas que tú me dabas, porque así lo sentía mientras yo te daba lo mejor de mí, aunque eso significara que me doliera amarte. Tú solo me dabas las malditas sobras de cariño, que según tú, yo merecía, pero estaba claro que yo merecía mucho más que desprecio. Me hiciste feliz en un momento, me regalaste las mejores sonrisas, pero eso tuvo fecha de caducidad que yo no quise asimilar, porque pensé que cambiarías o quizás solo estabas pasando por un mal momento, pero yo no merecía tus desprecios ni malos tratos. Pero, sobre todo eso, decidí quedarme junto a ti. Tontamente decidí que era mejor para mí si me quedaba a tu lado, cuando realmente solo acabaría destrozada. Pero hoy decido dejar todo, para poder sanar todo el daño que me has causado y que yo misma me hice al no saber diferenciar que el verdadero amor se entrega por completo, así como yo lo hice contigo, pero que tú nunca fuiste capaz de hacer conmigo. Una parte de mí te extrañará, pero la otra se alegrará de que por fin haya decidido ser valiente al irme de este lugar.
Y ahora que releo las conversaciones que antes teníamos, mientras termino de empacar mis cosas para, por fin, poder darle un final a esta historia que tuvo un lindo comienzo y la trama fue espectacular, pero al mismo tiempo fue agridulce, para que el final nos deje totalmente devastados, pero qué puedo decir, era demasiado bueno para ser real.