Al dia siguiente, volvió enérgico a su trabajo y separó ramita por ramita con sumo cuidado , retirando los despojos de la tormenta, ese lodo pegajoso ,moho negro de humos hecho lluvias ,que podrían sin querer dañar o manchar los hermosos pimpollos de las rosas .
Estas amanecieron esbeltas apasiondamente bellas , de diversas tonalidades ,algunas rojas ,granate y otras moteadas ,hasta terminar en los colores pasteles de amarillo y rosdas.
Algunas blancas ,un poco pálida y salpicadas por puntos más intensos de granate bordeando sus petalos formando un verdadero grafiti de ensueños.
Una hoja desmayada por una sola gota ,rendida de dolor sobre sus delgadas espaldas dobladas ,se lamentaba. ¡oh!¡no! Y continuaba...
El jardinero sorprendido la mira, sin entender los motivos de semejantes quejas.
-No es tan pesada la gota ,además con el sol que iba asomando ,con fuerza y calor se irá evaporando poco a poco.¡resiste!
El susto ya ha pasado ,además una espina gruesa de vecina era una amenaza,a su caprichosa conducta.
-Levanta tu rostro ,desplega esas ramas ,que le robas el esplendor a tu rosa .
Fantasiosa ,desconsolada no despegaba los ojos de la rosa , estaba tan hermosa, roja y aterciopelada abriendo sus pétalos al cielo.
La observaba arrogante e inmensa muy lejos de ser,simple como ella;
si se volteaba de golpe las espaldas ,ya no podría verla y decidió desobedecer al jardinero.
Suspiros profundos salian de su alma...
¡Como quisiera ser yo la rosa!