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Los primeros días que iba aquí a la universidad se me hacían muy difíciles, me llamó Kim Taehyung, soy abiertamente gay y eso me ha traído muchos problemas, como chicos molestando todos los días.

¡Kim!, ¡estás guapa bebé!, ¡¿a qué hora está abierto el burdel para cogerte?!

Cosas como esas, normalmente soy de evitar todos esos comentarios, soy algo tímido, pero como todos, tenemos algunos secretos y límites, el mío lleva nombre y apellido.

¡Aléjate de mí!, ¡¿acaso quieres que vuelva a golpearte?!, ¡ya deja de llorar Kim!, ¡Compórtate como hombre no como mujer!

Jung Hoseok, mi secreto más profundo, el cual ni mi mejor amigo sabe, porque si llegara a enterarse, estoy seguro que me mataría.

Muy pronto lo explicaré con todo y detalles, ahora... Tengo que alistarme para ir a clases.

¡Taehyung! - gritó la madre del pelirosa - ¡Tu desayuno está listo!, ¡ya me voy al trabajo, te amo!

Esa es mi madre, Kim Nayeon, ella es viuda, mi padre falleció hace unos años, pero al parecer ella fue fuerte, Kim Heechul, mi padre, también me apoyó en su momento, mis padres siempre me dieron su apoyo.

Bajé a la cocina ya cambiado y con mis cosas, terminé mi desayuno, hice mi aseo matutino y salí de casa, encontrando a Jimin al instante, mi mejor amigo.

Ya era hora que salieras, vamos. - el rubio tomó la mano del menor - Hoy tendremos clases juntos, al menos no me aburriré. - sonrió -


 

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Los chicos llegaron a la universidad, caminaron por los pasillos dirigiéndose a su salón, las risas de vez en cuando se hacían presentes, hasta que cruzaron al lado del chico que hacía el corazón de Kim saltar de su pecho, ese chico que todos los días a la misma hora, en el cuarto del concerje, le hacía sentir un saco de boxeo y una mierda completa.
 

TaeTae...- los pensamientos fueron interrumpidos por Jimin - ¿Estas bien?, Estas llorando... 
 

Tae miró disimuladamente hacía donde estaba Hoseok, quién lo miraba con desprecio, mientras sus amigos reían. 
 

¡N-No estoy llorando! - gritó el pelirosa- Soy un chico, los chicos no lloran... 
 

Wow... - el rubio lo tomó por los cachetes - Taehyung, ¿estas bien? 
 

Jimin sácame de aquí... - susurró Tae - Por favor... 
 

Jimin tomó nuevamente la mano de Tae y lo llevó hacia su salón, en donde el pelirosa pudo respirar tranquilamente. 
 

¿Que pasó? - volvió a preguntar Jimin - Alguien te está molestando, ¿verdad? 
 

Claro que no. - sonrió el menor - Sólo... Recordé a mi padre, es todo. 
 

Pero, ¿porque dijiste que los hombre no lloran?, los hombres podemos llorar. - dijo molesto Jimin - 
 

No sé porque lo dije y lamento haberte gritado... - susurró Tae bajando la mirada- 
 

Oh... Mi pequeño bebé... - Jimin lo tomó por las mejillas- No te preocupes. 
 

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El corazón de Tae latió con fuerza, su labio estaba sangrando. 
 

Eres un asco, ya deja de ser tan gay en los pasillos, me das asco. - Tae miró a Hoseok desde el suelo- 
 

Lo siento... - se disculpó el menor - No lo volveré a ser... 
 

Agh... - Hoseok metió sus manos en sus bolsillos - No sé porque sigues aquí, Kim.
 

Porque me gustas... - susurró lo más bajó que pudo- 
 

¿Qué dijiste? - Hoseok se agachó para mirarlo más de cerca-

La campana de la salida sonó, alegrando al pelirosa, pues sabía que Hoseok ya se iba.

Es hora de irme, mi novia debe estar esperándome. - el castaño tomó su mochila del piso y salió del lugar -

No llores... No llores... ¡NO LLORES! - gritó Tae para sí mismo abrazando sus piernas -