Lera siente algo que no ha sentido antes. Se siente con comprensión, segura de quién está al lado y capta cierta ternura. Está abrazada a él, y se duerme con gran facilidad. Siente cómo el cariño que no ha tenido nunca, el que nunca le han dado. Por fin está alegre.
Pero lo bueno, poco dura. Llegan al castillo y Lera se despierta, se pone seria y con miedo mira a todo el mundo.
_No tengaís miedo, estaré a vuestro lado en estos momentos.
_Gracias, Andryi.
Los reyes la miran con una cara de odio y un gran repudio a su persona. Lera agacha la cabeza y se baja del caballo, se disculpa delante de ellos, y ellos la dirigen al salón para explicarle unas cuantas cosas.
_Lera_dice Lesya.
_Esa carta.....me parece absurda. ¿Qué es lo que te pasa por la cabeza? ¿Somos tu familia? ¿Crees que no hacemos las cosas bien? Dentro de poco, seguirás lo mismo. Por tu bien, debes entenderlas.
_Sí, Señora Lesya.
_Atiende bien, no sabes como va esto. Sólo tienes que hacernos caso y te llevaremos por buen camino. Pronto te casarás, debes de hacer tus obligaciones. Y por favor, no nos desobedezcas más. ¡ENTENDIDO!
_Si, Señora.
_Bien, a tu habitación, te llamaré a la hora de la cena. Andryi, acompáña a Lera a su habitación.
_Si, mi señora.
Después de haberse ido, Lesya se asienta en la silla y bebe una copa de vino. Por dentro pensando en que si no se hubiera visto atada por esa niña, la mataba ahora mismo.
Mientras, Lera pierde el miedo cuando está con Andryi y le pide algo:
_Andryi
_Que le parece si le cojo de la mano, sólo por un segundo. Se me pasa el miedo si está usted a mi lado.
_Señorita, me siento un poco incómodo.
_Sólo un segundo, quiero que se me vaya este miedo que tengo ahora después de lo sucedido.
_Está bien.
Los dos se cogieron de la mano y no se pueden parar de mirar. Ese momento era único.