C.A.: ¿Un nuevo general?

Michael ya ha escogido a sus generales para su ejército, seis en total, pero bien dicen que “el siete” es el número de la suerte.

Existen algunos candidatos a tomar en cuenta, pero ¿quién tendría un nivel tal como para estar de igual a igual con los generales escogidos?

¿Alguna reina abeja gigante?

¿Un miembro de los ogros, quizás?

¿El mitad gigante de Halcón?

Sin duda hay muchas opciones a tener en cuenta, pero si le preguntas a la población de Tórilen, casi todos están pensando en la misma persona.

Un hombre de actitud infantil, piel verde, y una habilidad de combate muy por encima de su límite natural.

Robu.

Hubo ciertos detalles sobre este joven goblin que Michael y otros más pasaron completamente por alto.

Por ejemplo, su ocasional actitud infantil lo hace parecer un niño, o quizás un adulto con cierto grado de retraso mental, pero la realidad no es ninguna de esas.

La verdad es que su actitud tan infantil y enérgica, se debe a su incapacidad para ver el mundo de otra manera que no sea el de arcoíris y colores; o penumbra y miseria, dependiendo del trato que reciba.

Algo tan simple como un saludo amistoso de un vecino hace que sus ojos vean el mundo color de rosa; pero del mismo modo, un acto tan simple como no recibir un saludo devuelta, hace que todo se tiña en escala de grises.

Su cerebro no funciona igual al de todos los demás, él es demasiado crédulo y puro, lo que hace que muchos puedan ser capaces de manipularlo con facilidad.

Pero aquello cambió cuando obtuvo su última evolución de raza, donde no solo se modificó su físico, sino también sus capacidades mentales.

Aun mantenía su actitud infantil e inocente, pero dentro de su cabeza, se había convertido en un hombre sereno y racional, capaz de analizar la situación que lo rodea con exactitud, impidiendo sus cambios de ánimo tan volátiles.

Le había perdido el miedo a muchas cosas, pero en el fondo seguía siendo un cobarde.

También tenía una capacidad de combate superior al promedio, pero era tan modesto que minimizaba sus propias habilidades.

Sin embargo, lo que hizo pensar al reino de Tórilen que él sería un buen general, era debido a todos sus logros en el campo de batalla.

Tiene el mérito de ser el primer goblin en hacer un pacto de amistad con Michael.

La apreciación de haber protegido a su gente durante el ataque de las tropas de Kala, y titulado como un “héroe de la guerra” por haber salido victorioso en el choque internacional en ese mismo país.

También tiene los logros de haber participado en la alianza con la emperatriz de las abejas gigantes donde obtuvieron una dotación de miel de por vida; y la alianza con el campamento de los ogros, donde empataron con el señor de la guerra, Garpo.

Ese joven goblin había obtenido un historial de logros y méritos muy impresionante, sin saber que los había conseguido, y cuando alguien se los dice, él solo recalca que todos fueron accidentes muy afortunados.

Pero aun así, nadie le cree.

Algunos de sus últimos logros fueron realizados dentro del territorio de Tórilen.

Uno de ellos fue el haber derrotado en batalla al dúo de Alia y Nilo, pese a que han estado recibiendo las enseñanzas de Mónica.

Luego fue cara a cara contra tres de las reinas de la emperatriz, logrando derrotar a dos de ellas, y quedar en empate con la tercera.

También está el hecho de que haya logrado derrotar a todas las “sombras” de Michael, las cuales son tropas privadas que Robu conoce al haber sido parte de ellas.

También surgieron rumores de que había derrotado en combate a Halcón y a varios de los mini Relts, pero nadie pudo confirmar si eso era verdad, considerando que ninguno de ellos es un aficionado a dejar el trabajo por una pelea de prueba.

Las personas comenzaron a tratarlo como a alguna clase de celebridad, pero el buen Robu aun insistía de que no era para tanto, ya que no consideraba estar al nivel de los generales.

Nuevamente, las personas lo vieron como un hombre fuerte y modesto.

Los ancianos lo elogiaban fervientemente, los niños jugaban a ser él, e incluso se formó un club de fans dedicado únicamente a Robu.

Su vida no pudo haber sido mejor, aunque a veces toda esa atención lo hacía sentir hostigado.

Todos los hombres buscaban cualquier excusa para platicar con él, y pedirle consejos sobre el valor, la fuerza, y el como conquistar a las mujeres, pero no fue capaz de responder a ninguno.

Los niños siempre lo perseguían para jugar con él, pero si bien este aceptaba jugar algunas veces, los niños parecían tener una energía ilimitada, lo que dejaba a Robu completamente agotado.

Luego estaba su club de fans, conformado casi en su totalidad por chicas, quienes también lo perseguían por doquier, pero por razones no tan inocentes.

Robu aspiraba poder ser un ejemplo para los goblins, y también ser alguien útil para su ídolo, Michael; sin embargo, creía fielmente que aún le faltaba mucho para alcanzar esa meta.

Pero hubo algo... Una pesadilla recurrente que lo ha atacado durante la última semana.

En ella se muestra al reino de Tórilen ardiendo en llamas, con el sonido de múltiples batallas a su alrededor, mientras que la sombra de una mujer lo abrazaba mientras lloraba, rogándole algo en un idioma que no era capaz de entender.

Pero contrario a lo que harían muchos, Robu no se lo dijo a nadie, no quería asustar a sus amigos con un sueño que probablemente no tenga nada que ver con la realidad.

……… 

…… 

…

El tiempo continuó, y Robu se dedicó a pulir sus habilidades y a visitar a su familia.

Él tenía dos hermanas mayores y dos hermanos menores; las mayores tenían veintidós y dieciocho años respectivamente, mientras que los menores tenían quince y ocho. Robu estaba justo en medio con una edad de diecisiete, pese a que su apariencia era la de un joven de veinte.