Hotel Bennedetti

1 |Nueva Gerencia|

La gerencia liderada ahora por Catalina Linares, iba mejor de lo que esperaba. Tenían empleados por todo el lugar y las remodelaciones que había hecho caían a pelo para el lugar. Mantuvo el antiguo nombre del hotel y contrató nuevos empleados, dispuestos a recibir la muy buena paga que ofrecía. A pesar de esa racha que se había ganado el lugar por las acusaciones de muerte, los viajeros se negaban a no asistir a un hotel tan maravilloso y de tal calidad como el Hotel Bennedetti.

—Bienvenidos al hotel Bennedetti —saludó Catalina muy entusiasmada en la recepción.

La familia de cuatro estaba de vacaciones en Buenos Aires y deseaban hospedarse en aquel lugar. Catalina empezó el recorrido por todo el deificio y, como con todos sus huéspedes, se hizo muy buena amiga de algún integrante de la familia.

Siempre mantenía una sonrisa de oreja a oreja cada de llegaba un nuevo huésped, y aun que se sintiese derrotada por el cansancio, nunca paraba hasta la media noche. Ese trabajo le hacía sentir bien cada mañana, le gustaba hablar con todos sus huéspedes y entablar una amistad con la persona que fuese. Era muy confiada e ingenua pero a la vez era luchadora y peleaba por los derechos de los demás.

Durante toda la mañana se la pasó atendiendo clientes y gracias a la mañana soleada todo se le volvía más fácil. En la tarde, durante el almuerzo, llamó a su novio, Carlos y conversaron un rato.

— ¿Cómo va todo con el negocio, mi amor? —preguntó el joven Carlos, el novio de Catalina.

—Mejor de lo que me esperaba. Los huéspedes cada vez son más y... —antes de terminar, se vio cortada por su novio.

—Espera —Susurró irritado— ... Que bien, Cata. Lo siento mucho, pero ya me tengo que ir, luego te llamo. —cortó la llamada sin siquiera esperar a que ella se despidiese y Cata se quedó desconcertada.

¿Por qué le cortó de esa manera?

Quitó rápidamente esos pensamientos de su mente para atender a la habitación que le llamaba para pedir algo de comer. Ella era gerente pero al mismo tiempo una trabajadora más del hotel. No le gustaba ver a todos trabajando mientras ella sólo arreglaba cuentas (aun que fuere lo más fácil) en su escritorio y sentada plácidamente.

(...)

—Esteban —llamó Cata al conserje—. La habitación #224 te necesita, ve por favor.

El joven conserje asintió y se dirigió a donde Catalina le mandaba. Él era muy tímido y obediente, sin embargo, tenía una mente muy... Pervertida, si así se puede llamar. Sólo imaginaba a Catalina debajo de él, gritando su nombre y cerrando los ojos a cada estocada que él de. La imaginaba tal cual vino al mundo, desnuda y perfecta. Con los mechones de cabello castaño cayendo por sus hombros y esos ojos marrones tan intensos.

Esas eran sus ilusiones, pero sabía que jamás se cumplirían, puesto que Catalina tenía novio y se notaba que le amaba como a nadie en su vida. Eso le hacía sentir vinagre en vez de sangre corriendo por sus venas, lo mismo le pasaba viendo a algún hombre cerca de ella. 

Catalina recibió a los segundos la llamada de la señora Bennet. Contestó y saludó alegremente.

—Hola, Catalina —Saludó la señora Bennet amablemente desde la otra línea— ¿Todo tranquilo?

Y otra vez esa misma pregunta viniendo de la señora Bennet. Ella se preocupaba mucho por el lugar y por cómo estaba liderando todo Cata, pero a veces sus preguntas eran un poco raras para el gusto de la mencionada últimamente. Aun así, ella las respondía sin ningún problema.

Catalina se quedaba a dormir en el hotel, en la habitación donde había muerto la señora Bennedetti. Era una habitación inconmensurable y adornada por detalles en las paredes y el techo. Al mismo tiempo de hermosa, era intimidante por su historia, pero Catalina pasaba de ella. Aún tenía mucho por descubrir.

—Buenas noches —se susurró para sí misma y se arropó para descansar tranquilamente, después de un largo día de trabajo.

3:00 a.m

Un grito estruendoso se apoderó de todo el lugar y las puertas de todas la habitaciones empezaron a abrirse una por una, al mismo tiempo que una somnolienta Catalina salía de su habitación, asustada y adormilada a la vez.

*** Saludos, Marikiu *** 



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En el texto hay: suspenso y crimen sin resolver

Editado: 23.02.2018

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