Me subí al ascensor y parecía que había un ente maligno para un lado, ¿pero dónde? ¿Dónde? Noté que el ascensor empezaba a quedarse. Yo desesperado intente llamar a los bomberos, por si esto terminaba mal.
No era el único que estaba en el ascensor, había siete u ocho personas. Los bomberos fueron avisados y se presentaron con puntualidad al sitio. Había siete personas encerradas y se encontraban entre el piso siete y ocho. Mientras los bomberos subieron hasta la azotea para lograr mover el ascensor manualmente, ocurrió lo impensado: no existía polea que sujetara al ascensor, nadie lo podía creer. Una caja de hierro capaz de soportar el peso de 10 personas se encontraba levitando en el aire.
Aquellos segundos, que parecían minutos, por el estupor, pasaron a tragedia. Pero para ese momento Jack ya había salido del ascensor.
El edificio fue clausurado a la tercera semana, y Jack fue a inspeccionar. Cuando ingresó al edificio en escaso estado por el abandono y la suciedad. Se fue a la ciudad…
A la semana volvieron a abrir el edificio.
Ya estoy muy asustado, cansado. Tengo que dejar este hotel.
Editado: 23.11.2019