HOSTAL "TÚ Y YO", CINCINNATI, OHIO (ACTUALIDAD)
- ¿Ahí nació el eterno romance entre las pizarras baratas y la medicina? - preguntó Wilson sonriendo. Sus mejillas se habían coloreado y comenzaba a arrastrar las palabras.
- Supongo - dijo House aspirando su habano - algún día tienes que decirme como empezó tu romance con el perfume barato que siempre llevas.
- Es Dolce & Gabanna ignorante - respondió Wilson mientras se olía el cuello de la camisa - y es irresistible.
Ambos se miraron un segundo y luego soltaron una risotada.
- De veras que extrañaré esto cuando seas un fiambre.
Wilson hizo una pistola con sus manos y fingió darle un disparo a House quien a su vez hizo como si hubiese recibido la bala.
- Bueno volvamos a la historia - dijo Wilson - estabas intentando resolver el caso de esta muchacha y para variar nadie quería trabajar contigo.
- Ese debe ser el peor resumen que he escuchado - señaló House frunciendo el ceño - estaba jugando un ajedrez intelectual contra los mayores cabronazos de Michigan y mi único aliado era un urgenciólogo, imagínate.
- Es lo mismo que dije. ¿Y qué fue de él?, ¿seguiste en contacto con Greene?
- Por un tiempo, el subnormal finalmente se transformó en un buen urgenciólogo por allá en Chicago - House bajó la mirada - falleció hace unos años, cáncer de cerebro, es irónico porque desde que comenzó a frecuentarme había aprendido a ocuparlo.
- ¡Qué terrible! - dijo Wilson con un genuino tono triste mientras se servía otro vaso de whisky.
- El cáncer se lleva a los buenos - dijo House levantando su cerveza a lo que Wilson respondió levantando su vaso - no lo había visto en unos años, pero supe que le plantó batalla.
- ¿Sufrió? - preguntó Wilson en voz baja.
- ¡Hey que dijimos! - señaló House molesto - nada de hablar de cáncer hasta que no sea estrictamente necesario.
Wilson suspiró y le dio un largo sorbo a su vaso, pero finalmente preguntó:
- Dijiste que Cuddy figuraba en esta historia, ¡necesito saber eso!
- Te lo contaré, pero recuerda - dijo poniendo una cara siniestra - quid pro quo Clarice, háblame de tu padre.
- ¿Por qué te interesa saber de él?
- Es una anomalía que no me hayas hablado nunca de él, y la última vez que te reservaste algo fue cuando buscabas a tu hermano perdido.
- No todo es un enigma House.
- Pero este si lo es ¿cierto? - respondió Gregory guiñándole un ojo.
- Eres un idiota ¿lo sabías?
- Me lo han hecho notar alguna vez en el pasado - respondió sonriendo.
- ¿Qué pasa si me rehúso a hablarte de él?, ¿abandonarás el viaje?
- No tengo cinco años Wilson, lo que pasará es que nunca sabrás la razón de porque Cuddy me contrató en el Princeton -Plainsboro - dijo House haciéndose el interesante - todo nace de esta historia.
- ¡Maldito! - murmuró James - ¡Está bien tu ganas!, de todas maneras, mi humillación durará un par de meses.
House se acomodó y abrió otra botella de cerveza y luego le hizo un gesto a Wilson para que esperara. Tomó el teléfono y marcó el numero de la recepción.
- Hola le hablo de la habitación 654...si señora la del matrimonio homosexual, quería pedir servicio a la habitación - hubo un pequeño silencio - ¿y si le pago 100 dólares iría por papas fritas y cervezas por mí? ...señora ¿con esa boca besa a sus nietos?
Luego colgó y Wilson lo miró abriendo sus manos en señal de duda y House le respondió:
- No hay servicio a la habitación - dijo dándole un sorbo a su cerveza - lo último que me dijo antes de cortar es que me metiera los 100 dólares por donde me cayeran.
Wilson lo miró boquiabierto, pero House lo tranquilizó diciendo:
- No es necesario que nos lo introduzcamos en ninguna parte del cuerpo Wilson, me caen perfectamente en la billetera.
Wilson hizo un gesto de levantarse a golpearlo, pero House hizo un gesto de rendición.
- Continúa con tu historia.
- Mi padre era agente inmobiliario...
- Muy bien, continúa - lo animó House.
- Pero no era de los típicos agentes inmobiliarios de pequeña ciudad, si no que trabajaba para una gran empresa que se encargaba de comprar terrenos y pequeñas empresas. Es por eso por lo que viajaba por todo el país evaluando lugares de posible adquisición y él se encargaba de los procesos judiciales.
- Suena como alguien importante.
- Lo era, tuvimos una infancia con un buen pasar económico, pero casi nunca lo veíamos. Con mis hermanos lo extrañábamos a rabiar, hablábamos por teléfono con él y lo esperábamos como si del Papa se tratara.
- Pero tú eres judío.
- Bueno como si se tratara de un gran rabino. Diablos, House no me interrumpas. Normalmente se iba por una semana, máximo dos y volvía con nosotros, pero con el tiempo esa semanas se fueron alargando indefinidamente, hasta que un día mi madre nos pidió que lo dejáramos de esperar.
- Tenía otra familia, lo sabía
- No imbécil insensible, fue mi madre quien tenía a otra persona y lo alejó paulatinamente hasta que decidió dejar de venir.
- Y no se contactó con ustedes, sus hijos.
- Mi madre se lo impedía.
- Vaya bruja.
- No es tan así, mi padre tenía un lado oscuro; era violento y tenía problemas con el alcohol, pero nuestra madre nunca nos lo dijo hasta mayores, cuando nuestro resentimiento hacia ella era insostenible.
House suspiró y agregó:
- ¡Padres!, de lo que nos salvamos.
Wilson le dio un golpe en uno de los hombros.
- ¿Y el zoológico?
- Quid pro quo Clarice, sígueme contando tu historia.
- ¿En serio? ¿Vas a ser tan puerco de no contarme de una vez?
Wilson dio un sorbo a su vaso y se encogió de hombros.
- Esta bien, me quedé en la biopsia de hígado...