Casa del recuerdo

Durante la siguiente semana las cosas no mejoraron mucho pero los sibunas habían encontrado a alguien que pudiera ayudarlos.

—¿Sabes por qué Jeanette no vino? —le preguntó Joy a Mara.

—Oí que estaba enferma.

—¿Otra vez? Es la tercera vez que falta en la semana, espero no sea grave —se mostró afligida—, hablando de personas desaparecidas… ¿Dónde está el resto? —se refirió a sibuna.

—No lo sé, en alguna situación absurdamente peligrosa —reviró los ojos.

—No te va bien con el asunto de sibuna ¿cierto?

Mara se encogió de hombros para restar importancia al tema.

—Pasen, es probable que este dormida —comentó una enfermera en el asilo—, ha estado muy cansada últimamente…por cierto no sabía que tuviera más familiares, ¿Qué son de ella?

—Nosotros somos sus…nietos y ellos son sus sobrinos —mintió Eddie.

— ¡Tía abuela! —Intervino rápidamente Patricia— Ella es nuestra tía abuela.

—Oh ya veo, me alegra que hayan venido…no recibe muchas visitas, aunque el otro día vino una chica con su mismo uniforme —frunció el ceño confundida.

—Sí, ella es nuestra hermana, fue ella quien nos dijo que aquí estaba —comentó Nina nerviosa.

—Aquí esta —la enfermera abrió la puerta con precaución—, Griselda…han venido a verte tus…tus sobrinos y nietos.

La mujer alzó su mirada extrañada y reconoció a Nina junto con Eddie asi que no negó la mentira.

—El horario de visitas termina a las 4:00 pm.

La enfermera salió y los chicos se encontraban inquietos.

— ¿Qué estan haciendo aquí? —preguntó muy cortante la anciana.

— ¿Usted nos conoce? Es que no…

—Ya sé que no son mis sobrinos, mucho menos mis nietos…pero ustedes dos —señaló a Nina y Eddie—, se quiénes son y a lo que vienen.

Los cuatro amigos se miraron entre sí con nervios.

—Quieren saber cómo deshacerse de Nubia ¿cierto? —Sonrió muy confiada— Apuesto a que ya los volvió locos con su insufrible personalidad, pero eso no es nada comparada a su ira, créanme si lo sé bien.

— ¿Cómo la conoce? —Nina se acercó a la cama de la mujer— ¿sabe quién es ella?

— ¿conocerla? Ella vivió dentro de mí por un largo tiempo hasta que decidió que no le era útil si no tenía sus poderes mucho menos si yo envejecía.

—Entonces…ella la dejó, usted no pudo liberarse —Nina parecía sentir el dolor de la anciana.

—En realidad fue por ayuda de una vieja amiga que me abandonó, ella logró encontrar un viejo ritual para poder romper el vínculo entre los poderes de Nubia y mi cuerpo.

—Si ella estaba en su cuerpo no podría usar sus poderes —Fabian se mostró emocionado—, ¿sabe cuál es el ritual?

—Me temó que no, pero sé dónde podría estar…en una vieja biblioteca cerca de aquí.

— ¿Quién era su amiga? ¿Era de casualidad Sarah Frobisher-Smythe?

—Niña torpe, estas mucho más metida en esto que yo siendo una vieja —la anciana miró con tristeza a Nina—, Sarah fue una buena mujer que no debió pagar por los actos de sus ambiciosos padres.

— ¿De qué habla?

—Ya lo sabrán en su momento, el ritual debe estar entre las cosas de Sarah, quizas en la que era su casa o en la biblioteca que les digo.

—No respondió nuestra pregunta sobre quien es ella —Eddie le habló muy autoritario.

—Eddie… —Patricia lo regañó.

—Nubia es una…bueno fue una pobre mujer que fue castigada de maneras terribles, por seguir sus sentimientos y ahora está muy resentida con la vida —respiró hondo y se recargó en la pared de su cama.

— ¿Cómo fue que ella llegó a usted?

—Ella mencionó sobre las mentes débiles y rotas.

—Pasaba por momentos difíciles cuando ella me enredó en su trampa.

—Lo lamento mucho —Nina la compadecía.

— ¿quieres hacerme sentir mejor, elegida? Acaba con esa maldita.

— ¿Usted sabe quién es? —Patricia se sorprendió.

—Claro que lo sé, asi como sé que el rubio es el osarian…uno muy torpe por cierto.

—Gracias —Eddie respondió con ironía—, pero… ¿Cómo lo sabe?

—Usted es una elegida ¿cierto?

—Yo no sabía nada, fue Sarah quien me dijo aunque claro yo no le creí…algo tonto de mi parte.

— ¿Quién fue su osarian?

—No tengo ni idea…apenas si creía en eso.

— ¿Pero si sabía que debían estar alejados por el bien de…todos?

—Algo asi me dijo Sarah pero jamás lo hallé —la anciana empezó a toser muy fuerte.

— ¿Qué hay de Sarah…ella tuvo hijos o nietos?

—Nina… —Fabian tocó su hombro para que se hiciera para atrás.

La anciana seguía tosiendo asi que una enfermera entró al cuarto.

—Creo que ya deberían irse…Griselda estará bien —ordenó la enfermera.

Los chicos se fueron directo a la biblioteca.

— ¿En verdad crees que este aquí? Llevamos horas buscando. —Patricia se quejó

— ¿Qué hay de los túneles? Quizas haya algo que no sepamos… ¡como el pasaje a la cripta! —sugirió Eddie emocionado.

— ¿Los túneles a esta hora? No creo que sea buena idea, deben estar todos en la casa.

— ¿pero qué hay del túnel de aquí? —recordó Nina y señaló la rendija.

—Ejem… —se escuchó la protesta de una chica— ¿no pensaran ir sin nosotros?

—Se tomaron su tiempo —bromeó Kt—, ¿supieron algo?

—Hay un ritual…pero no sabemos en dónde está asi que…

—Genial…de vuelta a los túneles —Amber frunció el ceño con desdén.