16/Abril/17
12:30 a.m.
Cuando dejé a Kat en su casa, tenía varias llamadas perdidas, sabía que tenía que salir justo en este momento hacia allá, por poco y se me olvidaba lo que había venido a hacer realmente con mis amigos.
Salí directo hacia aquel punto de reunión, tenía una estúpida sonrisa dibujada en mi rostro, conduje con normalidad hasta llegar al lugar.
Aparqué a unos metros del lugar, mis amigos habían hecho una fogata justo en el estacionamiento de la tienda, era divertido pero riesgoso a la vez, por algo siempre decían que era el amargado del grupo, me bajé del auto y caminé hacia donde estaban me senté en una de esas barras de concreto que delinean el lugar para estacionarse y comencé a beber uno de mis refrescos favoritos, Craig y Mike se acercaron ansiosos.
—¿Que tal te fue camarada? —Dijeron al unísono.
—Estoy mojado, pero más que feliz—Dije instantáneamente.
—Ya, ya, dinos como te fue —Corearon ahora los tres con la llegada de Robert.
—Un verdadero caballero nunca revela lo que hace con su dama —Contesté con cortesía.
—Ah ¿Y todo lo que te cuento yo? —Empezó Poe acercándose al barullo.
—¿Dónde quedó la amistad? —Continuó Craig.
—Ah, ¿Estás seguro? —Concluyó Robert.
Ese pequeño cuarteto de tontos era el que me encantaba, tener amigos de ese tipo simplemente era genial, es de esas cosas de la vida que realmente no quisiera que a nadie le faltara, era divertido pasar el rato con ellos, era casi tan bueno como estar con Kat aunque sinceramente y a sus espaldas me divertía más con ellos.
Primero me llevé mis manos a la nuca, ensanché mi pecho puse una cara de tonto y con toda la emoción del mundo dije:
—La besé.
De pronto a carcajear todos.
—¿De qué se ríen? —Dije con una mueca nerviosa.
—Estas todo idiota —Soltó Robert.
—Pues yo no te digo nada, pero la verdad es que si da risa —Dijo Mike.
—Pensé que sería algo más intenso, pero bueno, tú sabes lo que haces —Terminó Craig.
—Besar chicas es lo que hago todos los días— Mencionó Poe.
—Lo sé, lo sé, pero a ella no la quiero para esas cosas, yo soy feliz con que simplemente este a mi lado—Contesté para finalizar. —Pero bueno, ¿Cuál es el plan?, ¿Que hicieron sin mí?
—Armamos los interiores de las casas, pusimos bien todas las bebidas y pues limpiamos los alrededores para que ningún animal se acercara, bla bla bla, ya sabes lo de los malditos Boy Scouts —Continuó Mike.
—¿Animales en el centro de la ciudad?, No jodas Mike —Río Robert.
—Eso está muy bien, me alegro de que al menos hayan hecho algo sin mi —Dije.
—Si claro, como si no pudiéramos hacer nada sin ti —Comenzó Poe.
—Ahh ya vas a empezar —Soltó Craig.
—Ya, no estamos aquí para pelear —Dijo Mike —Estamos aquí para divertirnos ¿No? —.
—Si, tienes razón, bueno, ¿Qué sigue? —Comenté mientras me levantaba.
—Pues no sé, vamos a seguir esperando a que abran la tienda ¿No? —Respondió Robert.
—Pues sí, ¿A qué hora será? —Dije ya con la noción del tiempo totalmente perdida.
—7 a.m. —Contestó Poe —Como si no lo supieras.
—Ah ¿Otra vez? —Comenzó Mike.
—Vamos a tener que separarlos, parecen niñas la verdad —Dijo Robert.
—¿Yo?, Yo si ni siquiera estoy diciéndole nada —Contesté un poco malhumorado.
—Pues es que tú, te llevas el auto para hacer tus cosas con tu chica ¿Y nosotros que?, tuvimos que traer los restos de comida que tú también vas a comer y dimos varias vueltas que hubiera sido más rápido recorrer en auto —Respondió Poe también molesto.
—Pues perdón, además, el auto es de Robert, si el no quisiera prestármelo no habría problema, pero él sabe que lo necesitaba, así que ¿Cuál es el problema con eso?, sé que no logras entenderlo ahora cabrón, pero cuando tengas a alguien especial como lo es ella para mí lo vas a poder ver fácilmente —Terminé.
—Claro, claro —Simplemente dijo.
La noche continuó un poco tensa, demasiado para ser una noche de amigos, continuamos esperando a que diera lugar la apertura de la tienda, entre tanto y tanto yo contestaba mensajes de Kat, a veces de voz, a veces por texto, sinceramente me encantaba escuchar su voz, era precioso, y ahora estaba más que risueña por lo que había pasado, era divertido y triste a la vez, era triste porque justo en ese momento con el frio que hacia fuera de las casas de campaña yo quería estar con ella, en la sala o en la recamara donde fuera, realmente no me importaba el lugar si la persona con quien estuviera era ella.
Las horas se transformaban en minutos a su lado el tiempo no alcanzaba simulaba un gran río ya que se escurría rápidamente, es fascinante como una simple persona puede cambiar tu manera de sentir y ver todas las cosas, me encanta ese sentimiento, no más que ella eso está claro, pero realmente me gustaba, y ese tímido beso me lo había demostrado.