Continente Contuxl, región Centrya, 26 de febrero de 1467 2:00 p.m
Un sonido casi ensordecedor se hacía presente por el gran pasillo del palacio de Centrya el cual llevaba a la sala real en dónde el rey y la reina se encontraban, aquel ruido era producto de las armaduras de los caballeros chocar por cada paso que daban gracias al metal con el que estas estaban fabricadas, 7 guardias en total eran los que iban en dirección a la sala real, después de unos aproximados 5 minutos los guardias llegaron a la sala real colocándose frente a los dos reyes haciendo una reverencia, el guardia del medio al terminar caminó hasta los reyes con una carta en mano
- altezas... Les informo que hace unos minutos esta carta le llegó- estiró la carta en dirección a ellos
- solo déjala junto a las demás, después se leerá- el rey habló haciendo notar su autoridad con su voz grave mientras realizaba un ademán con su mano en dirección a el resto de cartas
- su majestad, -el guardía suspiró- lo haría sin duda si fuera una carta cualquiera, pero esta carta es proveniente de Zon Desta
El rey inmediatamente se levantó de golpe tomando la carta entre sus manos con cierto temor, este era notorio debido al temblor de sus manos abriendo la carta lentamente observando detalle a detalle de toda la carta volteando a ver a los guardias
-g-gracias... Pueden retirarse- los 7 guardias acataron la orden retirándose hasta salir de la sala, en ese momento el rey lanzó la carta al suelo sentándose en su trono muy nervioso- no puede ser...
- ¿Que es lo que te pone tan tenso querido?- la reina tomó del hombro a su esposo dando ligeros masajes de forma circular en este tratando de calmarlo
- lo años pasaron muy rápido... Esto es muy grave- el rey con ambas manos comenzó a sonar sus cienes mientras cerraba sus ojos y por último tomar el puente de su nariz con fuerza- Por favor querida, llama a todos los guardias de toda la región si es posible, que vengan hasta aquí, necesitamos estar precavidos para lo que se acerca, iré a tomar un baño o salir al jardín- dicho esto se levantó tambaleando un poco caminando hasta la salida al jardín de la zona trasera del palacio dejando a su esposa sola
- lo haré querido...- suspiró con fuerza levantándose segundos después de que si esposo se retirase caminando hasta el centro de la sala, justo ahí una cuerda hecha de lazos dorados y toques metálicos era visible, tenía un grosor casi de 6 centímetros midiendo 7 metros de algo estando conectado al candelabro que iluminaba la sala entera casi por completo, tomó aquella cuerda con fuerza jalando ligeramente varias veces lo que hizo que una campana resonara por todo el castillo y la región entera lo que hizo que los primeros guardias se hicieran presentes en la sala los cuales eran solo 5- me alegro de que estén aquí...
Zon Desta 2:30 p.m
-¿Ya han recibido la carta?...- una voz suave proveniente de la última jaula de la zona la cual era protegida por una barrera mágica y dos guardias los cuales al escuchar su voz se colocaron frente a la puerta con algo de temor
- S-si señorita Nina- el guardia del lado izquierdo sacó su espada respondiendo con la voz temblorosa segundos después sintiendo un escalofrío recorrer todo su cuerpo al escuchar una risa proveniente de la chica creando eco por todo el lugar
-No tienen porque tenerme miedo, no soy peligrosa, ustedes bien lo saben, no me hablen de esa forma, solo soy Nina, tengan miedo si no son de mí bando- mientras hablaba su rostro se hacía visible entre los barrotes de la celda mostrando una sonrisa que para los guardias era macabra- en 2 minutos van a venir por ustedes a la junta general que dará el rey para buscar a los Heleberios, recaben toda la información necesaria y busquen la forma de sacarme de aquí
-Lo haremos- el segundo guardia bajó su arma haciendo que el otro lo hiciera también, ambos fuerza haciendo que estos se torcieran segundos después volviendo a su estado original- ugh...
-Su odio hacia ellos si que es muy notorio- el guardia del principio dijo algo impresionado por la acción de la chica
-Y que lo digas...-se sentó en el suelo jugando aún con los barrotes- saben, después de una semana ya me cayeron bien, son más simpáticos que los guardias anteriores, ¿Cómo se llaman?
-Somos Terenece y...- el guardia de lado derecho le hizo una señal a su contrario para que se quitara su casco, este entendió y al instante se lo quitó dejando ver su cabellera algo larga
-Perséfone- algo asustada esperando la reacción de la reclusa la cual estaba boca abierta
-Todo este tiempo pensé que eras hombre... Una mujer en la guardia real, ¡Eso es fascinante!, ¿Cómo fué que nadie se dió cuenta?- Nina se levantó tambaleando lastimandose un poco por sus cadenas- ¡Auch!...
-En ese entonces Terenece e ayudó a cortarme el pelo y estuve practicando el tono de voz para que no me descubran, ya es tiempo de volver a cortarme el pelo o mi cabeza terminará en la plaza junto con las demás- sacudiendo un poco su cabeza se colocó el casco nuevamente
-Las reglas de Emilt son más graves... Que idiota- la chica guardó silencio al escuchar pasos en dirección a ellos- ya están aquí, ya saben que hacer, si me logran sacar de aquí no tendrán que ocultar más sus preferencias, ustedes saben si quieren su libertad o seguirán atados- dicho esto Nina se ocultó entre la oscuridad de su celda la cual al instante se selló con piedra
Dos guardias llegaron bajando las escaleras lentamente hasta llegar con los dos guardias más jóvenes los cuales respiraban pesadamente tratando de actuar con normalidad estando en sus posiciones como si nada hubiese pasado
-Terenece y Fernando, se les ha dado una orden de asistir a una junta general de mucha relevancia organizada por el rey y su esposa, de no asistir serán despedidos con una sanción pública- esto lo dijo el guardia que llegó primero a la parte baja observando a ambos chicos- no los estaré esperando, caminen ya...
Editado: 25.07.2020