CAPÍTULO #20
Dariana
Llámenme paranoica pero durante toda la clase me he sentido observada, de vez en cuando volteaba hacia atrás con algo de disimulo, en más de una ocasión cache a Darek mirándome el solo fruncia el ceño y dirigía la mirada a la pizarra, me ponía nerviosa, me hacia sentir rara, su aroma, sentir ese olor tan cerca me mareaba, era perturbador, cegador y a la vez magnifico… pero solo es eso, no negare que es muy atractivo, pero solo eso, sería ridículo que este tipo me guste, no es mi tipo.
Pasaron las clases normales como todos los días, al salir nos fuimos a comer, Marco había estado de insistente a pesar de que teníamos una montaña de tarea
***
Tenia mas de una hora buscando a Darek, mi celular lo olvide en casa, por lo cual no le podía mandar mensaje, había recordado que le gustan las cosas dulces, mamá había hecho pastel de chocolate para vender y tome una rebanada para que Darek lo pudiera probar, desde que abrimos la pastelería el iba todos los días sin falta por algún postre, pero siempre que iba el pastel se había agotado.
Había recorrido los pasillos varias veces me estaba dando por vencida así que decidí ir al patio, al menos ahí estaría algo fresco, cuando estaba a punto de irme a sentar a una de las bancas que se encontraban bajo los árboles, sentí un peso sobre mi espalda, y un par de manos tapando mis ojos.
–Escuche que me estas buscando lindura –escucho una voz ronca susurrando detrás de mi oreja.
–Darek…yo…si teestababuscando –Me quede sin aliento, luego reaccione y trate de hablar calmada. –te traje pastel.
–¡Pastel! –escucho como dice feliz, rio y me suelto de el-
–Toma –Extiendo la rebanada de pastel hacia el.
–Gracias lindura –Veo como suspira y sonríe.
-Espero y te guste –Le sonrió amablemente y caminamos hacia una de las bancas.
–Se ve delicioso y huele muy bien –escucho como suspira, y se sienta a mi lado.
–Claro, lo hizo mi mamá.
–Esa señora mamá si que sabe hacer cosas ricas –dice mirándome y me guiña un ojo a lo que niego, luego empieza a comer.
–¿Te gusto? –pregunto curiosa mirándolo atenta.
–Es muy rico…pero –se muerde el labio inferior y se acerca a mi –prefiero esto.
Por unos segundos todo se detuvo, mi respiración se cortó, mis manos temblaron, mi pecho vibro, mis ojos se cerraron, a pesar de que estaba sentada, mis piernas flaquearon, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, muchas sensaciones en unos segundos, y la más importante, los labios de Darek presionando los míos, me había besado, fue un beso corto, pero sigue siendo un beso…un beso de él, no podía creerlo, su mano roso la mía para luego separarse, seguía con mis ojos cerrados hasta que escuché una risita, los abrí y ahí estaba el, con una gran sonrisa de lado a lado podría decir que sus ojos brillaban de la emoción e incluso que un tenue tono rosa pintaba su rostro, me puse muy nerviosa, no sabía que decirle, ni que hacer, estaba muy avergonzada.
–Pasare por ti a las 6 –dice aun con esa sonrisa en sus labios todavía –Y es una cita.
Se pone de pie tomando sus cosa para irse a su próxima clase, no sin antes despedirse con un beso en la frente aun conservando su actitud de hace un rato, dejándome sin habla.