Hubiera sido yo

Capítulo # 37

CAPÍTULO #37

 

Dariana

–¡Rápido nena, se nos hará tarde –me apuraba Marco mientras corríamos por los pasillos de la escuela.

–¡Ya…ya me cansé, espera –me quejo, no aguantaba a correr más.

–Lo siento pero quien te manda a ir por juguito –ríe y me toma de la mano arrastrándome hacia nuestro destino. –Recuerda que no podemos llegar tarde otra vez o nos sacara de la clase.

–Lo se –Sigo su paso refunfuñando bajito para que no se burlara.

–¡Llegamos! –Voltea a verme con alegría y recuperando el aliento.

Entramos al salón justo antes que el profesor llegara, cada uno toma su lugar, me acomodo, saco de mi mochila mi jugo para comenzar a beberlo, al parecer el correr como desquiciada no me sirvió de nada, pues el profesor se encontraba enfermo y no vendría en una semana, jodido Marco me la pagaría.

Todos salimos del salón para ir a cualquier otro lado, Marco iría a buscar su desayuno y el de Annie, mientras yo iría al patio trasero para terminar de tomar mi jugo y quizá estar de ociosa en el celular.

Le mande un mensaje a Alek para avisarle donde me encontraría.

 

Chat: 

Alek

Estoy en el patio trasero…

Tenemos la clase libre, trae comida.

Princesa ♥

¡Buen día!

Si corazón, ya te llevo comida.

Alek

Siiii, mucha, tengo hambre

Trae algo para tomar también, por favor.

Princesa ♥

Claro que sí, iré lo más rápido que pueda.

 

 

Coloqué mi abrigo sobre el césped para recostarme mientas esperaba que llegara Alek con mi desayuno, me puse a revisar mi celular, después de unos minutos escucho unos pasos detrás de mí.

–Traje una ensalada, pan dulce y unos sándwiches para los dos –Levanta la mano derecha mostrando la bolsa con comida.

–¡Gracias! –Estiro mis brazos hacia el para recibir la comida.

–En la mochila traigo refresco y un agua natural

–Rápido siéntate, el jugo que me tome no me lleno –hago un puchero.

–Bien, comamos

Se sienta a mi lado colocando la bolsa de comida enfrente de nosotros, saca todo para comenzar a comer.

–¿Y eso que no tuvimos clase? –Habla mientras abre el envoltorio de su sándwich

–El profeso esta enfermo y no tenderemos clases una semana –menciono feliz mientras me cruzo de piernas.

–Aah, que maravilla acabo de escuchar –Le da una mordida a su comida, cierra los ojos disfrutándola. –No pude pasar por ti, por eso le dije a Marco que te fuera a buscar –Asiento con la cabeza porque tenia la boca llena con comida. –¿Llegaron a tiempo? –Voltea a verme y ladea su cabeza un poco como cachorrito esperando por mimos.

–Si, pero pasamos por un jugo para mi y casi llegamos tarde –Ruedo los ojos y hago puchero. –Me hizo correr mucho, cuando lo vea, le diré que por su culpa mi corazón se acelero como nunca –Volteo a verlo, tocando mi corazón con mi mano libre. –Mi pobre corazón se desboco como si se fuera a salir de mi pecho.

–Pero que cosas dices princesa –se ríe muy bajito para que no vea que se está burlando de mí, toca mi mejilla en son de burla. –Tu corazón estará bien, yo te cuidare.

–No sabes como corrimos –Hago puchero y sigo comiendo.

–Pero es que eres exagerada, como si no hicieras deporte, mejor sigue comiendo –comienza a reír por mi dramatización y lo golpeo en el brazo con la servilleta de papel hecha bolita.

–Idiota –Tomo de mi refresco con mucho enfado.

–JAJAJA entonces no iras con nosotros en las vacaciones porque haremos mucha actividad física –Me saca la lengua.

Después de mi gran drama comenzamos a platicar sobre esas dichosas vacaciones, terminamos de comer para seguir con nuestras clases y reunirnos con los chicos.




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