CAPÍTULO #41
Dariana
Sali furiosa aventando todo a mi paso, quería llorar pero no lo haría delante de él, no dejaría que me viera así de vulnerable, para que se de cuenta que aun su presencia y todo lo que tenga que ver con él me sigue afectando. Fui directo al baño para lavar mis manos, mojar un poco mi rostro ya que mis lagrimas amenazaban con salirse en cualquier instante. Recogí mis cosas, siendo cuidadosa y rápida para no topármelo, no quería una discusión más.
Jodido Darek tenía que venir con su falsa e hipócrita disculpa, Sali del plantel, para comenzar a caminar a algún otro lugar, no quería llegar a casa, la situación con mis padres empeoro, ese es otro tema que tiene mis sentimientos a flor de piel y mi ansiedad a mil.
Cruze una gran calle, parando para comprar un helado de coco, me detuve un poco mas cuando vi una tienda de ropa, debía comenzar a buscar vestidos, pero era tan miserable que no podía costearme uno, a estas alturas no asistiría al evento, otro día recogería mis papeles. Por supuesto que todo esto mis padres no lo saben, no quiero hacerlos sentir mal, ya son demasiados gastos con la renta del local, las ventas han ido bajando poco a poco y las deudas aumentando. Verifique la hora en mi celular, aun tenia mas de tres horas para ir al trabajo, me despidieron de mi antiguo empleo, ahora estoy en una pequeña cafetería por las tardes y por las noches pasa a ser un minibar muy acogedor, en ocasiones me quedo hasta media noche y muy pocas veces hasta la madrugada, pero las propinas son demasiado buenas, así que la desvelada no me importa. Hasta este momento he ahorrado mucho, pero no puedo darme el lujo de gastarlo en cosas innecesarias, este dinero es para pagar los primero meses de mi universidad.
Los amigos que hice en el trabajo me han ayudado mucho, aunque no logro hacer que les caiga bien a Marco y Annie, dicen que dan mala vibra tan caritativos que son como ella los llama.
Sigo caminando un rato mas sin rumbo aprovechando el aire fresco que hay en estos momentos antes de que me encierre en cuatro paredes atendiendo personas, verifico por segunda vez la hora, me percato que ahora falta menos de media hora, me dispongo a caminar rumbo a casa para darme un baño, comer y prepararme para trabajar.
Mientras me arreglo es inevitable no pensar en Darek y su estúpida disculpa y excusas absurdas, mis lagrimas comienzan a salir camuflándose entre la lluvia artificial, por más que no quería derramar una lagrima mas me fue imposible, la nostalgia de volver a platicar con él, hablar y escuchar su voz, me lleno de tristeza haciéndome sentir llena de tristeza y a pesar de que estoy rodeada de mis mejores amigos, y los chicos del trabajo sigo sintiendo una penetrante y oscura soledad.
***
Voy de un lado a otro llevando charolas con uno que otro café o aperitivo, mi mandil se encuentra algo sucio, el día de hoy ha estado mas lleno de lo normal, ha sido un caos un cliente se tropezó conmigo haciendo que el jugo que llevaba se derramara sobre mí, claramente me echó la culpa aunque solo yo acabe sucia. En fin esta noche no me quedare haciendo horas extras, pues quede con Annie que ayudaría a prepararse para la graduación.
Tenia un poco de nostalgia, pero ese trio de idiotas acabaron con los rastros de tristeza, cuando mi turno estaba por acabar entraron despavoridos a ayudar en limpiar el café y salir lo antes posible.
Una vez en el auto de Alek, todos guardaron silencio mientras me miraban fijamente.
–Sabemos que no has comprado ni las zapatillas para el gran día –Me mira frunciendo la boca una Annie molesta –Somos tus amigos, somos cuatro y cuatro iremos a debutar en nuestros estudios –menciona con orgullo y exagerando con cada palabra y expresión haciéndonos reír.
–Somos dos caballeros para dos princesas –Le sigue el juego Marco haciendo un intento de reverencia –Deben ser escoltadas por nosotros, en hermosos corceles con vestidos de la realeza –Dramatiza haciendo ademanes a la par de Annie.
–Iremos por vestidos para las dos, serán nuestros regalos para ustedes –Finaliza Alek mirándome con un pequeña sonrisa –Y no dirás que no jovencita –sentencia para que no pueda replicar.
Marco conduce en dirección a su casa, Alek va mandando mensaje y respondiendo llamadas, a lo que puedo interpretar habla sobre lo que usaremos todos para mañana y por último un Annie a mi lado demasiado emocionada al igual que yo. La graduación será la tarde del día siguiente y solo tenemos pocas horas para arreglarnos, pero tampoco es que seamos estrellas de Hollywood con demasiada producción.
Llegamos a la gran casa del par de hermanos nos bajamos, para ir directo a la habitación de Marco ya que es la mas grande, al abrir la puerta Annie y yo nos sorprendimos al ver todo lo que se encontraba dentro.
Cajas y cajas de zapatillas, vestidos de todos los colores, tallas y diseños, una gran variedad de accesorios, a un lado de los vestidos diferentes trajes para los chiscos, zapatos y corbatas. Alcance a ver la punta de unos cabellos alborotados, corriendo de un lado a otro.
–¡Chicoooos, pero que gran gustos tienen! –menciona Annie admirando los vestidos.
–¿Ustedes escogieron todo? –Volteo a verlos un instante mientras tomo en mi mano la tela de un vestido para sentir su textura. –