18.-Epílogo

Allí, en Villa Paloma, Atos y sus amigos habían logrado unir sus corazones para concretar sus relaciones amorosas. Con ello, el mundo volvió a respirar nuevamente el aire limpio y puro de la naturaleza,  a escuchar los cantos de los pájaros, a ver el hermoso cielo azul, a degustar los más exquisitos sabores y por sobre todo, a sentir nuevamente las más grandes sensaciones de la vida salvaje y natural del planeta. Los humanos finalmente lograron conectarse con Natura y sus designios.

La humanidad aprendió de sus errores, en su mayoría, y aunque aún había hombres y mujeres que seguían amenazando a las especies por intereses mezquinos, estos eran detenidos rápidamente, buscando soluciones para no afectar el tratado establecido por Natura y la raza humana, pero tampoco perjudicando el desarrollo de estos individuos. Se buscaba la mediación y no el daño mismo. Aún así, los hombres lograron establecer un vínculo de cooperación entre Natura y su civilización. Dabels, el líder de las fuerzas cruzadas y fiel guardián de Natura, comenzó a reclutar nuevos guardianes, que se unieron en masa a la gran misión de mantener el equilibrio y la existencia de la rueda de la vida. Con ello, nació entonces una nueva fuerza armada de la naturaleza, los guardianes de Dabels, en honor a su líder.

Todo vestigio del derruido santuario de la oscuridad de Smog, fue eliminado de la faz de la tierra. Tanto las estatuas de Tarkan y Babel, como también aquellos seguidores del señor de las tinieblas que lucharon en la “Gran Armada del Caos”, fueron perseguidos y llevados prisioneros por crímenes declarados “contra la humanidad y el mundo”. En cuanto al cuerpo del fallecido Zed, nunca se supo al respecto. Algunos forenses intentaron buscar el cadáver, pero no dieron con él, lo que hace suponer que tal vez… no está muerto. Pero no se sabe realmente si está vivo o no el gran amigo de Atos y Laila, por lo que sigue siendo un misterio…

Atos y Laila, luego de casarse, partieron de luna de miel a la ciudad de C… junto con Farr, el tío de este. Ambos concretaron finalmente su amor y ese amor tendría finalmente sus frutos. Poco después volvieron a Villa Paloma y vivieron una vida normal, lejos de lo que alguna vez tuvieron que afrontar como guardianes de Natura. Por otro lado, Eliot y Miu también consolidaron su relación como marido y mujer, cerca de sus hermanos mayores.

De esta forma la familia de Atos creció y la vida en Villa Paloma siguió su curso en forma pacífica y el mundo vivió una larga y hermosa paz por muchos años, donde tanto la naturaleza como la humanidad conviven mutuamente y en armonía, lejos de cualquier influencia negativa que pudiera aparecer para alterar ese equilibrio.

Pero el mal toma muchas formas y esto… era solo el principio.