CAPÍTULO 43

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 43

Estoy en la cima del castillo, mirando el cielo azul... Estoy algo triste... Realmente no quería casarme, pero era necesario.

—Ya sé que servirá para demostrar la amistad entre humanos y semihumanos, pero me da tristeza pensar que me casé a la fuerza, sin sentir amor... Ellas tampoco merecen esto.

Abren la puerta que está detrás de mí y volteo a ver. Es mi abuela, que parece algo triste... Supongo que está preocupada por su nieto favorito.

—Dani, ¿te sientes bien?

—Sí... Creo que sí... No lo sé... Estos días han sido difíciles para mí... Maté a mi propia madre, morí, el espíritu natural de la naturaleza se sacrificó por mí, y ahora estoy casado con dos chicas que apenas conozco...

Lágrimas empiezan a salir de mis ojos... Mierda... No soporto el estrés... No soporto el dolor que siento en mi pecho.

—Realmente no lo soporto.

Me siento en el suelo y empiezo a llorar más.

—Maté a mi madre... Ya no puedo seguir fingiendo... ¡Maté a mi propia madre, abuela! ¡La maté de una forma horrible! ¡Soy un monstruo! ¡Por mi culpa, un Dios murió! ¡Soy un monstruo!

Mi abuela se arrodilla frente a mí y me abraza... Su abrazo es cálido... Me gusta cuando me abraza... Sus abrazos son relajantes.

—Escucha, Dani, no te culpes... Tu madre era un demonio, era necesario matarla... Tu misión en este mundo es matar a los demonios.

Sí, lo sé... Debo matar a los demonios... Matarlos.

—Sí... Lo sé... Pero tengo demasiadas emociones dentro de mí... Ya intenté suicidarme una vez... Soy demasiado sensible... Soy un cobarde... Cuando moriste, no supe qué hacer... Estaba desesperado... Fui tan cobarde que en vez de salir adelante, tomé el camino del suicidio... Preferí suicidarme que intentar luchar por salir adelante... No merezco ser llamado héroe... Solo soy un cobarde.

—Dani, tú definitivamente eres un héroe. Venciste a todos los demonios del mundo tú solo. Los semihumanos y humanos son amigos de nuevo... Hiciste todo eso en poco tiempo. Definitivamente no eres un cobarde, eres un chico especial... La vida no es fácil, debes luchar por alcanzar tus metas... Debes luchar por salir adelante... Eres un chico muy inteligente y bueno... Eres mi orgullo, Dani... Recuerda que pase lo que pase, siempre estaré contigo... Bueno, mientras siga con vida... Y cuando los dos estemos muertos, estaremos juntos, tú, tu padre y yo.

Sus palabras son tranquilizantes... Realmente amo a mi abuela... Es la persona más importante para mí... No debo decepcionarla.

—Gracias por decirme esas palabras... Creo que era lo que necesitaba.

Me da un beso en la frente.

—Intenta no pensar tanto en tus problemas. Bajemos a la fiesta.

—Sí, está bien.

Escucho la voz de Dios en mi cabeza.

—Daniel, necesitamos hablar.- Dice Dios.

—¿Dios?

—¿Eh?  ¿Es Dios?- Dice mi abuela confundida.

—Creo que me necesita, ahora regreso.

Desaparezco de ahí.

Aparezco frente a Dios. A lado de mí están Daniela y la niña.

—¿Qué pasa?

—¡¡Maldito anciano!! ¡¡Mi poder mágico disminuyó demasiado!! ¡¡¿Por qué lo hiciste?!!- Grita la niña.

Volteo a verla... Eso fue grosero de su parte. No debería insultar a un Dios.

—No deberías gritarle, es Dios.

—¡Cállate, no te metas!

—Neim, escúchame, por favor.- Dice Dios.

-Después de una larga explicación-

Sostengo a Neim de los brazos. Está intentando golpear a Dios.

—¡Maldito anciano, esto no es justo! ¡Devuélveme la maldita magia!

—Lo siento, pero era necesario.

—Bueno, si Dios lo hizo, supongo que no podemos hacer nada al respecto.- Dice Daniela.

Neim muerde mi brazo derecho y la suelto.

—¡Me dolió, loca!

¿Llamé loca a una niña? Eso fue grosero de mi parte.

—Lo siento, no era mi intención llamarte así.

—¡¿Cómo derrotaré a los demonios ahora?! ¡Mi poder mágico ahora es muy poco!

—No se preocupen, Daniel ya derrotó a todos los demonios que había en ese mundo. Pero más demonios aparecerán en 278 días, deben prepararse.- Dice Dios.

—¡¡¿Este idiota los derrotó?!!- Grita Neim.

—¡Genial, Daniel!- Dice Daniela emocionada.

—Gracias.- Digo sonrojado porque las dos me están viendo demasiado, es por eso que estoy apenado, realmente me da pena que me vean demasiado.

Me están viendo con expresiones de asombro... Aunque son bastante lindas... Definitivamente soy un pervertido, por qué en este momento no dejo de verle los pechos a Daniela

—Aunque la manera en la que Daniel derrotó a los demonios, fue bastante estúpida, pero a la vez, fue bastante inteligente.- Dice Dios.

—¿Inteligente, pero estúpida? ¿Cómo es eso posible? Explícate mejor, anciano.- Dice Neim.

—Daniel usó un hechizo para derrotar a todos los demonios rápidamente. Usó un hechizo llamado "Sacrificio Gran Explosión". Es tipo fuego y Hada. Al usar el hechizo, tu cuerpo explota y genera una gran explosión de magia, que destruye todo a su paso. Fue bastante inteligente, pues derrotó a todos los demonios rápidamente, pero también fue muy estúpido, por qué utilizó la última vida que tenía.- Dice Dios.

—¿La última vida? ¿Cómo? ¿Daniel ya no tiene más vidas?- Dice Daniela.

—No, si muere otra vez, ya no podrá revivir.

—Sí... Lo sé.- Digo con un tono triste... Desperdicié mis dos vidas.

—Daniel...- Dice Neim.

Neim me toma el brazo derecho y volteo a verla.

—¿Eh? ¿Qué pasa?

—¿Cómo los derrotaste?

Bueno... Debo contar la historia otra vez... Ya me estoy cansando de contarla.

—Supongo que puedo contarles.

Les conté la historia de cómo derroté a los demonios. Al contarles, las expresiones que pusieron fueron de sorpresa, felicidad, miedo, tristeza, entre otras. Parecen realmente sorprendidas por lo que hice.