Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 164.- El amor de una abuela.

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 164

-Tiempo atrás-

Yo, de 5 años, estoy sentado en un columpio, mirando el suelo con una mirada triste.

—🎶Mi papá… volverá… Volverá… mi papá… Él dijo que regresaría… Y yo confío en él… Él volverá… Volverá…🎶

Lágrimas comienzan a salir de mis ojos... Mi padre me dijo que iría a resolver un asunto pendiente, que regresaría pronto… pero nunca regresó… vivo.

—Quiero a mi padre… Quiero volver a jugar con él…

Alguien me acaricia la cabeza… Es mi abuela.

—Dani, llevas dos horas sentado aquí. Vamos a la casa, te preparé sopa.

—Abuela… Si yo muero, ¿vería a mis padres?

—Dicen que después de la muerte, hay vida… Como una especie de paraíso, en donde volvemos a ver a nuestros seres queridos… Pero lamentablemente, nadie ha regresado a la vida para confirmarlo, así que no sé si es cierto.

—Quiero morir…

—D-Dani… No digas esas cosas.

—Quiero conocer a mi mamá… Quiero volver a ver a mi papá… Quiero morir... ¡Quiero morir!

Me alejo corriendo de ella rápidamente.

—¡¡Dani, espera, regresa!!

Ignoro los gritos de mi abuela y me dirijo a la calle.

—¡¡Daniel!!

La calle está un poco vacía, así que los autos pasan rápidamente.

—Será rápido…

Estoy a punto de correr por la calle, pero me detengo.

—Mi padre… quería mucho a mi abuela… No puedo dejarla sola.

Volteo y veo que mi abuela se dirige rápidamente a mí. Por su edad, no puede correr, así que camina rápido.

—Si mi padre no está, yo debo protegerla… La protegeré.

-Presente-

Mi abuela está afuera de la carreta, llorando.

—D-Dani...

Sufuco está golpeando contra el suelo mi cabeza rápidamente.

Está agachado y tiene su mano derecha sobre mi nuca.

Sangre salpica por todas partes.

Él también está herido, le falta el ojo derecho y la mano izquierda, está agotado, pero sigue igual de fuerte.

Mi cuerpo es rosa… He recibido mucho daño, es por eso que desactivé mi modo rosa.

—¡Pensé en cientos de formas de vencerte, Daniel! ¡Me tomé mi tiempo para analizar tu forma de pelear! ¡Yo gané!

Deja de golpear mi cabeza y me da la vuelta.

Mi rostro está cubierto de sangre.

—Te necesito con vida, es por eso que no te mataré.

Sandro está peleando contra Melgar, las demás están… muertas... Melgar les cortó la cabeza.

Sandro y Melgar están completamente heridos, pero Melgar esquiva los ataques de Sandro con facilidad, él es realmente rápido.

—¡¡Maldita sea!!

Melgar esquiva los ataques con espada de Sandro.

—¡Eres rápido, pero no lo suficiente!

—Lo usaré… Puedo morir, pero debo intentarlo… De todas maneras, si no lo uso, moriré... ¡Modo verde al 100%!

Todo a su alrededor deja de moverse, el tiempo se detiene.

—¿Este es mi 100%?

Su mano izquierda se desintegra.

—¡Mierda, debo terminar con esto!

Con varios ataques con la espada, corta en varias partes a Melgar.

—L-listo…

El tiempo vuelve a la normalidad y Melgar, o lo que queda de él, cae al suelo, en pedazos.

Sandro desactiva su modo verde.

Los brazos de Sandro se desintegran y Dix se coloca en su espalda.

Los brazos de Sandro se regeneran, pero sus otras heridas no.

—Y-ya no tengo magia…

—No te preocupes… Gracias, Dix.

Mi abuela y las demás observan como Sufuco me toma del cuello.

—Bueno, Daniel, Sandro derrotó a Melgar, pero no lo logró a tiempo. Tus amigas murieron...

Me suelta y extiende su mano, apuntando a la carreta.

—¡Y las demás también!

De su mano sale una gran esfera negra, que se dirige a mi abuela y las demás.

Nirfa abraza a mi abuela y comienza a correr mientras la carga en sus brazos

—¡Huyan!

Se alejan corriendo rápidamente, pero la esfera impacta sobre la carreta y genera una gran explosión.

Una enorme esfera negra comienza a rodear rápidamente la zona de impacto.

Cris es alcanzado por la esfera y se desintegra.

—¡Hermano!

Sonia es alcanzada por la esfera y se desintegra.

Estoy el suelo y apenas puedo ver lo que pasó.

—C-chicos…

Sandro se dirige corriendo rápidamente a Nirfa, que está intentando escapar de la esfera.

Está a punto de ser alcanzada, pero Sandro la alcanza y la carga en sus brazos.

—No fui tan rápido… Lo siento…

Se aleja rápidamente y la esfera desaparece.

Sandro se detiene y se sienta en el suelo. Está muy cansado.

—Y-ya no puedo más… Ya casi no tengo magia…

Mi abuela observa como Sufuco me levanta del suelo, de nuevo me tomó del cuello.

—Dime, Sandro... ¿Tienes la magia suficiente para escapar con Daniel?

—¿Qué dices?

—Vete con Daniel… Yo voy a distraer a Sufuco.

—¡No puedo permitir eso!

—¡Haz lo que te digo, por favor! ¡Daniel es la salvación de este mundo!

Sandro baja la mirada y cierra los puños con fuerza.

—Me siento un inútil… Apenas tengo la magia suficiente para correr… Está bien… Daniel me odiará por esto.

—Nirfa, quiero que me ayudes.

Sufuco está observando a mi abuela.

—Vaya, están planeando algo…

Voltea a verme… Perdí la conciencia, estoy desmayado.

—Fuiste un buen rival, Daniel. Perdí mi ojo derecho y mi mano izquierda… Si tan solo tuvieras un poco más de experiencia…

Recobro la conciencia y le escupo en la cara.

—Yo… aún… no me… rindo…

Intento activar mi modo rosa, pero cuando lo activo, se desactiva rápidamente.

—Es inútil, Daniel.

Nirfa está dando vueltas mientras sujeta de los brazos a mi abuela.

—Te extrañaré.- Dice Nirfa con lágrimas en los ojos.

—Quiero bisnietos lindos, espero que tengas varios hijos con Daniel.- Dice mi abuela sonriendo.




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