CAPÍTULO 22- Un mundo corrupto. Parte 4.

CAPÍTULO 22- Un mundo corrupto. Parte 4.

¿Hmmmh? Ese gordo intenta levantar las manos todavía. ¿No sabe rendirse? Tiene los brazos doblados a la mitad de una manera inhumana, ¿y lo sigue intentando? Acepta tu destino, solo estás dando pena.

No creo que sea necesario aplastarle las manos otra vez, pero por si acaso...

—¡¡Ahhhhhhhhhhhh!!

Dejó escapar un gran grito lleno de dolor y agonía, después de cortarle las manos con mi espada. Una muerte rápida sería mucho para ti. Mereces una muerte lenta e inevitable.

Sus gritos solo duraron unos segundos, porque se desmayó por la falta de sangre y las emociones fuertes que acaba de sentir. Vaya, va... Ah... Como sea. No te podrás escapar del infierno, no te libraste del sufrimiento.

—Ahora que sus gritos terminaron, ¿qué tipo de ayuda quieres?

—¡Sí, por favor, ayúdanos!

Eso no responde mi pregunta.

—No te entiendo. ¿Me puedes explicar mejor?

Se levanta y se aclara la garganta.

—Estoy en una pequeña organización que se dedica a...

Dejó de hablar y dio unos pasos hacia atrás. Se ve asustado. ¿Qué pasa?

—¡Tenemos que irnos!

—¿Eh? ¿Por qué?

—¡Voltea y lo sabrás!

Volteo a ver atrás y me doy cuenta de que unas personas con traje se dirigen hacia nosotros. Por fin decidieron actuar los que estaban escondidos. ¿Por qué ahora y no antes? ¿Ellos querían muerto al hijo del dictador? Lo dudo, el dictador no permitiría tal traición. ¿Qué está planeando exactamente?

—¡Tenemos que escapar, son héroes!

—¿Ellos trabajan para el dictador?

—¡Sí!

Ah, ahora debo escapar de héroes corruptos. No merecen ser llamados "héroes".

—¡Debo terminar con esto rápido! ¡Vels!

Me dirijo a los cuerpos rápidamente y les atravieso el pecho con mi espada. Justo en el corazón, para que no puedan curarlos.

—¡Qué rápido!- Dijo él.

5 héroes se dirigen hacia acá, los demás se mantienen escondidos. ¿Acaso el dictador me está poniendo a prueba? Como sea, mejor para mí, puedo escapar más fácil. No tengo la energía para pelear con tantas personas al mismo tiempo.

Llego con Minsfel y hago lo mismo, le atravesé la espalda con mi espada. Quería darle una muerte más lenta, pero está bien, en el infierno le darán lo que merece.

Los héroes están a menos de 50 metros, debemos irnos ya.

—¡Vámonos! ¡Muslar asio!

Mi espada desaparece y lo cargo en mis brazos, como una princesa, y él lo sabe, porque se sonrojó y se cubre el rostro con sus manos, avergonzado.

—¡Kya! ¡Que atrevido!

—¡D-deja las bromas para después! ¡Arches Nexus!

Me voy volando de ahí. En serio, este hombre me agrada, pero ese chiste de fingir ser una chica avergonzada me dio pena ajena. Al menos me hizo sentir más relajado.

—¡¡Increíble!!- Gritó, al estar volando por primera vez, siendo cargado como princesa por un chico.

... Vaya, suena bastante ridículo. No creo que sea algo que pueda presumir con sus amigos.

—No grites.

En serio, ya no puedo soportar más tiempo. No sé cuánta energía mágica me queda. Siento muchísimo sueño y mi cuerpo está tembloroso.

Me muerdo fuertemente el brazo, para sentir dolor y mantenerme despierto. Solo un poco más, Daniel.

Siento los parpados muy pesados. No creo que pueda seguir así por más tiempo.

Veo a la chica, esperándome. Los héroes y el dictador posiblemente solo estén interesados en mí, ellos no tienen ningún motivo para hacerle daño a esa chica. Yo fui el que mató al hijo del dictador... Pero...

—La capturarán para atraerte si escapas.- Dijo él, como si estuviera leyendo mis pensamientos.

Sí, es muy posible. Ella está en peligro, no puedo abandonarla a su suerte.

No me siento culpable por ponerla en peligro, porque si no la hubiera salvado, ella sería el juguete sexual de ese cerdo. Este es un precio a pagar por su libertad.

—Espera.

Bajo y aterrizamos frente a ella.

—Ese gordo ya no será un problema, ya está en el infierno.

Sonrió bastante feliz al saber la noticia. Alegrarse tanto por la muerte de un humano... ¿Que tanto daño hizo ese infeliz?

—¡Gra...! ¡Cuidado!- Dijo la chica.

¿Ya nos alcanzaron?

Me doy la vuelta y me doy cuenta de que un hombre con traje verde se acerca a mí, corriendo. Sus brazos están rodeados de hielo. ¿Un héroe invernal? Ah, el clásico héroe que usa el hielo. ¡Genial! Aunque el verde no le combina a su poder. Yo usaría blanco o azul.

—¡Es Mirolfe, el héroe número 3!- Dijo Bravo.

¡¿Número 3?! ¡Es poderoso y casi no tengo energía! Necesito distraerlo para poder escapar... Distraerlo... ¡Oh, como en la batalla con el ejército! ¡Puedo usarlos!

Todavía tengo un poco de energía mágica. ¡¿Cuántas veces he dicho eso?! ¡No sé cuánto me queda, pero espero que me alcance para lo que quiero hacer!

Me dirijo hacia él corriendo y extiendo mi mano derecha.

—¡Gres fer me!

5 Zoriens, que parecen adolescentes, salen del suelo. ¡Sí, pude usarlos! Y parecen adolescentes en lugar de hombres. ¿Es porque perdí poder mágico o por mi falta de energía? Ay...

Casi caigo al suelo por el cansancio, pero uno de los Zoriens me atrapó con sus brazos.

—Energía. Solo vuelo.- Dijo el Zorien.

—Dos minutos.- Dijo otro Zorien.

Vaya, vaya. ¿Solo podré volar máximo 5 minutos? Gracias por la ayuda.

Ahora sí, confirmado, solo puedo volar por dos minutos antes de quedarme sin energía. Debo aprovechar lo que me queda.

—¡Ataquen, pero no lo maten, por favor!

No lo conozco, no sé sus pecados, así que no lo juzgaré todavía.

Los Zoriens se dirigen hacia él.

—¡Eso no funcionará!- Dijo el héroe.

Extiende sus dos brazos y de sus brazos sale una enorme cantidad de hielo. El hielo rodea a los Zoriens, pero éstos son rodeados de fuego y derriten el hielo rápidamente.