Hurricane

Capítulo II

Narrador omnisciente.

-Entonces dices, ¿Qué crees conocer a Clifford? -preguntó Heather a la mañana siguiente camino a la escuela.

-Sí. -respondió Ashton-. Creo que fuimos juntos a fútbol un par de veces.

-Es demasiado fastidioso ¿No te parece?

-Es gracioso que la digas ya que tú puedes llegar a ser demasiado fastidiosa.--dijo usando su don de para la ironía.

-Ugh, cierra la boca, imbécil. -refunfuñó Heather bromista.

Así era Heather, totalmente fastidiosa. A veces Ashton no sabía porque era su amigo en primer lugar, simplemente ese tipo de comentarios los pasaba por alto.
Aunque él se hizo su amigo porque le pareció una chica linda y muy curiosa, luego descubrió la personalidad que tenía a veces, pero sabía que había un porqué y en vez de juzgarla sólo quiso protegerla.

-Heather, ¿quieres hacer hoy?
-Nada en realidad, quisiera estar sola.

Eso era lo único que ella quería hacer últimamente, estar sola. Y a Ashton le molestaba ya que lo único que quería era ayudar... Y pasar un buen rato claro.

-¿A qué se debe? -preguntó él.

-No lo sé, hace tiempo que no tengo tiempo para mí.

-Por favor, Heather. -replicó Ashton-. Últimamente la mayoría del tiempo estás sola.

-Ay, Ashton. -rodó los ojos-. ¡Sólo no estoy de humor para tener sexo contigo hoy! ¿¡Entiendes!?

-Como quieras. -bufó y siguieron su camino hacia el salón.

Era clase de matemáticas y de nuevo Michael y Heather estuvieron juntos en ella. Michael estaba sentado atrás de Heather como el día anterior.
Michael subió los pies a la silla de la castaña casi picándole el trasero, ella se incomodó y se giró hacia él.

-¿Qué rayos te sucede? -le susurró.
Esa chica tenía una tolerancia casi inexistente.

El maestro les lanzó una mirada rápida ya que se encontraba en pleno dictado.

-Ups, ¿te molesta? -dijo con cinismo.

-¡Sí! -alzó la voz.

Entonces Michael subió los pies hasta sus hombros y Heather explotó, levantándose de su lugar y comenzado a gritar.

-¡¿Cuál es tu problema?! -gritó.

-¡¿Cuál es TU problema?! Deja de joder. -Heather jadeó incrédula.

-¡Escuchenme, jóvenes! ¡Ambos a la dirección en este momento! -el maestro alzó la voz-. No toleraré éstas conductas en mi clase y espero que el director no lo haga en ninguna otra.

Ambos salieron tomando sus cosas; Heather volteó a ver a Ashton que luchaba con aguantar la risa.

-Todo es tu culpa. -bufó la chica.

-Fue divertido. -rió.

-Si tengo otro castigo me iré suspendida. No tiene nada de divertido, imbécil.

-Eres una maldita amargada. -bufó.

-Ya tuve mis días de diversión, no me puedo permitir más situaciones así. Y van dos veces que me causas problemas ¿sabes?

-Bueno, lo que ocurrió ayer fue tu culpa, tú fuiste quien habló. -argumentó.

-Bien, como sea. ¿Por qué entraste a mitad de semestre? -cambió de tema.

-Todos en mi escuela anterior son unos idiotas.

-Te expulsaron ¿no? -se burló.
-En realidad, sí. Pero era lo que buscaba. -explicó.

-Entiendo... -asintió sacando un cigarro de su bolsa y lo encendió.

-Wow, eres ruda. -dijo con sarcarmo. -Aquí nadie puede fumar.

-¿Crees que no lo sé? Pero sí podemos, la escuela dice que no deberíamos.

Michael los días siguientes intentó sacar platica con Heather pero horas después era indiferente o grosero con ella, y le hartaba la situación.

Heather's Pdv.

-Oye Ash, ¿te paresco irritante? -pregunté mientras le daba otra mordida a la rebanada de pizza.

-Bueno,.. Sólo a veces. ¿Por qué? -ladeó su cabeza.

-Pues no lo sé. Sólo me parece que Michael Clifford es demasiado irritante, más que yo.

-No lo he tratado demasiado pero me sorprende que digas eso ya que últimamente siempre estás con él.

-Bueno, sí. Pero es él es que me busca. -hice una mueca.

-Wow, no sé porque predigo que serán buenos amigos. -ironizó Ashton.

-No te pongas celoso, tonto. -golpeé su brazo-. Pero esto es en serio. ¿Cómo hago para que deje de buscarme? Es extraño.

-Y tu rara, no te entiendo; cuando alguien quiere ser tu amigo simplemente quieres alejarlo. Pero si eso quieres usa tu crueldad como sabes hacerlo. -me guiñó el ojo.

-Con él no puedo usarlo, es difícil. Su personalidad es algo impredecible; ratos es amable y otros hijo de perra.

-Heather, tú puedes ser lo que tú quieras ser cuando te lo propones. Puedes hacerlo.

-Eso sonó a Barbie. -reí. -Gracias amigo. -besé su mejilla.

-De nada. ¿Vienes conmigo?

-No, gracias. No quiero ir al club sólo para admirar tus guarradas con Luke y Calum. -suspiré.

-¿Quién dijo que iba a ir al club?

-Todos los jueves vas. -me encogí de hombros.

-Igual no iba a ir con ellos. Nos vemos el lunes, bonita. -me besó cerca de la comisura de los labios.

-Adiós. -le lancé un beso cuando estaba cerca de la puerta.

Mañana había clases pero no tenía pensado ir:
Unas compañeras y yo elegíamos dos viernes de cada mes y hacíamos un "maratón de borrachera" como lo habíamos bautizado. Y consistía en:
Viernes: Fiesta
Sábados: Fiesta x2
Domingo: Noche de club.
Lunes: Resaca del demonio.

Mandé un mensaje a una de las chicas con las que organizaba la fiesta. 
«¿Está listo todo?»
«Heather, lo siento Daisy enfermo :( Tal vez lo pospondremos para la siguiente semana.»

Daisy era la chica que ponía su casa para ahí hacer la fiesta; después de leer el mensaje me llegó un WhatsApp de un número desconocido sin foto de perfil.

«Hola, muñeca.»
«Y tú eres...?»
«Pronto lo sabrás.»
«En realidad no me interesa saber, jódete.»
«Cuida tus palabras Heather.»

Exactamente después sonó el timbre estremeciendome.
 




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