Hoy era el día en donde entraba al colegio. Honestamente no me entusiasmaba mucho ser la "Nueva" y admito que hubiera dado lo que fuera por evitarlo.
Entré al baño e hice lo usual, cepillar mis dientes, tomar un baño y cepillar mi cabello, por supuesto, tomando mi tiempo.
Al finalizar abrí la puerta y me introduje nuevamente a mi habitación, escogí el uniforme y mi ropa interior. Utilicé solo un poco de maquillaje, consistía en un poco de corrector de ojeras y un rubor para darles un poco de color a mis mejillas.
No era amante del maquillaje.
No lo odiaba, pero tampoco lo amaba.
Bajé y fui directo a la cocina para tomar un jugo de naranja de la heladera. Tomé asiento con el vaso en la mano esperando a que los demás bajaran ya listos. Alrededor de cinco minutos ya transcurridos, los primeros en verse bajar las escaleras fueron Janine y Liza. Brandon le siguió unos minutos después, con su típica expresión de No me importa nada y sin decir nada más, todos nos dirigimos al auto mientras Janine aseguraba la puerta principal y se acercaba al vehículo.
El viaje volvió a hacer los mismo, Liza y Janine hablando como siempre, en algunos momentos lograba cruzar palabra, pero más allá de eso no. Janine nos dejó en el colegio y después tomó rumbo a su trabajo, despidiéndonos con un beso en la mejilla a cada uno.
Brandon y Liza conocían a todos los del colegio. Lo decía porque a todo aquel alumno que pasaba frente a nosotros, compartían un saludo amistoso.
Era más que obvio ¿Quién sabe desde hace cuánto que asisten a este colegio?
Además, se ve difícil estudiar aquí y no lo digo porque la educación tenga un gran nivel académico, sino más bien por el lado financiero. Personas como yo no podrían darse el lujo de estudiar aquí, demandaría mucho dinero del cual no dispongo.
Creo que hasta soñarlo sería costoso.
Brandon se acercó al mismo grupo inmaduro que tiene como amigos y Liza entró en su curso junto con otra niña más. Yo por mi parte me detuve en el pasillo sin saber bien a donde dirigirme. Todas mis dudas se esparcieron cuando accidentalmente una chica chocó conmigo provocando que los libros que llevaba en mis manos cayeran en un desagradable encuentro con el piso. Suspiré mientras doblaba mis rodillas para poder levantarlos, olvidé decir que el mismo grupo de ayer presenció todo, pero me limité a ignorarlos. Un chico se acercó a mí y lo reconocí, era uno de los tantos que integraban el grupo de amigos de Brandon.
— Linda pero torpe—Susurró cerca de mí. Lo ignoré olímpicamente y continué con mi tarea de rescatar a mis libros.
—Ignóralos—Hizo una mueca—Lo que tienen de guapo, lo tienen de brutos—Carraspeó—¿Necesitas ayuda con eso? —Asentí elevando por primera vez mi mirada y me enfoqué en una chica rellenita de cabello ondulado y rojizo, con mirada dulce y un color verde realmente bonito.
—Gracias—Se encogió de hombros acuclillándose y comenzó a tomar uno de mis libros. Al terminar nos enderezamos y ella me entregó los libros que había recogido.
—Soy Melanie— Se presentó mientras caminábamos juntas por el pasillo.
— Anel—Respondí.
Melanie Sonrió—Es un nombre poco usual—Sacó su teléfono y tecleó un par de veces—Veamos…—Clavó sus ojos en la pantalla de su celular—Tu nombre significa La llena de gracia—Sostuve mis cuadernos junto a mi pecho escuchando atentamente—Aquí dice que eres una persona franca, comprensiva y buena amiga. Sabes aprovechar las oportunidades que se te presentan y eres una persona con poder de decisión.
—¿De dónde…?
—Aguarda—Me detuvo—Aún falta la mejor parte, tu nombre en cuanto el amor—Sonrió enormemente—Según esto, eres fiel y cariñosa, sabes cómo conquistar en cada momento a tu pareja—Sonrió coquetamente—Y que necesitas a alguien a quien poder admirar. En resumen—Suspiró—Me gusta tu nombre.
Reí—¿Todo eso, para decir que mi nombre te gusta? —Asintió sonriente—Gracias— Respondí con una sonrisa de lado.
—No te he visto antes, así que supongo que eres nueva.
—Sí y estoy un poco perdida, no tengo ni la más remota idea de dónde será mi curso.
Sonrió abiertamente—Vamos te ayudo a buscarlo—Seguí a Melanie hasta unos papeles que se encontraban en una pizarra cerca de la secretaría con nombres en él. Busqué el mío, hasta que di con él. Por suerte para mí me tocaba junto a Melanie, no estaría sola y lo agradecí inmensamente.
—Chica con suerte—Gruñó—Mi primer día aquí, estuve sola—Sacudió su cabeza—En fin, ¡Estamos juntas! —Exclamó alegre.
—Qué bueno— Suspiré aliviada a lo que ella rio
—Sígueme es hora de que tomemos nuestro lugar en la cadena alimenticia.
La miré horrorizada—¿En qué posición?
—Pues, yo diría que, en este colegio, la mejor opción sería estar al principio o en medio.
Ambas entramos al curso el cual poseía bancos individuales de color marrón claro y una pizarra blanca que se extendía a lo largo del lugar. Nos ubicamos en nuestros respectivos asientos en el momento exacto en que el profesor ingresaba
—Buenos días, alumnos— dijo dejando su abrigo en el banco y luego se situó frente a la clase, acomodando su corbata.
—Buenos días profesor— Recorrí con mi mirada observando como todos respondía al unísono.
El profesor sonrió paseando su mirada por todos y de pronto sus ojos se detuvieron en mí.
No, por favor.
—Veo que tenemos un rostro nuevo—Comentó sorprendido—¿Su nombre?
Tragué saliva nerviosa—Anel— Carraspeé sintiéndome intimidada— Anel Redclife—Contesté nerviosa.
—¿Por qué tan nerviosa, linda? —Preguntó uno de los chicos.
Tenía cabello rojizo, era alto y delgado. En sus dientes, estaban los famosos braquets y sus mejillas poseían varias pecas decorándolas. Usaba un buzo con letras en forma de explosión y unos jeanes azules.
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Editado: 02.06.2023