— ¿No almorzaras con nosotros? — Cuestionó Janine en medio de un suspiro y mientras tomaba asiento luego de servir el último plato, el cual correspondía a Liza.
Negué en silencio — No, saldré.
— ¿Y puedo saber con quién? — Cuestionó con un deje de emoción. Asentí incómoda ante la sonrisa que decoraba el rostro de John.
— Con David — Solté en un susurro.
Janine frunció el ceño y llevó un trozo de trucha a su boca — ¿David? ¿David Barckley? — Observó a Brandon y yo asentí en el momento justo en el que Brandon le asentía a su madre — ¿Por qué no me dijiste que había vuelto? Habría invitado a Brianna a cenar.
Brandon se encogió de hombros serio mientras clavaba el tenedor en su hamburguesa de pollo que Janine le había especialmente preparado — Supongo que no salió el tema.
— ¿Entonces, es una cita? — Preguntó de la nada Liza.
Me sonrojé con cierta inquietud — Yo, no. Solo iremos a almorzar y luego volveré a casa.
Brandon bufó sonoramente ocasionando que Janine lo observara mientras bebía un sorbo de su jugo de pomelo, al parecer notó la tensión que había entre su hijo y yo.
— ¿Qué sucede entre ustedes? — Brandon elevó la vista hacia su madre, acción que imité — Siento cierta hostilidad entre ambos — Soltó un suspiro cargado de agotamiento— ¿Volvieron a discutir?
— No — Respondí inmediatamente.
Janine arrugó la nariz — Claro, por eso no se miran — Comentó sarcástica — ¿Se puede saber a que se debe su indiferencia?
— Se debe a que es una mentirosa y una falsa — Respondió Brandon sin dejar de mirar su plato. Todos en la mesa clavamos los ojos en su presencia.
—¿Disculpa? —Lo observé ofendida por su comentario —Jamás mentí sobre nada.
Lanzó un carcajada —¿Ahora se le dice de otra forma? —Negó sin mirarme —Por favor.
— Esto se pone bueno — Exclamó Liza emocionada por la escena — Yo te apoyo Anel.
— Liza, calla — Exclamó John — Ahora ustedes, par de inmaduros ¿Qué demonios sucede entre ustedes, para que nunca se lleven como hermanos?
Sin verlo venir, Brandon se colocó de pie estrellando los cubiertos en la mesa y sobresaltando a Janine y a Liza.
— ¿¡Quieren saber que es lo que sucede!? ¿¡Quieren saber que es lo que ha estado pasando entre ella y yo!?
Oh, mierda.
¿¡Qué está haciendo este imbécil!?
— ¡Cállate! — Chillé en pánico por lo que pudiera salir de su boca.
Brandon me fulminó con la mirada —¿¡Por qué, eh!? ¡Aclaremos de una buena vez esto!
— ¡Si no cierras la boca, te haré cerrarla yo misma!
Rió sarcástico —¡Vamos quiero verte intentándolo!
— ¡Maldito idiota!
— ¡Suficiente! — Con su puño John golpeó la mesa imponiendo autoridad con su postura. Janine cubrió su cien y solo bajó la vista a la mesa — ¡Tú...— Señaló a Brandon —Vuelve a tu asiento y tú... — Me observó a mí — lo mismo!
Encogidos obedecimos con la mirada gacha y sin refutar ni decir nada.
— Esta será la ultima que faltan el respeto de esta forma frente a su madre y hermana ¿¡Me oyeron!? — Bramó furioso, ambos asentimos cohibidos. John suspiró intentando calmarse — Ahora, les ordeno que me digan que demonios está ocurriendo.
Brandon gruñó — ¡Es que es odiosa papá! — Movió sus manos de manera graciosa — ¡Se entromete en todo, no solo le basta meterse en mi familia sino que lo hace con mis amigos!
¿¡Qué!?
¡Maldito pájaro endemoniado!
— ¿Qué problema hay en que esté saliendo con tus amigos? — Cuestionó Janine por primera vez desde que todo empezó.
— ¡Qué estoy harto de ella! ¡Si sale con David, no solo tendré que soportarla aquí, sino que también cuando él esté mencionándola todo el tiempo!
— Entonces te recomiendo que uses tampones en tus oídos — Murmuré enojada.
Brandon clavó sus ojos en mí —¿Qué?
—Eso — Me encogí de hombros — Si quieres te compro en una farmacia una caja de tampones, en tus oídos entrarían bien.
Liza rió logrando que Brandon se tornara rojo de la furia.
— ¡Te odio, huérfana del infierno!
—¡Brandon! —Chilló horrorizada Janine. Tragué saliva intentando calmarme.
No funcionó.
— ¡Vete al infierno! — Exclamé incorporándome de la mesa.
Brandon me imitó— ¡Después de ti!
— ¡Ya es suficiente! ¡Están castigados! — Exclamó John nuevamente — Brandon no saldrás con tus amigos hasta que yo decida que mereces hacerlo — Brandon rodó sus ojos — Anel, quiero todos tus libros en mi escritorio, limpiaras el jardín hasta sacarle brillo al césped y olvídate de tu cita.
Brandon lanzó una risita
— Tú no festejes, porque limpiarás todos los baños de la casa.
Su sonrisa se borró — ¿¡Qué!? ¡Papá! ¡No quiero limpiar la suciedad ajena!
John sonrió —No es mi problema —Tanto Brandon como yo lanzamos un bufido —A su habitación, ahora.
Sin mas remedio me alejé de la mesa y con pesar comencé a encaminarme hacia las escaleras. Sentí la presencia del energúmeno detrás de mí.
— Esto era lo que querías ¿Cierto? — Me ignoró — Sabotear mi salida con David, pues te felicito lo lograste.
— No sé de que hablas.
Rodé los ojos —Claro hazte el desentendido, idiota —Quité el gorro de mi cabeza y lo golpeé contra mi muslo, mientras terminábamos de subir las escaleras —Te detesto, no se como pude encontrarte algo atractivo cuando está claro que estás lejos de poseer esa cualidad.
Me observó aburrido — Di lo que quieras, ambos sabemos que no es cierto —Entró a su habitación luego de haber chocado su hombro con el mío. Fastidiada entré a mi cuarto y golpeé con pie la madera que sostenía mi cama.
¡Idiota, idiota y mil veces idiota!
¡Oh joder, David!
A toda velocidad saqué mi celular del bolsillo trasero y busqué a David entre los contactos. Sin perder más tiempo comencé a teclear.
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Editado: 02.06.2023