¿Qué está sucediendo? ¿Y qué es esa textura tan suave que estoy sintiendo?
Fue lo primero que articuló mi cerebro.
Abrí mis ojos con lentitud y luego mis pupilas se toparon con un rostro que conocía bastante bien. Fruncí el ceño al percibirlo tan cerca de mí y acto seguido guié mis ojos hacia abajo, donde se abrieron como platos al ver mis labios unidos a los del pajarito.
¿¡Pero qué!?
Me separé con rapidez, provocando que Brandon terminara de caer a la cama con ambas mejillas coloreadas y los labios inflamados.
¿Yo hice eso?
¡Oh, por dios! ¿¡Qué sucedió!?
Acaricié mi cien y al mirar hacia mi izquierda, palidecí al ver a dos de los amigos de Brandon observando la escena petrificados y con ambas mandíbulas casi traspasando el suelo. Pero quise fallecer en el momento en que mis ojos se desviaron de ellos, para posarlos en Leyla y David. No podía deducir que era lo que estaba sintiendo este último en ese momento, solo estaba tieso y con ambos puños apretados. En cuanto Leyla, solo me lanzaba miradas inundadas en asco y presionaba un recipiente con agua, logrando que las yemas de sus dedos se tornasen amarillas.
Reaccioné en el momento en que David se giró hacia la salida del cuarto y desaparecía por el pasillo. Brinqué alejándome de Brandon y corrí para alcanzarlo.
— ¡David, David, David, David! — Repetí bajando los escalones detrás de él — ¡Espera! — Tropecé con uno de mis pies, pero logré estabilizarme — ¡Detente! — Con mi mano derecha detuve su mano, la cual iba directo a tomar su chaqueta.
— ¿Qué? — Dijo sin mirarme.
Mojé mis labios — No es lo que parece ¿Sí?
— Oh, entonces lo imaginé — Bramo enojado — Imaginé que besabas a mi mejor amigo como si tu vida dependiera de ello, el cual es tú hermano si no estoy errando.
— Yo..., no sabía lo que hacía, estaba dormida.
Bufó incrédulo — Lo besabas con demasiado entusiasmo como para estar dormida y por lo que noté, a él no le incomodó absolutamente nada tu abusivo acto.
Negué —David, por favor —Cubrí mi rostro —No sabía lo que hacía.
Asintió —Al parecer tampoco cuando me besaste en el colegio —Lo miré apenada —¿Por qué lo hiciste?
Bajé mi mirada sin saber que decir, estaba avergonzada y decepcionada de mi misma. Solo por querer desafiar al imbécil de Brandon, no reparé en que lo que estaba haciendo era muy bajo.
Incluso para mí.
—No lo sé — Admití en un bajo susurro.
Negó tomando su chaqueta y colocándosela — Cuando lo sepas, me buscas — Sin más abrió la puerta y salió por ella, dejándome parada allí sin saber cómo reaccionar.
Dios, que patética me sentía. Esto se estaba resbalando de mis manos y no podía hacer nada para detenerlo. Todo por no verme menos que Brandon, todo por querer demostrar que sus actos no me afectaban, todo por ser una idiota al haberme permitido caer en este estúpido juego.
— Ahora que lo pienso, todo concuerda — Declaró una voz detrás de mí. Giré sobre mi eje, encontrándome a Leyla, situada en las escaleras y con una reluciente sonrisa.
Fruncí el ceño —No preguntaré si oíste todo, porque está claro que lo hiciste.
Rió terminando de bajar los últimos escalones —Creo que es el primer noviazgo que dura menos de 24 horas.
Gruñí molesta —¿Qué es lo que quieres?
— Sabes, sospeché un poco cuando Brandon te defendió de Brian, pero solo me dije "Es protección hacia la pequeña huerfanita”, luego mis preguntas se acrecentaron en el momento en el que lo seguiste a la plaza — Negó burlona — Y luego esto. Sería una idiota si negara que mis dudas se aclararon.
Tragué saliva —No sé de qué hablas — Frunció el ceño e invadió un ápice mi burbuja personal.
¿En qué momento se acercó tanto?
Una sonrisa lobuna se extendió por todo su rostro —¿A no? —Hizo un puchero —Entonces observemos esto, está de pelos.
Sacó su celular y luego de teclear en él, lo giró hacia mí, mostrando el icono de PLAY.
— Haz los honores.
Con un sutil temblor, rocé mi dedo índice y lo reproduje. Mis nervios hicieron sinapsis, enviando la información hacia todas mis terminales nerviosas, al ver lo que mis ojos estaban captando.
Esto no está bien.
Esto no está nada bien.
Era Brandon y yo besándonos detrás del colegio, el día en el que me arrastró por mis estúpidos celos.
—Y sin mencionar lo que acaba de pasar hace unos minutos allá arriba — Lanzó una carcajada — ¿Te imaginas lo que sería, mostrar esto?
Tragué saliva — Eres una perra.
Me observó ofendida — Cariño, no soy yo la que está besando a Brandon.
— Y eso te mata — Sonreí victoriosa por la mueca de enfado que surgió en el rostro de Leyla. Con furia guardó su celular y se acercó a mí amenazante.
— Escúchame bien, huerfanita. Si no quieres que este vídeo se haga viral en el colegio y en las redes sociales, te alejarás de Brandon — Estaba a punto de negarme rotundamente, cuando volvió a hablar — A menos que quieras que tus queridos padres adoptivos se enteren de cómo les agradeces el haberte dado un lugar para poder dormir.
Y fue ahí donde mis defensas disminuyeron.
No me importaba quedar manchada con el vídeo, pero si me molestaba ensuciar a Janine y John. Ellos no lo merecían.
Ellos jamás me lo perdonarían.
Con rabia contendida articulé —Tú ganas, solo no metas Janine y a John en esto.
Asintió satisfecha —Hecho, en cuanto tú cumplas con tu palabra —Sonrió —Fue un gusto hacer negocios contigo, brujita — Subió nuevamente las escaleras de manera victoriosa.
Con una gran carga sobre mi persona, me apoyé en la puerta liberando un suspiro. Cerré mis ojos y me permití volar en mi mente un segundo.
Ahora sí que estoy en problemas.
—Sonámbula ¿Eh?
Di un brinco y de inmediato abrí mis ojos —¿Qué haces aquí?, deberías estar con tus amigos.
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Editado: 02.06.2023