¡Wow! Hay tantos títulos y tantos autores, quisiera tener mis libros, estoy segura que Kim y Cloe los tiraran. No, yo creo que ya los tiraron e hicieron de mi habitación un guarda ropa, si es que ya se dieron cuenta que no estoy.
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Ella es tan bonita, seguro iré al infierno por obligarla a casarse conmigo. Sé que si ella va a un Ministerio Publico o alguien sabe de mi matrimonio con ella seria Matrimonio Nulo, incluso terminaría en la cárcel es obvio. Aun no logro entender cómo es que nadie la había descubierto aun, ella es hermosa y única.
—Taylor creo que ya tengo el libro perfecto.
—Genial, ya me había aburrido.
—No se te nota, ¡créeme!
Pagamos el libro, un título en particular que llamo mi atención "Muerte en Venecia" por Thomas Mann. Aun no lo he leído, pero espero hacerlo pronto, creo que será magnifico. Según el resumen de la contraportada Trata de la vejes que es encantada por la juventud.
No estoy segura, que alguien lo lea por consentimiento propio, incluso no sabía que existía.
Salimos de la librería, para llegar a el Mall. Salir de un lugar en el que soy una mujer segura, inteligente y sofisticada, para entrar a un lugar en el que soy insignificante, torpe, sin gracia y sin clase.
—¿Qué ocurre?
—Nada, es solo que... No me siento cómoda.
¿Y quién se sentiría cómoda en un lugar que parece no tener lugar para una chica en jeans y camiseta con sus viejos converse?
Gracias por leer y brindarle de tu tiempo, te lo agradezco.
«SENTIRNOS SUFICIENTE ES LA META. SIEMPRE LO HEMOS SIDO, PERO SE NOS OLVIDA.»