I sing to fame.

Capítulo 15.

—Espero que entiendas porque te traje aquí. A veces cuando voy a restaurantes muy populares la gente me reconoce —Suspira.  

—Entiendo —El sitio no tiene nada de malo, es un pequeño lugar donde se vende comida rápida y aparte de nosotros solo se encuentra una parejas de ancianos—. No sabía que te iba el rollo de comida grasienta. 

Él sonríe.  

—Bueno tengo algo así como dos personalidades a veces verás que odio la comida chatarra y en momentos como este la amo —Me señala una mesa y asiento—. Soy complicado.  

Me siento en la silla y él se sienta en mi frente. Su cabello sin todo ese fijador que usa para el show se ve más largo. 

—Yo no tengo ese problema, cuando odio algo lo hago para siempre como… —“tú” —, el sushi. 

—¿No te gusta el pescado? —Pregunta con curiosidad. Una señora morena se acerca con una mala cara, trae una libretita y al llegar hasta nosotros suspira con fastidio. 

—¿Qué quieren? —Parpadeo sorprendida por su tono. 

—Una mejor actitud no estaría mal —Stars me sorprende al responder eso—. Y de comer una hamburguesa, papas y una gaseosa ¿Belle? 

No sabía que Stars fuera tan soltado, no sé. Es raro verlo comportarse como alguien normal y no la estrellita perfecta de Los Ángeles. Sonrío hacia la camarera. 

—Vamos, sonría señora es una noche muy bonita —Ella rueda los ojos—. Quiero lo mismo. 

Ni siquiera anota nada y se va. Miro a Stars arqueando una ceja y él ríe. 

—Vaya actitud de mierda. 

—¡Stars! —Lo regaño—. No sé porque creo que nos ganamos un escupitajo en nuestra hamburguesa. 

Suelta una carcajada y recuesta su espalda en el respaldo de la silla. Tiene una sonrisa gigante, sus dientes blancos resaltan y ni hablar de sus ojos verdes que se encuentran dos tonos más claros que de costumbre. 

Mierda, ahora recuerdo porque caí por él tan rápido.  

Es muy atractivo, llama la atención aunque solo lleve puesto una simple sudadera y un buzo. ¿Cómo lo hace? La verdad no lo sé, si no conociera esa parte horrible tal vez las cosas iban a ser muy distintas, yo seguiría enamorada de una ilusión y no estaría frente a él. 

—A ver Belle —Vuelve a erguirse en su lugar y coloca sus codos en la mesa para mirarme. Me gustaría que se alejara y que su mirada no sea tan intensa—. Cuéntame de ti. 

—¿Qué quieres saber? —Pregunto nerviosa. 

—Familia, amigos, metas. No lo sé, lo que tu quieras contarme. 

Bueno, no pensé en esto. No puedo contarle mi vida como Valeria e inventar una suena tentador pero mi madre ya ha sido conocida en el programa hasta Nick la vio y habló con ella. 

—Hija única,  mamá me crió sola —Parecía escucharme así que decidí contar algunas cosas ciertas—, ya sabes el típico padre que desaparece de sus vidas para evadir responsabilidad. 

Él aparta la mirada. 

—Te entiendo.  

Eso me causó curiosidad. Según varias entrevistas él y su padre son muy unidos ¿Habrá cambiado algo entre ellos? 

—Apesta —Termino diciendo—. ¿Metas futuras? Estoy algo confundida ahora, la música sólo era un pasatiempo… no creí que se volvería algo tan grande. A parte me gusta la lectura, me gustaría montar mi propia editorial y buscar gente nueva en la escritura. Darles una oportunidad de tener sus propios libros en fisico. 

Él sonríe. 

—Eres muy dulce, Belle Corleone.  

Nuestra comida viene, lo cual agradezco porque no sé como responder a eso. La señora nos da nuestra bandeja de comida con la misma mala gana que hace un rato y cuando se marcha miro mi hamburguesa con miedo. 

—¿En serio piensas que eso tiene saliva? —Pregunta y asiento recelosa—. En todo caso no te matará.  

—¿Y si le puso veneno para ratas? Esa mujer nos odia. 

Él ríe y no puedo contar las veces que he logrado hacerlo reír hoy. 

—No seas miedosa, come algo futura editora. 

Sonrío porque eso suena muy bien.  

—Ya hablé demasiado Stars ¿Por qué no me hablas de ti? 

—Toda mi vida esta en wikipedia —Se encoge de hombros y le da un mordisco a su hamburguesa. 

—Tal vez, pero no soy fan tuya para leer tu biografía —Río intentando disimular esa mentira. 

—Veinte años, vivo solo en mi departamento, soy muy aburrido, gruñón y un total fiasco componiendo canciones —Abro los ojos sorprendida y él sonríe —. Solo bromeo —Algo me dice que no bromea—, me gusta cantar como sabes, componer y ver series ¿Qué puedo decir? Soy amante de Diarios de Vampiros.  

—¿Estás bromeando? ¿Te gusta Diarios de Vampiros? —Es la serie que nos engancho a mi y a Esther desde un principio y que Stars diga que le gusta me emociona no sé porque.  

—Equipo Damon, cariño. 

—¡No puede ser! —Chillo emocionada—. ¡Damon es arte! 

Y así es como mi faceta de Belle Corleone se derrumbo frente a Stars y comencé a hablar como Valeria Kenner. Por un lado deje de lado el plan y me divertí con él, porque en ese momento no era el Stars que pensaba conocer, era distinto y todavía seguía preguntándome donde se escondía el Stars que rompió mi corazón hace unos años atrás.  



🎵🎵🎵 



—Belle Corleone es muy sexy —Esther y yo arqueamos una ceja. Brad, capitán del equipo de baloncesto del colegio habla con mi mejor amiga sin percatarse de mi presencia lo cual es algo tonto cuando dice que Belle es sexy —. Debes conseguirme su numero. 

Reí, no pude contenerme. Él me miró con fastidio. 

—¿De qué te ríes, Kenner? 

—Dudo mucho que tengas una oportunidad con ella. 

—Voy a conquistarla con mi encanto natural —Brad es un idiota, nunca me gusto. El odioso pelirrojo está muy bueno pero no logró llamar mi atención.  

—Sí claro. 

—¿Me daras su número o no? —Le pregunta a Esther la cuál rueda los ojos. 

—No. Ahora esfumate, Brad. 

Me reí cuando se fue enojado, y nosotras también reímos por su actitud de niño malcriado. 

—Es un idiota —Digo alisando mi falda, ella coloca mejor su mochila sobre su hombro—. Cambiando de tema, dime como haremos para estudiar. 

—Pensé que tu tendrías una idea —Ella frunce sus labios—. Los exámenes comienzan la otra semana y ni siquiera sabemos cual es el próximo desafio. 

—Si bajo mis calificaciones… mamá va a matarme. 

Mi madre es estricta con el colegio, y lo entiendo. Siempre he mantenido unas buenas notas para poder solicitar una beca algún día pero éste último año esta más pesado y tenemos tantos trabajos que hacer… que prefiero tirarme de un maldito puente.  

Seguimos caminando hacia la salida y ella asiente también.  

—Mamá ya quiere matarme por estar en el programa. Bajar mis notas solo serían excusas para obligarme a dejarlo. 

—¿Qué te parece estudiar hoy en mi casa? Sé que falta para el examen pero mejor si ya repasamos algo. 

—¡No! —Chilla. 

—No hace falta que grites, estupida. 

—¡Estúpida, tú! Digo no porque allá en el estacionamiento esta Nick Lewis. 

Volteo tan rápido que siento un dolor en el cuello, mis ojos se abren por completo al verlo allí parado mirando en nuestra dirección.  

¿Qué demonios? 

¿Qué hace Nick en mi colegio? 

Mierda, ¿Se habrá enterado que soy Valeria? 



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Editado: 19.07.2019

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