Idilio

Capítulo 4

Almack's Club, Londres.

Él era cuanto había jurado evitar. Una persona incapaz de amar, que no conocía la calidez ni el amor de unos padres, ya que su padre había muerto en combate y su madre había muerto en el parto de él y su hermana. Adele. Su hermosa hermana Adele y él y habían sido muy unidos y no sólo por el hecho de que eran mellizos sino porque era la única persona objetivo de su amor. Y por algún castigo divino hacia su persona, ahora estaba muerta. Un hombre había provocado su suicidio.

Sir Aaron Barón de Weasly era un hombre de veintiséis años y los últimos dos años había servido a la corona inglesa en Francia. Era alto, rubio y con los ojos azules; bastante delgado, sus labios tenían una tonalidad rosa pálido y su nariz fileña. Él y su hermana habían sido educados por su tío paterno y su esposa, este era consciente que ellos habían sido buenos con ellos pero que siempre habían querido vivir en Weasly Hall y que a pesar que él jamás los había echado sabía que ellos eran conscientes que él era el único amo y señor. Por ende a los veintiún años se había marchado a Inglaterra y le había dejado el control absoluto a su tío de las tierras ligadas al título, con la única condición de que Adele tuviera la mejor presentación en sociedad y que fuese tratada como una princesa. Dos meses atrás había recibido la carta de sus tíos donde notificaban la muerte de su hermana, la cual se había suicidado. Ésta se había quedado soltera y él había respetado su decisión; sin embargo él había notado los cambios de humor de su hermana de un tiempo para acá pero se había convencido que era cuestión de mujeres y la edad. Pero no fue así, en su habitación encontró su diario y este estaba escrito en latín; él no sabía nada de latín pero se tomaría la molestia de buscar un traductor de confianza para poder tener una pista de la razón por la cual su bella hermana se quitó la vida. De lo único que estaba seguro era que habían dos posibles sospechosos que ella mencionaba muy a menudo y que fue lo único que pudo entender: El duque de Leithold y el duque de Westhampton.

Este se acercó al bufete que ofrecía Almack's. Hace cuatro años no pisaba el club y había olvidado lo tacañas que eran las patronas de Almack's con la comida y la bebida. En este había pan cortado en rodajas finas con mantequilla fresca y torta seca; y para evitar la embriaguez desenfrenada de la sociedad se servía solo té y limonada.

Aaron tomó un vaso de limonada y se lo llevó a los labios. A su lado había dos caballeros que se quejaban que no hubiese coñac.

-Por eso odio venir a Almack's-se quejó uno

-Bien valió la pena, solicité un baile con la belleza de la temporada

El otro resopló-Hay damas más hermosas que esa mocosa, lo que pasa es que ninguna tiene esa dote y no son hermanas del duque de Westhampton

-Pero también está la prima del duque de Westhampton-le recordó

-Sí, pero su hermana es quien me interesa

Aaron se quedó helado al escenario <<¿Westhampton tiene una hermana?>> pensó. Ese hecho le hirvió la sangre, si descubría que Westhampton había sido el responsable de la muerte de su hermana, destruiría a la suya.

-Disculpen caballeros-los interrumpió este-No pude evitar escuchar que hablaban de la belleza de la temporada ¿Harían el favor de señalarla? No sé quién es

-¿A quién? -le preguntó el pelinegro-¿A la hermana de Westhampton?

-Por supuesto

-Es esa de allí

Aaron miró en esa dirección <<No cabe duda que ella es>> pensó con una sonrisa. Tenía esa expresión "Simples mortales, deberían estar agradecidos porque estoy pisando su asqueroso suelo". Era bastante alta comparada con las demás debutantes, su piel era de color canela suave, sus labios estaban fruncidos y pese a eso su expresión facial era de hastío; su mirada era extraña, como si supiera todos los secretos del mundo pero no pudiera decirlos.

-¿Quién es su madrina? -quiso saber

-Es lady Rebecca Westhampton, es la pelirroja que está a unos escasos metros de ella-le informó el otro-¿Piensa pedir una audiencia?

Aaron asintió mientras veía a Lady Rebecca <<Joder, eso sí es una mujer>> pensó mientras la miraba de arriba abajo. La pelirroja no solo tenía unos pechos grandes, sino que aquellos labios carnosos exigían ser besados.

-Sé lo que está pensando hombre-le dijo el pelinegro-esos pechos no se ven todos los días, pero está felizmente casada. Odio las mujeres felizmente casadas

-¿Es la mujer de Westhampton? -preguntó Aaron

-Por Dios no, es su cuñada. Es la esposa de Lord Marsias

-¿Cuántos hermanos tiene Westhampton? -quiso saber

-Sino estoy mal tiene cuatro, pero los otros dos no están aquí

Y él no tenía a nadie. Aaron sonrió de forma malévola. Comenzaría con Westhampton.

-Bién, gracias



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En el texto hay: altair, idilio, rosmeryah

Editado: 27.06.2019

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