Capítulo 9

Georgia se encontraba sentada en silencio en Westhampton Room, ideando una manera de excusarse junto con Camelia para verificar que el ayuda de cámara de Sir Aaron era efectivamente su primo Cam.

No podía negar que deseaba con todas sus fuerzas que fuese otra persona, ya que no tenía buenos recuerdos con Cam de niños y no sabía que tanto había cambiado de adulto. Convencer Wolfram de no decirle la verdad a Iuola no había sido tarea fácil y el hecho de que Cam estuviese cerca le causaba escalofríos.

De repente sintió una mano cálida en su espalda.

—¿Sucede algo muñeca? —le susurró su esposo —te noto inquieta

Ésta negó con la cabeza —Es que necesito hacer algo y no sé cómo irme de aquí

—¿Qué necesitas hacer?

Ella lo miró con todo el amor del mundo —No te lo puedo decir... aún.

La intensa mirada gris de Robert la atravesó.

—Pensé que entre nosotros no había secretos

—Y no los hay, sólo que aún no te puedo contar

Este suspiró y asintió —Está bién, esperaré ¿Quieres que te ayude a escapar?

A ella se le iluminó el rostro—¿Lo harías?

Él asintió sonriendo—Por ti, lo que sea

En ese momento su hermano Wolfram que no había pronunciado palabra alguna en todo el rato que había estado Sir Aaron, sonó su garganta y la estancia quedó sumida en el silencio.

Este se puso de pie —Los caballeros por favor acompáñenme a la sala de fumadores —ordenó.

—Como siempre declino tu oferta mi querido Westhampton —le dijo Lucius

—Es una lástima, nos vas a hacer mucha falta —le dijo este y salió en compañía de todos los hombres de la estancia.

—Te encanta provocar al lobo —le dijo Aitasis mientras reía

—Él se lo busca —se defendió Lucius

En ese momento Robert se asomó por la puerta.

—Mi amor —llamó a Georgia —Mathew está llorando a cantaros

—¡Mi bebé! Camelia acompáñame, volvemos de inmediato

—Por supuesto —le dijo ésta

—Debe tener hambre —se apresuró a decir Becky

—De seguro es eso —reconoció Georgia

—Por favor ¿Puedes echarle un ojo a las gemelas? —le pidió Aitasis

—Por supuesto —le dijo ésta y salió de inmediato.

Georgia le dio un abrazo a su esposo —Gracias mi amor

—¿Crees que este favor es gratis? —le susurró él al oído

Ésta se echó a reír —Eres un tonto. Ahora vete o sino Wolf te comerá de un bocado

—Si logra alcanzarme —le dijo este —pórtense bien chicas

Georgia tomó a Camelia del brazo —Vamos

—Sí

—¿Es que acaso Iuola no piensa saludar a nuestra visita?

—Iuola... —comenzó a decir Camelia —Georgia a veces me dan ganas de abrazarla

Ésta no le dijo nada, porque básicamente todo era su culpa.

***

—Creo que ahora si está lista ¿no crees? —le dijo Cam a Iuola

Ésta lo miró y asintió. Tenía que reconocer que aquel hombre era sensacional, le aclaró muchas cosas que desconocía y muy pocas veces se encontraba con alguien tan experto en el tema. Los médicos ingleses eran muy cerrados cuando se trataba de probar otras cosas fuera de la medicina general.

Iuola hizo algunas anotaciones y luego cerró el cuaderno; él se puso de pie y le sonrió.

—Muchas gracias —le dijo ella

—No hay de qué

—Aún no me ha dicho su nombre

—Cam

—¿Sólo Cam?

—Solo Cam

Ésta lo miró —Señor Cam ¿Qué es lo que se supone que tengo que saber?

Él la miró mientras se llevaba las manos a los bolsillos.

—No me ha dicho su nombre —le dijo él

Iuola era consciente que estar a solas con ese hombre era un error que lo pagaría con creces si alguien la veía y peor aún si le daba su nombre. Pero este le había explicado cosas que ella necesitaba saber y se sentía en deuda con él.

—Lady Iuola Westhampton

Él la miró y le sonrió —Ley perfecta y sin error

Ella frunció el ceño —¿Qué?

—Eso significa tú nombre

Ella alzó las cejas —¿En serio?

Él se echó a reír —Hasta en eso eres inocente

Iuola le tiró una mirada asesina —¿Por qué habla como si me conociera?

Él se acercó a ella y la miró a los ojos —¿Sabes qué sucede si un gitano besa a una mujer?

Este se acercó al oído de ella —La rapta —le susurró

—¡IUOLA!

Este dio dos pasos hacia atrás y Iuola comenzó a respirar con normalidad. Se percató que estaba conteniendo la respiración.