-No podría soportar si algo le pasara a una de mis estrellitas. – Eren me abrazo y yo le acaricie la espalda.
-Sabemos lo especiales que somos para ti, pero en este momento debemos estar tranquilos y ver si Hailee está bien. – Me aparte de el para mirarlo a los ojos, los cuales estaban rojos.
Logramos tranquilizar a Eren y yo volví a mi lugar a lado de Andrew.
-Iremos por café, esta noche será larga. – Dijeron mis padres antes de comenzar a caminar.
Eren camino hacia donde me encontraba sentada, pero se detuvo justo enfrente del asiento de Andrew.
-Quiero que cuides bien de ella. Cuídala como yo lo hago, ellas son lo más preciado para mí. Si la lastimas, entonces yo me encargare de destruirte. – Hablo Eren mientras sus lágrimas caían.
-Te aseguro que jamás permitiré que algo le pase, la cuidare siempre. – Contesto Andrew con demasiada tranquilidad.
A los pocos minutos llegaron mis papas con café.
Ayude a mi madre a entregar a cada quien un vaso.
- ¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar? – Pregunto la señora Baker.
-Lo que sea necesario, querida. – Le contesto el señor Baker.
La angustia y la desesperación se sentían en el ambiente. Si tan solo hubiera visto las noticias o me hubiera dado cuenta de lo fuerte de la lluvia, esto no habría pasado.
Las chicas se sentaron en los asientos a un lado de mí y Eren se sentó a lado de Andrew. Hace una hora deje de llorar, pero mi novio seguía abrazándome y dándome besos en la frente para tranquilizarme.
-Ya acabo la cirugía. – Señalo el letrero que ahora estaba apagado.
-Ya no tardara en salir el doctor. – Mire a la señora Baker.
La puerta se abrió, dejando ver al doctor encargado de la cirugía.
- ¿Cómo está mi hija doctor? – La señora Baker se acercó al doctor.
-En un momento responderé su pregunta señora. – Respondió el doctor y camino desapareciendo de nuestra vista.
-Estarán bien señora Baker. – Le dijo Andrew a la mama de Hai.
Ella le sonrió como respuesta.
Después de unos minutos volví a ver al doctor y rápidamente tomé la mano de la señora Baker.
-Buenas noches señor y señora Baker. Desafortunadamente uno de ellos falleció - mi mente comenzó a imaginarse lo peor. -, intentamos salvarle la vida, pero no lo logramos. Hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos, pero no pudimos ayudarlo. – Dijo el doctor.
Mi mirada fue a parar a la pared que estaba detrás del doctor. El nudo de mi garganta volvió a aparecer, no podía procesar todo esto. Hailee es mi amiga desde niña y su novio Patrick lo conocemos desde hace tres años, es simpático, cuenta buenos chistes, es comprensivo, es una buena persona.
-Dígame quien es, por favor, dígame quien es. – Pidió la señora Baker dejándose caer al suelo. Su esposo la sujeto para que no cayera de lleno y pudiera lastimarse.
-Les diré en cuanto estén más tranquilos, desconozco si alguno de ustedes sufra problemas en el corazón. – Respondio el doctor antes de retirarse nuevamente.
No sabía que hacer ni que decir, las palabras no salían solo las lágrimas. Sentí la sensación de perdida que se hacía más y más grande. No puedo perder a ninguno de los dos, deseo que todo esto no estuviera pasando.