Capitulo 2 | La Gran Reunión

 
 

El gran dia ya estaba mas cerca de lo que esperaba el reino de Izbytok, la emperatriz Emma por fin habia terminado los preparativos y ahora todos en el castillo estaban dando los ultimos toques, todo se veia colorido, calido y vivo, daba la sensación de que ya estaban las 70,000 personas que esperaban en el reino; a pesar de toda esta emocion el príncipe Daniel no podía dejar de pensar en la sensación que habia presenciado en el bosque, ¿Acaso alguien estaba jugando con él?, algo que tenia claro es que necesitaba saber que esta escondiendo Libertà e Izbytok, algo no estaba funcionando bien.

Patrick entró para ver que tal habia quedado el traje despues de sus arreglos

–¿Te parece perfecto ahora?– Preguntó Daniel, al ver que su amigo no decia palabra ante su análisis –Ya se, ya se, nadie se puede resistir a esta imágen, guapo, alto, seguro y poderoso ¿a quien no le gustaria?– mientras aumentaba su ego, miraba a su amigo pícaramente jugando

–Alteza, si sigue coqueteandome asi estoy seguro de que usted sera el que caiga ante mis encantos– el rubio se sorprendio y miro a otro lado inmediatamente

–Ya quisiera duque– bajó de su pequeño banco redondo que lo dejaba ver sus pies en el espejo de tres partes frente a él

–Sin duda perfecto alteza, como dije el blanco le favorece pero el azul aún más– se dirigió a la puerta con la intencion de dirigir a su príncipe hacia la entrada del castillo donde esperarían a sus invitados

–¿A donde cree que va duque?– El chico mas joven lo esperaba a un lado de el banco de el que habia bajado

–Alteza no podemos llegar tarde tiene que saludar a todas las familias reales– abrio la puerta para que su alteza puediese salir

–Tenemos aún bastante tiempo, o al menos, el necesario para que hagan otro proceso de transformación– Patrick lo miraba confundido ¿Que queria hacer su amigo?, ¿Acaso deseaba que lo sacaran del castillo?, Mientras se preguntaba la servidumbre saco otro traje mas sencillo, una gabana larga color rojo vino, y bordados con hebra negra, dentro un chaleco de traje color negro y una bufanda de ceda negra.

Patrick se sintió muy conmovido ya qur jamas habia tenido ceda para el mismo, y un traje tan elegante lo hacia querer llorar, pero jamas lo haria este momento era feliz aunque no se sentia merecedor de tal obra maravillosa

–Alteza... Pero... No creo que alguien como yo pueda usar tan suntuoso conjunto– camino cerca del traje y algo le parecía familiar en él

–Por favor Pat, hoy no seas mi protector, hoy se mi amigo te lo mereces, acabamos con todas las tareas quiero que te relajes y disfrutes de la fiesta como el duque de Izbytok– al tener el permiso de Daniel para tratarlo como amigo, Patrick lo abrazo con fuerza, varios de el personal se sorprendieron pero al menor no le importó le dijo que lo tratará como amigo, ademas de que se sintió aliviado y pudo notar su agradecimiento

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Patrick y Daniel se dirigían a la puerta principal de el castillo, pero fueron detenidos por una voz femenina

–Creí haber visto dos jovenes muy apuestos por el castillo y no me equivoqué– al darse la vuelta pudieron ver a la emperatriz Emma, que portaba un vestido de manga larga con detalles en hebra de oro, que partia en su cintura para dejar ver una hermosa falda de ceda del mismo color, la emperatriz siempre habia
sido muy encantadora sin intentar

–Su majestad- los dos amigos se inclinaron reverenciando a la mujer castaña –Es extraordinario verla antes de el lío que traerá tantos insividuos–

–Mantenga la calma, seré muy diligente con esta reunión, bueno caballeros es hora de empezar el espectáculo– La emperatriz procedio a caminar a su lugar correspondiente

–Espera... Falta alguien– Daniel detuvo al mas grande cuando escucharon pasos pequeños caminando hacia ellos.

Una niña pequeña de 6 años, lucia un hermoso vestido amarillo y su cabello recogido en una coleta, su cabello dorado hacia que se viera como un rayo de sol, muy carismática y dulce.

–Hermano– la niña corrio a abrazar al príncipe y éste la levanto en un abrazo muy dulce –Te ves muy bien, ¿Que te parece mi vestido?,  Mamá lo escogio para mi– Daniel le arregló el vestido mientras la cargaba

–Te ves como el sol de primavera, calido y adorable– Mia sonrió ampliamente, Daniel la bajó para poder ir a sus sitios.

Las trompetas empezaban a sonar anunciando la llegada de barcos y carretas, todos esperando la presentación de las familias reales; por el pasillo de la entrada principal la gente de los reinos llenaban el camino agrupandose a los costados para poder ver a las familias reales. A lo lejos ya se podia ver llegar a una de las 6 casas reales de Il Duhuri

–Su majestad, presentando a el rey de Libertà Frederick Bianchi y las princesas Christine y Julliette Bianchi– la familia iba caminando saludando a todos, el rey vestia un traje que lo hacia ver alto, color crema y su pantalon rn negro con botas negras al igual se veia muy imponente

El rey llego primero ante el emperador para poder saludar y presentar a sus hijas, vestian unos vestidos muy ligeros menos pomposos que los que usan en Izbytok, Daniel de pequeñi penso usar uno no soportaba el calor de ese momento sus trajes formales estaban muy mojados por el sudor, el príncipe sufrió mucho en ese entonces ya que casi pierden a su hermanita por deshidratación, pero lo logró y por eso cree que es la persona mas fuerte del mundo, aunque también conoció personas muy fuertes.

–Su majestad es un gusto volverlo a ver– ambos reyes se tomaron de la mano amistosamente y con confianza –Le presento a mis hijas, Christine y Julliette– dejo ver a sus hijas que iban detras de él, ambas castañas y de ojos oscuros pero es visible la diferencia de edad, Christine llevaba un vestido rosa con blanco de ceda

–Se ven tan saludables y han crecido muy bien, Christine te ves maravillosa y con la edad exacta para casarte– comento la emperatriz, Christine sonrio muy amablemente, Daniel sabe que la idea de casarse no es algo muy importante para ella es una persona muy instruida e inteligente, con esa mente cualquiera dirigiría un reino solo.