Tenía un poco de sueño, pero no me podía ir a dormir. Tenía esta costumbre de quedarme despierta hasta la media noche para mi cumpleaños. Siempre quería ser la primera en felicitarme. Me estaba tambaleando, bostezaba y miraba como los ojos de Liam resplandecían con la luz de la luna. Respire profundamente y ruidosamente.
—Tengo sueño— dije, apoyando mi cabeza en su hombro.
—Duerme.
—No puedo— repliqué.
—¿Estas aburrida?— pregunto suavemente.
—Estoy mirando la luna, solo hago eso.
—Me alegra que la observes.
Asentí en su hombro, y lo único que pude fue oler un poco su hombro. Olía a colonia de hombre, pero era suave y no me hacía fruncir mi nariz. No lo hice tan discretamente, estaba medio dormida.
—Hueles bien— dije, cerrando los ojos.
—No, no no no, y no. No te duermas, no te voy a poder llevar— me agito, y ahí ya todo mi cuerpo se levanto.
—He estado despierta desde las seis de la mañana, me dormí tarde... ¿que esperabas?— dije frunciendo mi ceño.
—Te miras como esos gatos egipcios, frunciendo el ceño— dijo, y solo reí.
—Bueno, gracias por la comparación.
Silencio... Do you get deja v...
Cállate, Delablur.
—Levántate— ordenó Liam, me pare cayendo un poco en el intento. Me sentía mareada por levantarme muy rápido.
—Gracias por llevarme a casa— agradecí, mientras colgaba mejor mi mochila/cartera o lo que andaba.
—Pues, perdóname, pero no dije cuando te iba a llevar a casa. Ahora vamos a otro lugar— dijo, solo fruncí el ceño un poco más confundida.
—¿Donde vamos?— pregunte, a lo que el solo chasqueó su lengua.
—Algunas cosas no se pueden explicar, decir, o contestar. Esta es una de ellas. Confía en mi, por favor— solo asentí, y mire como nos acercábamos a un auto color negro.
Tenía buen gusto con autos, se miraba muy cuidado, lo cuidaba mucho. Estaba muy limpio, no se miraba como que lo hayan tocado después de lavarlo...en la venta de autos. Cuando abrí la puerta— no, lo empujé porque el quería abrir la puerta— mi nariz produjo que mi cuerpo quisiera respirar profundo, olía muy bien ese auto. El interior era hecho de cuero, todo se miraba muy bonito.
—Me gusta tu carro, tiene muchas funciones.
—Tiene más, solo si las quisieras averiguar.
—¡Liam!— le pegue la parte trasera de su cabeza.
Va a terminar loco el chico, Cari.
Todo fue muy callado después, hubo un momento donde hasta nuestras respiraciones se escuchaban. La mía más que la de el. De un momento a otro, el se acercó a la radio y puso una música relajante. Me gustaba mucho su gusto de música. Mis ojos se fijaron a los cristales de las ventanas, los colores amarillentos de las tiendas resplandecían a lo que podía mirar el rostro de Liam atrás. La ciudad en la noche, escuchar música, ir a cualquier lugar pero mirarlo en la noche era la terapia más relajante para cuando me ganaba el nerviosismo.
—¿Comida favorita?— pregunto, me volteé para enfrentarlo y no estaba divertido. Estaba con la cara de Liam, serio.
— Toda la comida grasienta, aunque no lo comía mucho porque mi madre la odia.
—¿Momento más especial de tu niñez?—pregunto.
—¿Porque me estás haciendo estas preguntas?
—Porque quiero llegar a conocer a una persona que entró a mi carro, y lo quiero hacer antes de que cumpla dos décadas de estar en este mundo— respondió.
—Nunca tuve uno, mi vida fue muy simple. Cada momento fue especial, nunca hice algo más o menos— respondí.
—Hum, ya veo. Bueno, comida grasienta será— dijo, y vi como entraba a la carretera.
Por todo ese momento se me olvidó todo, la cosa pegajosa que tenía en mi camisa. No había comido, bueno, solo el helado (No cuenta) Estaba alegre que por lo que se aparentaba, me estaba llevando a comer. Tenía que tener su vista fija en el camino, ¿no? Volteé poco a poco mi rostro para mirar su perfil, sus ojos tenían tonos rojos y verdes, todo eso gracias a las luces de las señales y luces de tránsito.
—¿Porque no me habías dicho que ya te habías graduado?
—¿Me tratarías igual? ¿Me tratarías como el chico que está comenzando su vida adulta? No lo creo, no le digo a nadie, pero aparentemente que lo sepan los maestros es básicamente hacérselo saber a todos. Si me gradué, pero no de lo que yo quiero, y creo que nunca lo alcanzaré—Pude identificar el dolor, el no quería que lo trataran diferente por ser más... ¿inteligente?
—Pero, ¿Porque? ¿Porque te da vergüenza o molestia que sepan lo inteligente que eres?
—Solo memorice conceptos, mis años mentales siguen siendo de unos 7 a 10 años— respondió, y solo negué divertida.
—Ay, Howard, eres muy tonto.
—Pero todavía te gusta estar aquí conmigo, y aspirar mi alma afuera— recordó, y solo pude ponerme roja.
—No te pego porque vas manejando.
—O porque no quieres que muera.
—No quiero que muramos, juntos, ¿entiendes?— el solo negó, y otra vez el silencio.
Me empece a emocionar,y mi panza a rugir cuando vi el lugar de comida rápida. In-N-Out. Esa era mi tienda favorita de comida rápida , todo era muy a los 90s. Te daba buen ambiente. Liam ordenó la comida, cuando pasamos a la segunda ventanilla pude oler todo el olor a esa comida. Habían bebidas y las bolsas color café de la comida, revisé un poco lo que tenían porque Liam me lo pidió. Muchos lugares no te dan toda tu orden, entonces tenía que revisarla, pero cuando la abrí el olor pegó aún más a mi nariz.
—No toques nada aún, vamos a ir a comer a algún lugar—dijo, y yo solo hice un mohín.
Mire la hora, ya eran las once. Hemos pasado en ese lugar por mucho tiempo, el camino a la carretera no se sentía tan largo porque todo era libre. Eso hacía que fuera largo, llegar a ese lugar tomó algunos 25 minutos, no estaba tan lejos. No sabía si ahí era, entre arbusto que íbamos a comer, hasta que mis ojos miraron una pasada para una montaña ahí. Cuando llegamos a ese lugar, salí del carro de un golpe. Habían algunos columpios, toboganes, y muchos otros juegos. Me sentía como una niña feliz, había una mesa donde Liam ya se estaba acercando para sentarse.