El bosque negro. Un lugar oscuro y tenebroso, donde muchas personas se pierden en el. Donde habitan seres aterradores, de pesadilla. Que pueden volver loco a cualquier persona.
Pero yo estoy perdida en el. Días sin comer y con la ropa desgarrada. Quería huir de las adversidades del mundo. Y pense, que el bosque no seria tan malo como el mundo de los hombres y eme aquí. Perdida sin saber que hacer. Al principio se veía tan brillante, tan verde, llamante. Pero al entrar todo era diferente, solo era un espejismo lo que reflejaba.
Trate de buscar la salida por mucho tiempo, pensé que con el paso de los días moriría, pero el bosque me mantenía viva.
Me defendí de todo demonio y criatura que me quería matarme con mucho esfuerzo. Hasta los árboles eran agresivos. No había ni un solo lugar en donde encontrara refugio y paz, pero jamás deje la esperanza.
Cuando toda fe abandono mi cuerpo una luz segó mi mirada hasta llegar a un claro. En ese lugar todo era verde, árboles de frutas y animales descansaban en paz. ¿Cómo podía existir ese lugar dentro del bosque negro? Parecía mentira. Así que no confié, hasta que vi una rosa que brillaba en el medio de toda esa belleza.
Era tan hermosa e irreal. Brillaba con un brillo único evanescente, dando paz. Intente acercarme pero la rosa intentaba protegerse. Tenía miedo de mi. La respete y solo me acurruque en la suave grama para descansar.
Hacia mucho tiempo desde que estaba perdida que no sentía paz. Y fue así como la rosa respondió a mi respeto, dándome un beso completamente inmortal, salvandome del bosque y mi mortalidad.