IMAGÍNAME.
Hay un dolor que al parecer no desea partir, siempre miro al cielo, sin pensar nada o decir algo; me he preguntado ¿cómo sería aquella persona perfecta para mí? ¿su color de cabello? ¿su forma de hablar? ¿su manera de ver las cosas? Siempre me he preguntado ¿quién sería aquella persona que de verdad esté a mi lado, soportando todo lo que soy y lo que no?
Así es como la he creado, pensando en cada una de mis cualidades, queriendo saber cómo sería ella, saber cómo sería estar frente a mi perfección de pareja ideal.
Tan realista que a veces sólo deseo verla, sentir sus cálidas manos sobre mis mejillas, acunándolas como alguna vez ella lo hizo, y hablo de una persona diferente, alguien real, de carne y huesos. Imaginar sus cálidos labios encajando perfectamente con los míos, su suave y delicada piel acariciar la mía, imaginar todo de ella, imaginar mi felicidad.