Imparables

Capítulo 9

Danielle Ivanov

-¿Dónde está Joselyn?   Pregunto Logan

-No se dé que hablas.

-Voy a contar hasta diez, dime dónde está mi mujer o la mató.

Ahí fue cuando vi quien estaba apuntando, era a mi novia la mire y comencé a hablar.

-Camille saldremos de esta entiendes, como siempre.

Ella moviendo la cabeza me dio un sí.

-Uno.

-Ya te dije que no lo sabemos, nosotros la dejamos en su casa.

El sin apartar el arma, me miro y hablo.

-Enserio la dejaron, entonces por qué no está en la maldita casa.

-No lo sabemos, nosotros la dejamos hay.

-Dos.

-Escucha, eso se puede dialogar, somos compañeros.

-Tres.

-Está bien escúchame, no sé dónde está Joselyn, pero puedo ayudarte a buscarla.

-Como me ayustes la otra vez, encerándome, de esa forma.

-Si no bajas el arma, no voy a poder ayudarte, tú decides.

-Cuatro.

-Maldita sea Logan, suéltala y yo mismo la buscare por ti o nunca lo sabrás.

-Cinco.

-La buscare, pero si la matas no tendrás nada.

-Seis.

-¡¡No estas escuchándome, suéltala y la buscaré!!

Ahí fue cuando jalo el gatillo y le disparó en la pierna.

-¡¡Tú crees que es broma, crees que no puedo hacerlo, dónde demonios está!!

-Ahí fue cuando vi a Camille, se veía muy asustada lo único que le pedí fue que me mirara.

-Camille, mírame por favor.

-Siete.

-¡¡Maldito desgraciado, lo vas a lamentar, te juró que te voy a matar!!

Jalo el gatillo de nuevo, me miro y hablo de nuevo.

-Será la última vez que hable, dime dónde está mi mujer o muere Camille.

-Ocho.

-Por favor no lo hagas, suéltala ya. Te prometo que averiguare su paradero y te lo daré pero suéltala.

-Nueve.

-Escúchame, quiero ayudarte pero si no me sueltas no podré hacer nada. Sabes que incluirla no está bien, la conoces desde años no lo hagas.

El escuchar mis palabras saco el arma de su cabeza y miro a Camille y luego hablo con ella.

-Lo siento pero conocerte, no me devolverá a Joselyn o sí.

Lo mire y le suplique que no lo hiciera.

-Por favor no lo hagas.

El sin mirarme pone de nuevo el arma en su cabeza.

-No, no.

-Diez.

Y eso fue lo único que pude ver, cuando la mato.

Me desperté sudando, otra vez era ese maldito sueño. Ahí fue cuando perdí todo, la vida de la mujer que amaba por las manos de mi compañero de equipo.

Ya eran casi tres años de la muerte de Camille.



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En el texto hay: dolor venganza accion armas guerra y amor

Editado: 12.01.2021

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