Imperfecciones que son perfectas

Relato unico

Estoy de nuevo en frente de este espejo viendo mi cuerpo, observando todas estas marcas e imperfecciones que mi ser tiene, no quiero esta vida, no quiero esta silueta y no quiero más espejos, todos son una tortura y absolutamente todo ese delicado cristal me corrompe mis venas cada vez que fijo mi mirada en él. Me presento mi nombre es Jackeline Taylor, odio los hermosos pero a la vez cruel espejismo y por desgracia lo tengo que ver y verme diariamente, estoy cansada de esto, de fingir que me gusta mi ser, de tratar de sentirme orgullosa de cada centímetro de mí cuando lo único que siento es un profundo asco.

Aquí estoy, tumbada en esta fría cama con mi audífonos a todo volumen y tratando de quitar de mi mente la imagen de como soy y de intentar no verme en ese estúpido espejo, y a pesar de que ya me va a tocar dormir, no puedo evitar sentir odio hacia a mí y aunque parezca feliz conmigo misma porque siempre tengo una sonrisa, la realidad es totalmente diferente.

Ya amaneció y no he pegado un sólo ojo en toda la noche, ya me toca ir a la universidad y tendré que enfrentarme una vez más a él, si, a él con su hermosos cristales, llegó la hora. Aunque toda mi vida ha sido una rutina constante, hay algo que quiero cambiar, si, deseo dejar de odiarme, alejar esas ganas de romper pedazo por pedazo a los horribles espejos, de partir en dos los estereotipos estúpidos, tener libertad con mis marcas, con mi forma de mi particular silueta y la única manera de lograrlo es poder empezar aceptarme ¿fácil? Por supuesto que no. ¿Por qué? Por la sociedad de la gran ostia que ha logrado penetrar en mi un profundo asco por mi cuerpo y por lo que soy. Pero de alguna manera tengo que empezar, aunque caiga una y otra vez necesito salir de este hoyo que ellos me metieron, ellos me dejaron caer y ahora estoy en el fondo y no tengo facilidades de salir, el hoyo es hondo, no tengo muchos recursos... ¿Saben cuál es el único que tengo? La poca fe que me queda para afrontar y saltar esta barrera.

La sociedad está haciendo caer más mujeres como yo, nos están haciendo pedazos, de diferente e innumerables formas, unas las atacan por su cuerpo como lo hicieron conmigo, a otras simplemente las maltratan o hasta lograr un femicidio, ya no quiero esto, no quiero odiarme, amanecí con ganas de quererme, de dejar de ir a la fucking universidad y de remplazar esa idiota carrera que elegí y hacer lo que me gusta, ser boxeadora... ¿Loco no? Normalmente el boxeo es para los hombres pero al carajo eso, quiero salir a la calle con pantalón, camisa y una linda corbata y ¡al demonio los estúpidos estereotipos! Quiero salir y cortarme el cabello como me dé la mismísima gana ¿Quién dijo que las mujer no podemos tener el cabello como los hombres? Quiero empezar a cambiar hoy.

Sí, lo sé, ya me presenté y dije ayer que me odiaba pero no quiero seguir haciéndolo, no quiero seguir complaciendo a esta inútil sociedad, quiero sentirme orgullosa de mí, ser quien yo quiera ser y no lo que ellos quieran que sea, estoy harta de estar sumergida en este hoyo, me ahogo y si no salgo pronto de aquí, me ahogare y ya no podré encontrar una posible salida... Estoy dentro, pero puedo salir, no quiero depender más de ellos sino depender de mí misma, de mí criterio, de mí pensar y de mí ser, basta de seguir los estúpidos estereotipos y stop a los femicidios o violencia hacia nosotras, hacia a mí, hoy decidí cambiar, amarme, tener la valentía y agarrar el orgullo de pararme, cambiar el look que quise siempre, hacer lo que me gusta y pararme de nuevo al espejo y repetirme hasta convencer a mí ser y toda mujer que, todas tenemos ¡IMPERFECCIONES QUE SON PERFECTAS!



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En el texto hay: amor propio, moraleja, relato

Editado: 07.01.2022

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