Imperfecto

Capítulo 5 : Entrenamiento y besos que no son del todo besos. (Sin editar)

"Puedes jugar a ser alguien más, pero al final tu verdadera naturaleza siempre acaba saliendo a la luz y justo en ese momento, todo el castillo de mentiras comienza a derrumbarse poco a poco."

Alexander

 

Me recuesto en el césped totalmente agotado. Llevo tres semanas de entrenamiento y ni siquiera una sola vez he logrado vencer a Miranda. Ha demostrado en estos días ser una exigente entrenadora, aunque admito que ya se notan en mí muchas mejoras, como el hecho de que me he vuelto más perceptivo y mis reflejos son mejores en demasía.

- ¿Tan rápido te das por vencido? Te creía más preparado lobito. - Lobito, es la nueva forma que usa ahora para llamarme.

Me levanto, me estiro un poco y me pongo en posición para seguir luchando.

- De eso nada, está vez si voy a lograr vencerte. - le respondo totalmente convencido.

- Menos charla y más acción.

Logro esquivar el primer golpe que lanza hacia mí. Intento también dar algo de lucha pero es inútil, es demasiado rápida. Empieza a dar más golpes en mi dirección y esta vez solo logro esquivar algunos.

Tropiezo con una piedra y terminamos los dos en el suelo, ella encima de mí. Ambos respiramos agitadamente y logro ver por unos segundos un breve cambio de tonalidad en sus ojos.

Se levanta luego de un momento y me extiende la mano para ayudarme también a levantar.

- Tú problema lobito es que eres muy lento, podríamos seguir así toda la tarde pero al final nunca lograrías esquivarme por completo.

- ¿Crees que tenga que ver con el hecho de que aún no he logrado mi transformación?

- No lo creo, estoy totalmente segura de ello.

- ¿Entonces eso es todo? ¿No hay nada que se pueda hacer?

- En realidad si hay algo, pero no estoy muy segura de si sería lo correcto.

- Estoy desesperado, sabes muy bien que si quiero lograr mis objetivos debo ser fuerte. Así que en este momento lo correcto me importa un pepino.

- Muy bien, siendo así el caso ven, acércate.

Camino tres pasos hasta que quedamos casi frente a frente, se nota en demasía la diferencia de estatura entre los dos, le llevo una cabeza o más.

Me toma por el cuello y acerca despacio sus labios, causando que mi respiración se acelere y que el corazón me lata desenfrenado. No me toma por sorpresa el sentir sus colmillos rozando mi piel, sé lo que viene a continuación y me parecía extraño que en todo este tiempo no hubiera reclamado que cumpliera mi parte del trato.

Comienza a alimentarse de mi sangre y la sensación que provoca en mí lejos de dolor o sufrimiento como pensé que sería, es más bien una de calma con un deje de excitación. Me tiene totalmente embrujado hasta el momento en que da por saciada su sed.

- Ahora es tu turno.

No me da tiempo analizar sus palabras antes de sentir sus labios contra los míos. Un beso que podría ser el más tierno que he recibido de no ser porque tengo la boca llena de su sangre que sale a borbotones por el corte que se ha provocado en su lengua. Se separa lentamente y su mirada carmesí me observa divertida.

- Traga, no desperdicies ni una sola gota lobito. Mi sangre es el boleto a conseguir lo que tanto ansías.

Obedientemente termino tragando todo y me siento mareado de un momento a otro. Caigo otra vez al suelo y apenas alcanzo a mover los labios.

- ¿Qué pasa? ¿Por qué? - logro decir con mis pocas fuerzas.

- Shhh - me silencia con uno de sus finos dedos.

- Es normal que te sientas así ahora, tu organismo tiene que acostumbrarse a mi sangre. Estarás mejor una vez que despiertes. Descansa lobito, cuando despiertes te esperan muchas cosas.

Eso es lo último que logro escuchar antes de que todo se vuelva oscuridad.

🌙🌙🌙🌙🌙
Horas más tarde...

Abro lentamente mis ojos sin reconocer por un momento el sitio en el que me encuentro. Los últimos acontecimientos vienen a mi memoria de golpe. Sigo tirado en la hierba y no hay rastro de Miranda por ningún sitio, la muy hija de su madre me dejó solo en medio del bosque.

Me propongo caminar en dirección a la casa y ver si la veo, aunque tengo mis especulaciones sobre lo ocurrido de todos modos me debe una detallada explicación.

Llego encontrándome con el lugar vacío y sin ninguna señal de la lunática chupasangre. Decido darme una ducha y esperar su regreso.

Justo cuando voy saliendo del baño la veo como su mirada me repasa de arriba a abajo sin tratar de disimular.

- Creí que todavía seguías en tu dulce sueño lobito.

- No estoy para bromas, puedes por favor explicarme de una vez que ha sido todo eso.

- ¡Vamos! Sé que no eres tan cabeza hueca. Saca tus propias conclusiones, ¿no querías ser rápido como yo? Pues te lo he concedido.

- Tu sangre. No tenía idea de que bebiéndola una vez podría tener tus habilidades.

- Con mi sangre ahora eres más sensitivo. Sé que lo notas. Puedes escuchar hasta el mínimo ruido, ver incluso las cosas de una nueva forma, todo te parece mucho más, o ¿me equivoco acaso?



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En el texto hay: vampiros, lobos, magia

Editado: 21.06.2020

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