Luego de una marcha constante nos detuvimos en una inmensa galería excavada o ¿una especie de cueva natural?, el Balrug se mostraba nervioso por estar aquí .
Hasta que de entre las muchas entradas aparecieron una gran cantidad de Balrugs, una estampida en sí misma.
Estos inundaron la galería, tapando las salidas rápidamente, me encontraba desconcertado, miré rápidamente al pequeño balrug, este me dirigió una mirada de disculpa.
Entonces en aquel entonces era muy inocente, no sabía lo que era la supervivencia extrema de la selva, ni como los demás te utilizaran tarde o temprano en vez de uno de los suyos.
Un gran ser albino reptiloide camino por la sala, contemplando el infinito mientras trataba de explicar su pasado.
"Maestro, cuentanos que paso"
"!Si, cuéntenos!"
Las agudas voces de los jóvenes Hydar llenaban el silencio
El Hydar Albino miro a todos los que tenía presente como si solo con verlos pudiera saber hasta el más recóndito de sus secretos, sus aspiraciones o su personalidad intrínseca.
Luego caminó unos pasos al extremo de la gran torre de piedra donde se encontraban, miro por los amplios ventanales específicamente hacia la aún inmensa selva, murmuró unas palabras para mi sí mismo.
Los Balrugs me había rodeado mientras coreaban una especie de canto imposible de entender. Antes de que me diera cuenta el Balrug con lágrimas en sus ojos había escapado rápidamente de mi lado.
Hasta zambullirse en la muchedumbre, siendo incapaz de saber donde había ido.
Segun mis analisis estan criaturas no son carnívoras y no representan un verdadero peligro para mi, ¿pero por que tengo ten una extraña y aterradora premonición sobre lo que esta pasando?
"!SILENCIO!"
Una voz profunda y oscura inundó el interior de la caverna que desde el principio permanecía en penumbra, un escalofrío incontrolable tomó posesión de mi cuerpo, mis deseos de escapar de allí a su vez se disparaban.
Pero entre todo esto ¿como no había sido capaz de detectar tan lejos aquella extraña presencia?
Pronto me di cuenta a lo que me enfrentaba
Unos viscosos sonidos llenaron el ambiente, algo se estaba acercando lentamente, trate de usar rapidamente mi [Deteccion Psionica] sin éxito alguno, esto me paralizo aun mas.
"!¿ME HABÉIS TRAÍDO UN SACRIFICIO?!"
Mis ojos se desenganchan de su posición, no podía creer, en lo que me había metido, me habían engañado y ahora me estaban lanzando contra una extraña criatura.
Observer mis alrededores, la furia carcomía mi cabeza, todas esas palabras no eran sino mas que un montón de mentiras, no había importado que hubiera salvado a uno de ellos.
Rápidamente use mi deteccion y radar para buscar los principales responsables, siendo todos físicamente iguales era imposible de reconocerlos pero de algún modo como si tuviera su firma mental los encontré entre la multitud.
Estos me dirigieron una mirada para luego apartarla rápidamente, señal de que no les importaba, aprovecharse de mí y luego usarme dando mi vida a un extraño depredador.
Las llamas carcomía mi interior continuamente el miedo se convirtió en ira y por fin pude ver aquello a lo que me enfrentaba.
El Ser una especie de colosal serpiente, escamas oscuras como la noche y totalmente viscosa que hacía suponer que segregaba un amarillento veneno.
Intente una vez más usar mi deteccion con la vana esperanza de que funcionase.
[Especie: Kiletrian]
[Título: Acechador Silencioso]
[Habilidades: [Conflicto de Información], [Conflicto de Información], [Conflicto de Información], [Conflicto de Información], [Conflicto de Información], [Conflicto de Información].
[Nivel: [Conflicto de Información]
Pude saber su Especie y titulo pero por alguna razón las habilidades no pude obtenerlas sino que un montón de conflictos aparecían.
"!Que extraña criatura eres tu!, percibí que intentas mirar a través de mi, pero no te dejaré conocer más de quien soy!"
El Kiletrian se mostraba impasible con su voluminoso cuerpo reptaba por la escena, atemorizando a su vez a los Balrug que trataban de mantener su posición.
"!Un pequeño saco de huesos, y piel!, esto no es lo que pedí" Murmuró refiriéndose a mi.
El Kiletrian siseo profundamente con su alargada y roja lengua fetida, luego rápidamente atacó a la muchedumbre, devorando a algunos de los Balrugs presentes que al percatarse la inmensa mayoría de lo que estaba sucediendo empezaron a escapar por los diversos túneles.