—¿Cómo sabes quien soy?¿Que eres?—Pregunto mas asustada que confundida.
Él empieza a caminar alrededor de mi como lo haría cualquier depredador.
—Lo único que debes saber es que soy un monstruo mas, puedo oler el miedo en ti ¿Ahora dime que hace una humana al otro lado de los muros?
Es mucho más grande que yo y por lo que puedo ver también muy peligroso, no tenía ni una pizca de ganas de enfrentarlo pero él no era nadie para tener que darle explicaciones sobre mí.
—Eso no te incumbe, he llegado aquí para ganar estos juegos.
Nada mas decir eso el inclina la cabeza hacia atrás y empieza a reírse descaradamente, no puedo negar que es un hombre hermoso y tiene una sonrisa encantadora, pero también algo que te hace querer correr en otra dirección nada más verlo.
—¿Qué te hace tanta gracia, no me crees capaz de hacerlo?—Pregunto y no debería haberlo hecho porque deja inmediato de reírse y vuelve la cabeza rápidamente hacia mí, me mira como si pudiese ver a través de mí.
—No no es eso al contrarío, no lo dudo, es solo que me imagine la expresión de todos al ver que una humana entro a participar en los juegos del rey y ganó todas las pruebas.
—Eres parte de mi equipo las ganaremos juntos supongo.
—Yo no hago equipo con nadie así que no pienses que os ayudaré si algo sale mal, yo voy por mi cuenta, pero ya lo creó que ganaré.
Lo que faltaba un hombre engreído que se cree el centro del mundo, si el quería ir por su cuenta, nosotros iríamos por la nuestra.
—Suerte con eso y adiós Nilak.
Después de eso regreso a mi habitación, Talon y Roy estaban preocupados por mi porque desaparecí sin decir nada, les cuento que no podía dormir y salí a pasear al jardín para distraerme, decido omitir lo de Nilak y aunque no quiero reconocerlo me había dejado con los pelos de punta.
A la mañana siguiente se escuchan ruidos de celebración en el jardín, todos los años cuando empiezan los juegos del rey hay una semana de fiesta en algunas ciudades, lo que se hace es hacer la fiesta en honor a las personas de cada especie que parten al castillo real, muchos de los presentes están apostando por el grupo ganador.
Tenemos tiempo hasta medio día para disfrutar las fiestas y hablar con nuestros padres, Roy y yo vamos en camino hacia el lugar donde se están quedando.
Por el camino vemos a una multitud de vampiros agrupada en el centro de la ciudad, nos acercamos a ver que están mirando y nos encontramos con una escena aterradora, ahí un grupo de vampiros alimentándose de humanos en público, ellos parecen como drogados, no se están resistiendo.
Una de las normas de ciudad oscura es que no nos podemos entrometer en sus rituales y esto parece que es algo común porque nadie esta alterado o sorprendido, hay humanos que se ofrecen a alimentarlos a cambio de que los mantengan, son como adictos, ellos quieren estar aquí.
Si siguen alimentándose así de ellos van a terminar matándolos y transformándolos en apestados, hay algunos vampiros que no se miden a la hora de alimentarse, uno de ellos suelta a la mujer que tenia entre los brazos y la deja caer al suelo.
La acaban de matar, así es como se crean los apestados, la mujer revivirá y ya no será consciente de nada, se habrá convertido en un monstruo.
Me da rabia no poder hacer nada, todos le aplauden al vampiro que acaba de matar a la humana, si Roy y yo nos entrometemos nos mataran, se me saltan las lagrimas al ver como los vampiros matan a todos los humanos y los dejan caer al suelo muertos, mi hermano me abraza y nadie hace nada, esto se ve que es normal aquí.
Después de ver la escena todos se van a celebrar y los dejan tirados como si no hubiese pasado nada, siguen las celebraciones y Roy me lleva a un lugar mas apartado pero donde aún podemos seguir viendo lo que ocurre, minutos después las personas muertas se levantan y los vampiros antes de que despierten del todo los atan a unas barras de madera y los demás empiezan a apedrearlos y a lincharlos como si fuesen animales.
—Dafne vámonos de aquí—Dice Roy y asiento aturdida.
Sabía que nada bueno pasaba dentro de ciudad Oscura pero esto es demasiado cruel, jamás me imagine que estas cosas pasaran aquí, lo peor de todo es que seguramente el rey lo permite y lo aplaude, lo único que pasa ahora en mi cabeza es que hay que detener al rey sea como sea y yo sola de momento no voy a poder hacerlo, así que necesito aliados y en mi mente comienza a formarse un plan.
—¡Mama!—Grito y me arrojo en sus brazos, ella me corresponde el abrazo.
—¿Que pasa mi vida?—Pregunta ella.
—Lo que acabamos de ver Roy y yo ha sido..., no debisteis venir aquí los vampiros no tienen corazón.
—Se lo que acabáis de ver pero no todos son iguales, algunos no apoyan estos rituales y quieren detenerlos, no es la primera vez que esto ocurre.
—Tened mucho cuidado papa, sobre todo tú mama.
—Nosotros sabemos cuidarnos no os preocupéis por nosotros, concentraos en los juegos—Dice mi padre.
—Os queremos papas—Asegura Roy y nos abrazamos los cuatro juntos.
Después de pasar la mañana juntos regresamos al castillo, y le contamos a Talon lo que hemos visto y entre los tres comenzamos a desarrollar mi plan.
Lo que tenemos que hacer no va a ser agradable o bonito, tampoco me gustará hacerlo pero si nadie intenta hacer nada atrocidades como las de esta mañana seguirán ocurriendo.
Estamos saliendo al jardín y nos agrupamos con Caleb y Nilak, estamos esperando al resto de participantes, Lorcan ya está en el escenario y la multitud alrededor nuestra esperando a ver como nos marchamos.
—Bueno ya que estáis todos damos por comenzado los juegos del rey a partir de ¡Ya!—Grita Lorcan y todos los competidores empiezan a dispersarse— Nos vemos en diez días, ¡Suerte!.
Emprendemos el viaje a caballo hasta las fronteras de ciudad Perdida en busca de ese objeto misterioso, según Lorcan es lo que más valor tiene en ciudad Perdida para obtenerlo tendremos que infiltrarnos en un lugar lleno de peligros, donde viven los duendes y los trolls, con suerte no nos cruzaremos con los segundos.