Soy una chica común, con los mismos problemas que muchas chicas más tienen. A pesar de los malos ratos que traía encima soy feliz, pero la felicidad no depende de mi, era por una sola persona. Blake.
Vivo con una familia media, mis padres son empleados por lo cual deben trabajar todo el día para poder pagar las necesidades de mis dos hermanas menores y mías. Cualquiera podría pensar que somos la familia perfecta, ya que mis padres tienen un buen trabajo y son felizmente casados, mis hermanas y yo siempre hemos destacado por nuestras buenas notas y hemos tratado la manera de sonreír ante todo, pero hay algo muy al fondo que nadie sabe y tratamos de esconder todos los días. Una pelea tan desastrosa, que logró hacer que la relación con mi padre decayerá y que ahora en adelante nos cuesta mantener una conversación sin señalarnos uno al otro, mi madre perdió la comunicación desde ese día y mis hermanas empezaron a sentir esa falta de apoyo de su familia. En fin, todo se jodió.
Luego, estaba el instituto. Mi primera mejor amiga, la cual no es un agradable recuerdo ya que es un ser muy despreciable por todos, vivía con envidia hacía mi y hablaba a mis espaldas haciendo quedar mal ante todos. Terminó siendo lo peor. Pero llegará un momento donde no aguantaré sus actitudes y diré de una vez "a la mierda contigo". No dejaba de ser su "amiga" para evitar que estuviera sola en el instituto, nadie la soportaba, era la única que le tenía paciencia a pesar de sus actos tan pesados y desagradables. Estoy segura que cuando llegue esa oportunidad dejaré de ser su amiga y encontraré mejores personas, pero por ahora seré paciente.
En mi residencial tenía un pequeño grupo de amigas, eramos 5 en total. Teníamos mismos gustos con el tema del deporte, nuestra música fue variado por lo cual siempre conocía nuevos artistas, nos gustaban lo ordinario como ver una pelicula o disfrutar de una serie en nuestras vacaciones, el amor a los animales y las perfectas historias de amor. Pero dos de ella terminaron fallándome de la peor manera: la primera comenzó criticarme y la segunda alejó a mi primer mejor amigo, nos gustabamos, pero jamás llegamos a ser nada por lo que había hecho mi ex amiga, ella lo inundó de malas ideas sobre mi cuando su padre murió, estaba muy débil así que cayó más fácil de lo que creería. Ahora solamente quedamos tres y a ellas no las cambio por nada en este mundo, estuvieron conmigo cuando todo estaba mal.
Me gustaba el fútbol, a unos 10 minutos de mi casa hay un domo de fútbol sala y siempre habían campeonatos de todas las categorías. Tengo un equipo en ese lugar. Al principio éramos malísimas, pero después de tantos entrenos tuvimos nuestra primera final, la cual por desgracia perdimos. Eso no nos afectó en nada, simplemente nos dejó con deseos de ganar una vez y seguir esforzándonos. Ese equipo es como mi segunda familia, mucho mejor que la primera por supuesto, era un lugar donde yo escapaba un momento de todo.
Aparte de mi equipo de fútbol había alguien que me llenaba de felicidad muchas veces. Blake. Era un chico el cuál fue mi amigo de la infancia cuando estaba en tercer grado, éramos tan unidos gracias a esos juegos infantiles que todos llegamos amar como "atrapaderas", "escondite" y muchos más, pero llegó el día donde nos separaron de clase y jamás volvimos hablar.
Esta soy yo o mejor dicho lo que fui, porque con el paso del tiempo las cosas cambiaron y ahora... todo está un poco desordenado.