Damian Evans
- Damian
Mis manos apretaron su cintura haciendo que llegara al orgasmo y disfrutará ese momento.
Por un momento me mantuve dentro de ella, pero al salir quité el condón y me recosté junto a ella.
Susan se volteo una vez más y me dio la espalda, había momentos en los que no entendía porque lo hacía y terminaba haciendo la misma pregunta.
- ¿Crees que te estoy obligando a hacer esto?
- No -contesto y se volteo para verme,- Lo disfruto, cuando lo hacemos, pero después siento que esto no esta bien, si alguien del hospital se entera me veran como la mujer que se mete con los titulares para poder tener buenas notas.
- No eres la primera mujer que se meté con un titular, ni tampoco la última -dije,- Por cierto, mañana no estaré, tengo que ver a alguien.
- ¿A cúal de todas? -la miré sin entender,- No mientas, la vez que dijiste eso te viste con una mujer, ¿Acaso tener sexo conmigo no es suficiente?
- Claro que es suficiente, pero no puedo quedarme siempre contigo, soy un hombre que muchas desean -ella sonrió.-
- Entonces, ¿Yo también puedo estar con más personas?
- Bueno... -ella me interrumpió.-
- Porque hay un hombre muy guapo en el bar de los Jennis y ha decir verdad siempre me queda viendo, ¿Crees que debería dejarlo que me lleve a su casa?, porque hacerlo en el baño un bar es arriesgado, aunque dicen que lo arriesgado es mejor.
- ¿Por qué razón te aconsejaría?, el acostarnos no nos hace amigos -dije y me levante para buscar mi ropa.-
- Pero tu has dicho...
- Solo te avise, recoje tus cosas cuando salgas.
Ella no volvió a hablar.
Decidí comenzar a cambiarme, al salir ella aun estaba en mi departamento.
- ¿Sigues aquí?
- ¿Qué pasa contigo?, que me acueste contigo no significa que puedas tratarme como basura, tal vez a tus otras mujeres les guste, pero yo no, así que si sigues así será la última vez que pise tu departamento -agarró su sueter,- Como si fueras el mejor en la cama, ya encontraré a alguien mejor y no te preocupes ahí esta tu regalo, te lo advierto Damian, un regalo más y le diré al jefe lo que pasa, sin importar que también me quede sin trabajo.
- Susan, deja de hablar por un momento -dije y me puse delante de ella,- Bien, me porte mal contigo, lo acepto, si te doy un consejo, ese hombre del que hablas ve a todas y no te recomiendo hacerlo en un baño de bar, puedes infectarte, si te meteras con alguien que te lleve a su casa -abrí la puerta,- Pero si decides meterte con alguien y te llevará a su casa, lo mejor sería que me enviaras tu ubicación.
- Mucho mejor -dijo y salió de mi departamento.-
- Vamos, te llevaré al hospital.
- Claro que no, alguien podría vernos.
- Te dejaré enfrente y después yo iré a estacionarlo, así nadie nos verá llegar juntos -ella asintió.-
- Eso esta mejor.
Al dejarla decidí estacionar la camioneta en la parte trasera.
Hace días que no llamaba a Leslie y no paraba de enviarme mensajes, pero realmente el hospital me había mantenido ocupado y cuando no tenía nada que hacer Susan me mantenía ocupado, así no pensaba en nada.
¿Cómo podría demostrarle a Susan que me caía bien?
A Leslie le gustaba que la llevará a cenar a los mejores restaurantes, a Gabriela le encantaban las joyas, tal vez si le regalaba una cirugía para ella sola sabría que me simpatizaba.
Me encamine a la oficina de los titulares y encontré a Lauren y Sebastian.
- Dejen de besarse, ¿Acaso no tienen el tiempo suficiente en su cama?
- Pero si acaba de llegar el hombre que se enreda con mi residente favorita -dijo Lauren separandose de Sebastian.-
- Ella aun no sabe que tu lo sabes -dije al instante,- Así que no la hagas sentir mal.
- ¿Acaso te importa como la hago sentir?
- Lauren, sabes que si ella se va tu me odiaras, así que trato de que ella se quede -Sebastian me miró,- ¿Qué?
- Aparte de Susan, ¿Te has acostado con alguien más?
- Si... con Susan, con Susan -me quedé en silencio pensando,- Hace tres semanas con Marleth -sonreí,- ¿Creen que ha Susan le guste mi camioneta?, la he visto admirar a la camioneta.
- ¡Ahí esta! -miré a Lauren,- Otra vez hace lo mismo, deja de comprarla, ella te ha dado todos los collares, si le das una camioneta te odiara.
- Tienes razón, puede que le compre un departamente, ella realmente vive en un cuarto como del tamaño de mi baño.
- Laure tiene razón, estas haciendo lo mismo que con Leslie, con Rebeca y con Andrea, las compras y después de que te hacen feliz por un buen rato, se van y tu gastas tu dinero a lo tonto, mejor piensa en ti, dime, ¿Ya puedes dormir?
- No duermo -dije,- No puedo dormir con una mujer a mi lado, eso se disfruta.